Boa Vista, 22 de octubre de 2022 – Con el objetivo de capacitar multiplicadores para prevenir la violencia de género, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) realizaron un taller en Boa Vista, en el estado de Roraima , Brasil, en alianza con la Red Intersectorial de Protección.
Esta Red cuenta con servicios públicos estatales, municipales y federales, como la Casa da Mulher Brasileira –lugar donde se realizó el taller y que integra varias instituciones que trabajan en la protección de las mujeres en situación de violencia, como el Tribunal Especial, Núcleo Especializado de la Fiscalía de Justicia, Núcleo Especializado de la Defensoría Pública, Comisaría Especializada de Atención a la Mujer, alojamiento de tránsito, ludoteca y servicios de apoyo psicosocial y autonomía económica.
La iniciativa reunió a 20 líderes comunitarias, incluidas mujeres migrantes y refugiadas venezolanas, brasileñas e indígenas de las etnias Warao y Eñepa. A través de metodologías activas, como círculos de conversación y dinámicas grupales, los participantes pudieron compartir experiencias, conocimientos y herramientas para implementar acciones de prevención de la violencia contra las mujeres en la comunidad. El taller se llevó a cabo entre el 15 y el 18 de agosto de este año.
Yorgelis Bastardo, mujer indígena Warao y facilitadora cultural del UNFPA, dijo que la actividad le brindó conocimientos y que ahora los transmitirá a otras mujeres de su comunidad.
“El taller fue muy importante para mí, porque nos nutrimos de conocimientos. Los conceptos, dinámicas y presentaciones me ayudaron mucho a recibir los conocimientos ya prepararme para transmitirlos a otras mujeres”, destacó Yorgelis Bastardo.
Durante la capacitación, las causas y tipos de violencia, factores de riesgo y estrategias de prevención, desigualdades y roles de género, derechos de las mujeres, organización de la red de servicios y de acogida y atención, flujos de derivación, legislación brasileña de asistencia y protección, autocuidado, entre otros.
La acción cuenta con el apoyo financiero de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Acciones en la comunidad
Durante el taller, las participantes se motivaron a promover acciones para prevenir la violencia contra las mujeres en sus comunidades. En las semanas posteriores a la capacitación se realizaron ruedas de conversación, se repartieron kits de prevención e higiene y se repartieron folletos informativos con los servicios de atención a casos de violencia.
Las actividades, realizadas en comunidades y en los albergues de la Operación Acolhida, también incluyeron acciones de prevención de violencia y prevención combinada de VIH e infecciones de transmisión sexual (ITS) con trabajadoras sexuales en Boa Vista, como parte de un proyecto de fortalecimiento de capacidades locales en esta área, realizado por la OPS, el Ministerio de Salud de Brasil y la Secretaría de Salud del Estado de Roraima.
La Operación Acolhida es la respuesta humanitaria del gobierno brasileño al flujo de población venezolana hacia el país y cuenta con el apoyo de varias agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la sociedad civil.
El fortalecimiento de las acciones de salud, incluido el empoderamiento de los líderes comunitarios, es una dimensión fundamental de la prevención de la violencia contra las mujeres en contextos humanitarios.
Migraciones y violencia de género
“Nosotros, como inmigrantes, sufrimos muchas formas de discriminación. Muchos venezolanos sufren violencia, abuso verbal, en sus trabajos”, dice la venezolana Nilsa Hernández, una de las participantes del taller, quien también trabaja como agente de prevención combinada de VIH/ITS para la OPS.
Destacó la importancia del acceso a la información sobre derechos, servicios esenciales, servicios de protección, salud y asistencia social que tenemos disponible. Entramos de una manera y salimos de otra, con más fuerza para seguir luchando, incluso sabiendo a qué instituciones acudir en una situación de violencia”, concluyó.
Prevención de la violencia contra las mujeres
Datos del Foro Brasileño de Seguridad Pública sobre la incidencia de la violencia contra niñas y mujeres en Brasil indican que, en 2021, una de cada cuatro mujeres mayores de 16 años en el país (alrededor de 17 millones de personas) afirmó haber sufrido algún tipo de violencia físicos, psicológicos o sexuales en los últimos 12 meses. En las poblaciones más vulnerables, como las mujeres migrantes y refugiadas, los riesgos de sufrir violencia son aún mayores, al igual que las barreras para acceder a los servicios de protección y albergue. Iniciativas como el Taller impulsado en Boa Vista son aliados importantes para reducir estos impactos, multiplicando la información accesible a estas mujeres y sus comunidades.
La violencia, en todas sus formas, puede afectar la salud y el bienestar de una mujer por el resto de su vida, incluso mucho después de que la violencia haya terminado. Se asocia con un mayor riesgo de lesiones, depresión, trastornos de ansiedad, embarazos no planificados, infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH, y muchos otros problemas de salud. Esto tiene impactos en la sociedad en su conjunto y genera enormes costos, impactando los presupuestos nacionales y el desarrollo.
Prevenir la violencia requiere abordar las desigualdades económicas y sociales sistémicas, garantizar el acceso a la educación y al trabajo seguro, y cambiar las normas e instituciones discriminatorias por motivos de género. Las intervenciones exitosas también incluyen estrategias que aseguran que los servicios esenciales estén disponibles y accesibles para los sobrevivientes, apoyan a las organizaciones de mujeres, cuestionan las normas sociales injustas, reforman las leyes discriminatorias y fortalecen las respuestas legales, entre otras.