Buenos Aires, agosto de 2018 (OPS/OMS/UNICEF).- Funcionarios, legisladores, expertos, académicos y referentes de la sociedad civil llamaron a establecer el etiquetado frontal de alimentos en Argentina para mejorar la información de los consumidores y promover una alimentación saludable, durante unas jornadas desarrolladas en el Congreso de la Nación por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Cámara de Diputados.
La Jornada sobre Derechos de los Consumidores, Etiquetado Frontal de Alimentos y Salud fue inaugurada por el ministro de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, quien anticipó que el Gobierno lanzará en octubre próximo un plan nacional de prevención del sobrepeso y la obesidad infantil, que en el país afecta al 40 por ciento de los niños, advirtió.
El plan, explicó, buscará a través de distintas estrategias favorecer la alimentación saludable y, en ese marco, incorpora el establecimiento de regulaciones, como el etiquetado frontal, que “es parte del plan, y es la puerta de entrada a otras políticas regulatorias”, sostuvo. Este sistema de advertencias incorpora en el frente de los envases leyendas sencillas y claras para informar sobre alimentos que tienen alto contenido de azúcar, sal o grasas.
“El problema de la obesidad en Argentina, así como en el resto de la región de las Américas, es muy grave, preocupante y desafía a los estados a impulsar políticas regulatorias para dar respuesta efectiva sanitaria a esta problemática. Al igual que otras formas de malnutrición, la obesidad está afectando a la población más pobre y vulnerable”, subrayó la representante de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) en Argentina, Maureen Birmingham.
La representante de la OPS señaló que “con toda la evidencia existente sobre el daño que causa el consumo excesivo de azúcar, en Argentina no es obligatorio para la industria declarar la cantidad de azúcar agregada que posee el alimento procesado. Así, el consumidor no está accediendo a esa información y por tanto no puede ejercer su pleno derecho”. Por eso, indicó, es necesario “avanzar a un sistema de etiquetado de alimentos y bebidas que garantice la posibilidad de ejercer los derechos los consumidores y proteger la salud de la población, en especial a los más vulnerables como los niños, niñas y adolescentes”.
“Argentina tiene una oportunidad histórica de liderar este tema en la región, no sólo porque los datos hablan de una epidemia difícil de controlar y bastante irreversible, sino porque no hay duda de que estamos ante un problema de salud pública y no de decisiones individuales”, enfatizó la representante interina de UNICEF en Argentina, Ana De Mendoza. Argentina tiene la segunda tasa más alta de sobrepeso en menores de 5 años de América Latina y el Caribe con un 9,9%, según el Panorama de Seguridad Alimentaria y Nutricional elaborado por OPS/OMS y la FAO.
“No debería haber ninguna razón” para que exista oposición al etiquetado frontal porque “no tiene ningún efecto negativo”, añadió De Mendoza. Tanto desde la OPS como de UNICEF destacaron que la disminución y prevención del sobrepeso y obesidad se encuentra en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), fijados para 2030.
Países como Chile, Perú, Canadá y Uruguay ya han impulsado el etiquetado frontal de alimentos, que ha mostrado ser el sistema de advertencias más eficaz para promover comportamientos saludables en la población. Chile, por ejemplo, incorporó en los envases de los alimentos octógonos negros con letras blancas que indican cuando un alimento es alto en azúcar, sal o grasas.
La obesidad “es una amenaza no sólo desde la perspectiva sanitaria por todos los problemas que puede traer de enfermedades crónicas, cardiovasculares, cáncer, diabetes, sino también por cómo puede afectar al desarrollo económico con las próximas generaciones”, advirtió Rubinstein. “Hoy sabemos que en Argentina un 60 por ciento de la población adulta tiene sobrepeso y obesidad”, al igual que “el 40 por ciento de los niños, y eso está creciendo aceleradamente”, indicó.
De la apertura también participó la directora de Diplomacia Parlamentaria, Cooperación Internacional y Culto de la Cámara de Diputados de la Nación, Luciana Termine. Durante el encuentro también expuso el asesor regional de Nutrición y Actividad Física de la OPS/OMS, Fabio Da Silva Gómez, quien explicó los beneficios del etiquetado frontal y los perjuicios del consumo de productos ultraprocesados - que normalmente contienen cantidades elevadas de sodio, azúcares libres, grasas, añadidos en la fabricación-, tanto en el ámbito de la salud como del desarrollo económico; y Stefano Fedele, Especialista en Nutrición -Coordinador Área de prevención de la obesidad, UNICEF para Latinoamérica y el Caribe-, quien disertó sobre la vulnerabilidad de niños, niñas y adolescentes y los posibles caminos para prevenir el sobrepeso y la obesidad infantil.
También participó el director del Instituto de Consumo de la Universidad de San Martín de Porres (USMP) de Perú y coordinador de la Plataforma por la Alimentación Saludable, Jaime Delgado Zegarra, quien expuso sobre la experiencia de su país para la aprobación de la ley de promoción de alimentación saludable, que incorpora el etiquetado frontal. Funcionarios de los ministerios de Salud y Agroindustria, expertos de UNICEF, diputados de la Nación y miembros de asociaciones de defensa del consumidor también presentaron distintas experiencias en etiquetado de alimentos de la región, y la importancia de cambios normativos para la protección de la salud y garantizar los derechos del consumidor.
Otras de las políticas que promueve la OPS/OMS para prevenir el sobrepeso y obesidad refieren a las restricciones en la publicidad sobre productos alimentarios dirigidas a niños, la protección de los entornos escolares de la alimentación inadecuada y la discusión de políticas fiscales para bebidas azucaradas.