Buenos Aires, 24 de febrero de 2014 (OPS/OMS).- Argentina se caracteriza por ser uno de los países más envejecidos de Latinoamérica por la mayor cantidad de años que logran vivir sus habitantes en la actualidad, lo cual se convierte en un desafío para que ese tiempo sea disfrutado con calidad. Para que eso ocurra, resulta clave que los adultos mayores lleven adelante acciones de autocuidado ya que, muchas veces, las primeras causas de enfermedad o fallecimiento de personas mayores de 60 años están íntimamente relacionadas con los estilos de vida y podrían ser evitables si se modifican comportamientos y decisiones, según establece una nueva publicación del Ministerio de Salud de la Nación, realizada con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).
Muchas enfermedades no están en relación directa ni dependen de la edad y pueden ser el resultado de cómo se vive y de los hábitos, señala la publicación Claves para un buen envejecer. Manual de autocuidado. El texto brinda una serie de recomendaciones para que los adultos mayores alcancen una vida de buena calidad.
En este sentido, aconseja comer por lo menos cinco raciones de frutas y verduras por día, evitar el consumo excesivo de sal y azúcar y tomar abundante agua, entre otras sugerencias para una buena nutrición. También recuerda la importancia de hacer actividad física al menos 30 minutos cinco veces a la semana para sentirse saludables y contrarrestar enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial, afecciones cardiovasculares, depresión, obesidad y algunos tipos de cánceres. Además, valora los beneficios de dormir bien, de la sexualidad y la recreación, y brinda recomendaciones para evitar problemas en la vista, los oídos, la boca y piel.
"El objetivo de la publicación consiste en hacerle llegar a los adultos mayores una herramienta con numerosos tips y consejos para que puedan tomar mejores decisiones en beneficio de su salud. Envejecer no es sinónimo de enfermedad y hay hábitos que permiten tener una vida más saludable", explicó Claudia Jaroslavsky, coordinadora del programa nacional de Envejecimiento activo y salud para los adultos mayores del Ministerio de Salud de la Nación. El documento será distribuido -a través de los referentes provinciales- a las instituciones donde hay presencia de personas mayores, entre otros mecanismos de divulgación.
El texto asegura que la memoria se puede ejercitar y da varios consejos, como evitar la rutina, hacer palabras cruzadas y leer. A su vez, brinda recomendaciones para prevenir caídas, aporta datos sobre algunas de las enfermedades más comunes en esta etapa de la vida y también de otras situaciones que pueden atravesar los adultos mayores, como el duelo por la pérdida de un ser querido.
Advierte también sobre la necesidad de prevenir el VIH y el riesgo aumentado de infectarse en las personas mayores por no creer que se trata de una enfermedad de su época y, por lo tanto, no usar preservativo, entre otros factores.
"Si lleva una alimentación saludable; realiza actividad física adecuada a sus posibilidades y sus gustos; realiza los controles médicos correspondientes; puede evitar hábitos que le son perjudiciales, tales como fumar, beber en exceso y automedicarse; no se limita (si no es necesario) para realizar paseos, excursiones, visitas a familiares y amigos, y dentro de sus posibilidades va a cines y teatros; está dispuesto disfrutar y gozar de las ventajas que su edad le proporciona: usted va a disfrutar de esta etapa", concluye la publicación.
Debido al aumento de la esperanza de vida y a la disminución de la tasa de fecundidad, la proporción de personas mayores de 60 años está aumentando más rápidamente que cualquier otro grupo de edad en casi todos los países. El envejecimiento de la población puede considerarse un éxito de las políticas de salud pública y el desarrollo socioeconómico, pero también constituye un reto para la sociedad, que debe adaptarse a ello para mejorar al máximo la salud y la capacidad funcional de las personas mayores, así como su participación social y su seguridad. Se prevé que en el año 2100 la cantidad de personas de 60 años de edad o mayores aumente más de tres veces.