Río de Janeiro, 22 de mayo de 2023 (PANAFTOSA/SPV-OPS/OMS) - Conseguir mercados tradicionales seguros es un paso fundamental para garantizar la inocuidad de los alimentos que llegan a la mesa del consumidor. La guía de buenas prácticas en mercados tradicionales de alimentos de la Región de las Américas, publicada por PANAFTOSA, ofrece recomendaciones generales para la mejora de las infraestructuras básicas y las condiciones higiénico-sanitarias en dichos comercios. El objetivo es facilitar a las autoridades nacionales y locales una orientación como punto de referencia para contar con mercados de alimentos más seguros frente a posibles riesgos para la salud pública.
Los mercados tradicionales son una fuente esencial para el abastecimiento de alimentos en zonas rurales, urbanas y semiurbanas en países de ingresos bajos y medios en la región de las Américas. En la mayoría de los casos, constituyen la principal vía de acceso entre la agricultura familiar o la pesca artesanal y los consumidores.
Este tipo de mercado proporciona una interacción directa entre los clientes y los comerciantes. Los alimentos están expuestos a la vista e incluso el público puede manipularlos y olerlos. Durante su funcionamiento, confluyen personas, animales, alimentos, insumos y otras mercancías, lo que puede convertirse en una vía de transmisión de patógenos, con un riesgo potencial para la salud. Igualmente, las condiciones de infraestructura deficitarias, el acceso limitado al agua potable y las malas condiciones higiénico-sanitarias pueden favorecer el crecimiento y la proliferación de microorganismos patógenos en los alimentos, lo que representa un riesgo para la inocuidad alimentaria.
Las complejas estructuras administrativas de los mercados, con múltiples responsabilidades superpuestas entre diferentes agencias regulatorias a nivel nacional y local, también dificultan la aplicación de un enfoque coordinado, necesario para fortalecer los estándares de higiene e inocuidad de los alimentos y acciones de prevención de enfermedades.
Por ese motivo, se creó un grupo de trabajo, integrado por expertos técnicos en el área, con el fin de conocer las necesidades de los países de la región y prevenir riesgos potenciales para la salud pública en los mercados tradicionales de alimentos. Tras la compilación de datos e informaciones y consultas con diferentes países, se decidió construir una herramienta de diagnóstico y una guía de buenas prácticas para apoyar a los países a mejorar las capacidades de estos mercados tradicionales.
La guía se elaboró bajo la perspectiva multisectorial de “Una Salud”, ya que los mercados tradicionales de alimentos son un claro ejemplo de la convergencia entre humanos, alimentos, animales y ambiente.
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