Ciudad de México, 22 de mayo de 2024 - El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anunció la tercera ola de calor en México y pronostica que entre el 20 y 25 de mayo se registrarán temperaturas superiores a 45 °C en varias entidades federativas. Si bien las olas de calor no causan daños tan evidentes como un terremoto o huracán, también afectan la salud, pueden causar la muerte de personas, generar daños en la agricultura y ganadería e impactar en la producción de alimentos y medios de vida.
De acuerdo con información sobre eventos meteorológicos extremos de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), una ola de calor se trata de un periodo inusualmente caliente, seco o húmedo, de día o de noche, que se inicia y termina de forma abrupta, con una duración de por lo menos dos a tres días, con un impacto en los seres humanos y en los sistemas naturales.
En este contexto, la Secretaría de Salud de México informó en un comunicado, que trabaja en coordinación con las 32 entidades federativas para difundir los cuidados que debe tener la población para prevenir daños a la salud. Prevenir los efectos de las altas temperaturas es de vital importancia.
¿Qué es el golpe de calor?
Es más que agotamiento, ocurre por exposición prolongada al calor durante una ola de calor. Los principales síntomas del golpe de calor son: aumento de la temperatura corporal mayor a 39 °C, dolor de cabeza, mareos, náuseas y vómitos, problemas para respirar, debilidad y ritmo cardiaco acelerado.
Cuando la temperatura del cuerpo aumenta por arriba de los 39 °C, la persona afectada presenta alteraciones de sistema nervioso central, tales como estupor, confusión o coma. Frecuentemente se observa piel caliente y seca, náuseas, hipotensión y taquicardia. Si no se administra tratamiento, la condición de la persona empeora, puede entrar en coma, presentar fallo orgánico múltiple y morir.
Recomendaciones
Evita en lo posible la exposición al sol, es mejor ubicarse en un lugar fresco, a la sombra y ventilado; mantente bien hidratado bebiendo sorbos continuos de agua, al menos dos litros al día para una persona adulta; usa ropa ligera y de colores claros; usa una sombrilla al caminar y toma baños con agua fría o aplicar paños húmedos en el cuerpo, especialmente en la cabeza.
Evita hacer deporte al aire libre en las horas de sol y de mayor calor, bebe jugos de frutas frescas, evita el consumo de bebidas energizantes o azucaradas y toma en cuenta que el calor favorece la descomposición de los alimentos. Si presentas enfermedad diarreica aguda, cuyos síntomas asociados son: cólicos abdominales, náuseas, vómitos, fiebre, sangre o mucosidad en las heces; acude a la unidad de salud más cercana.
Los recién nacidos, niñas, niños, personas mayores, personas en situación de discapacidad, aquellas que reciben tratamiento médico, entre otros, son más vulnerables durante las olas de calor, y por tanto pueden desarrollar con más facilidad sus efectos adversos.