Para que las poblaciones puedan tener acceso a la salud, es necesario que las comunidades estén en contacto con los servicios sanitarios. Que el sistema de salud no sólo espere que lleguen los pacientes, sino que también salga al encuentro de aquellas y aquellos que por diferentes razones geográficas, económicas o sociales, no llegan al sistema de salud a recibir la atención necesaria. Este es uno de los ejes de la estrategia MELON de la provincia argentina de Salta, destinada a la atención integral durante el embarazo de la mujer.
El nombre de la estrategia corresponde a la sigla que se compone de cada una de las especialidades que integran esta iniciativa, con un equipo conformado por un médico/a, enfermero/a, laboratorista, odontóloga/o y nutricionista (MELON), al que se suma un psicólogo/a en algunos lugares (MELON-P).
“Es una sigla que impide el olvido del paso de la mujer gestante por algunos de estos sectores que representan las letras de esta sigla”, explicaron desde la Subsecretaría de Medicina Social de la provincia. En la ciudad salteña de Embarcación, situado en el área del Chaco Sudamericano y donde casi la mitad de la población pertenece a comunidades originarias, la estrategia MELON alcanzó en 2018 el 66% de cobertura asistencial integral de las mujeres embarazadas. Hasta noviembre de 2019, el porcentaje de cobertura de esa área ascendía al 90%.
“Al principio de la estrategia era más dificultoso porque había que ir a buscar a las pacientes, pero a medida que pasa el tiempo la consulta espontánea es mucho más frecuente”, sostuvo el tocoginecólogo Omar Soria, del hospital San Roque de Embarcación.
Así, la estrategia busca descentralizar la atención llevándola a centros de salud y puestos sanitarios más cercanos a los lugares de residencia de las embarazadas. “Coordinamos y nosotros vamos a buscar a las embarazadas para que todas puedan acceder a MELON y por suerte la mayoría lo tiene”, afirmó el agente sanitario Mauro García, del Ministerio de Salud Pública de Salta.
Al principio de la estrategia era más dificultoso porque había que ir a buscar a las pacientes, pero a medida que pasa el tiempo la consulta espontánea es mucho más frecuente”
La iniciativa contó con la cooperación técnica de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) para su fortalecimiento, a través de distintos encuentros y visitas a la zona donde se llevan adelante los controles, como parte del proyecto que la OPS/OMS promovió en los últimos años en el Chaco Sudamericano, y al que se integraron Argentina, Bolivia y Paraguay, con el fin de reducir la morbilidad y mortalidad materna, neonatal e infantil, con empoderamiento social, enfoque intercultural, de género y derechos.
Los pasos para una atención integral
MELON contempla tres controles periódicos integrales -es decir, de todas las especialidades- durante el embarazo, más los controles médico-obstétricos mensuales o con mayor frecuencia según necesidad, con la finalidad de que la mujer llegue a su parto con un adecuado seguimiento. “La estrategia es la base para comenzar con la primera atención y luego se empieza a desglosar lo que la embarazada va a ir atravesando en la atención durante el embarazo”, aseguró Claudia Maturana, del área de Obstetricia del Hospital San Roque.
Esta iniciativa también toma en cuenta el traspaso de conocimiento que existe en la población originaria. En la gimnasia preparto por ejemplo, según explicó la obstétrica Fabiola Vallejos, la población criolla “es la que más interés tiene, la población originaria no tanto. ¿Y por qué lo vemos así? Porque es increíble, cuando ellas van a parir, -las mujeres de poblaciones indígenas- ya saben todo”.
Uno de los puntos importantes que también contempla la estrategia es la nutrición: “siempre se apunta, dentro de los recursos que tiene la mamá, a que la alimentación sea lo más variada posible; hacer hincapié en las legumbres, explicarle el por qué son buenas, explicarle que lo son porque contienen hierro, en qué favorece el hierro y con qué puede combinarlo”, sostuvo la nutricionista Claudia Colorito, una de las profesionales que forma parte de la estrategia.
El principal beneficio de MELON es la atención integral. La embarazada debe gozar de un perfecto estado de bienestar físico, emocional y social"
Para que el abordaje sea integral, la provincia también incorporó psicólogos al programa. “Con las embarazadas hablamos de varios temas y cuando nos referimos particularmente a su embarazo, yo siempre les pregunto si ese bebé lo buscaron, lo planificaron. Intento no utilizar las palabras ´no deseado´, entonces les pregunto ¿lo buscaste o cayó del cielo?”, señaló la psicóloga Ana Barrera, integrante del equipo.
“El principal beneficio de MELON -explicaron funcionarios de Salta- es la atención integral. La embarazada como cualquier persona debe gozar de un perfecto estado de bienestar físico, emocional y social, como para calificarla en buen estado de salud”. “Por ello, el MELON asegura la detección de signos de alarma y síntomas que permiten identificar situaciones de riesgo y hacer la referencia oportuna al nivel de complejidad correspondiente”, precisaron. Así, las mujeres pueden ejercer efectivamente su derecho a la salud. Así, el acceso puede ser una realidad para todas. Sin dejar a nadie atrás.