Es un derecho, pero también una obligación: se trata de prevenir y de cuidar al otro. Así lo aseguran las autoridades de Argentina cuando se refieren a la vacunación. El país cuenta con un calendario nacional de 19 vacunas gratuitas, uno de los más desarrollados de la región. Tres de estas aplicaciones -destinadas a prevenir la varicela, el meningococo y el rotavirus- fueron incorporadas días atrás por la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, quien afirmó que esta medida "es una inversión no sólo en expectativa social, sino también económica, porque curar un enfermo sale mucho más caro que prevenir una enfermedad".
El Grupo Técnico Asesor en Vacunas (SAGE) de la OMS valoró la estrategia de vacunación del país sudamericano contra la hepatitis A, que redujo sensiblemente la circulación del virus y evitó que se realizaran trasplantes hepáticos por esta causa. Argentina es también uno de los primeros países de la región en proveer la vacuna contra el VPH a todas las niñas de 11 años para prevenir el cáncer de cuello de útero. La Organización Panamericana de la Salud (OPS), que funciona como oficina regional de la OMS para las Américas, cuenta con el Fondo Rotatorio, a través del cual se realiza la compra de vacunas, jeringas e insumos relacionados.
"La inmunización es componente esencial del derecho humano a la salud además de responsabilidad de individuos, comunidades y gobiernos, y debe considerarse como tal. Se estima que gracias a la vacunación se previenen unos 2,5 millones de fallecimientos cada año", sostiene el Plan de acción mundial sobre vacunas de la OMS. A tono, el ministro de Salud argentino, Juan Manzur, señala que la política de vacunación busca "generar equidad, accesibilidad y cerrar brechas".
"Las vacunas en Argentina proporcionan igualdad en salud a todos los ciudadanos: es una herramienta sanitaria central, que está disponible para todos los que la necesitan en el país", subraya el representante de la OPS/OMS en Argentina, Pier Paolo Balladelli. Así lo reflejan tanto un hospital céntrico en Buenos Aires como una pequeña clínica en un área remota de Argentina. A estos últimos lugares también llegan agentes sanitarios para asegurar que la población reciba su inmunización. "Las vacunas son muy importantes para que nuestros hijos tengan defensas y para los abuelos que no pueden trasladarse a las grandes ciudades. Todos podemos beneficiarnos de las vacunas", señala Matilde Alancai luego de ser vacunada en un pequeño pueblo entre montañas de Jujuy, en el extremo norte del país.