Quito, 22 de junio de 2021.- Las danzas en los pueblos y nacionalidades, más que movimientos artísticos del cuerpo son lenguajes de conexión espiritual del ser humano con la Madre Tierra, con los espíritus de los ancestros, con los espíritus tutelares y los dioses del mundo. En ese contexto la danza es la oración humana por medio del movimiento del cuerpo. Por ello danzar es orar con el cuerpo en este tiempo de la celebración del Hatun Puncha - Inti Raymi, la celebración más importante del mundo andino.
Tanto el silencio, como la música y la danza son saberes que fomentan la conexión humana con la Madre Naturaleza, de esta forma se danza por la felicidad, por la tristeza, por la lucha, por la paz, por la vida, por la muerte, por la salud, por la enfermedad, por la lluvia, por la abundancia, por la resistencia y por el derecho de existir. La danza es la práctica de criar la vida, criar la chaqra y dejarse criar por la vida. Han sido las palabras de Fernando Chimba, agricultor-educador del pueblo kichwa-panzaleo de Ecuador, de Diana Jembuel Morales, lideresa-sanadora del pueblo Misak de Colombia, de Raymi Chiliquinga, agricultor-sanador del pueblo kichwa-salasaka, de Ecuador, y de Luis Enrique Cachiguango, moderador del evento.
Estas verdades se vivieron en el webinar del Segundo Encuentro Virtual de Saberes en Salud Intercultural con el tema “Tiempo de celebración a la Pachamama: las danzas rituales como terapias individuales y comunitarias en la salud de las nacionalidades y pueblos”, organizado por la Subsecretaría Nacional de Promoción de la Salud e Igualdad y Dirección Nacional de Salud Intercultural del Ministerio de Salud Pública de Ecuador, con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), como parte de los procesos de sistematización de las prácticas, saberes, sentires y conocimientos en salud que se desarrollan en las grandes celebraciones o raymis de los pueblos indígenas que fundamenta la tecnología práctica-ritual de la medicina ancestral-tradicional, y que se vive año tras año en las comunidades andinas de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Norte de Argentina y Norte de Chile.
El representante interino de la OPS/OMS en Ecuador, Adrián Díaz, explicó la importancia de tener una visión holística de la salud y una integración que respete la espiritualidad. Además, que los saberes colectivos, las prácticas, los terapeutas de la medicina indígena y los recursos comunitarios, son de un valor inapreciable.