20 de julio de 2010, Ginebra | Viena.- Los esfuerzos mundiales para que los niños infectados por el VIH tengan acceso al tratamiento alcanzaron un nuevo hito: el número de niños en tratamiento aumentó de 276.000 a finales de 2008 a 355.000 a finales de 2009. Sin embargo, podrían salvarse muchas más vidas si más chicos empezaran a recibir tratamiento precozmente, de acuerdo con las nuevas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Es alentador que haya cada vez más niños en tratamiento, pero podemos seguir mejorando la vida de los lactantes y niños", sostuvo Hiroki Nakatani, subdirector general de la OMS para VIH, Tuberculosis, Paludismo y Enfermedades Tropicales Desatendidas, en el marco de la XVIII Conferencia Internacional sobre Sida que se desarrolla en Viena.
Hasta ahora ha habido muy pocos niños de menos de un año en tratamiento, en parte porque las pruebas necesarias para este grupo de población no han estado disponibles en muchos entornos. Sigue siendo imprescindible aumentar la disponibilidad de esas pruebas diagnósticas, y la OMS hace un llamamiento para aumentar el acceso al diagnóstico de los niños de los 4 a 6 meses de vida. Sin un diagnóstico seguido rápidamente de la instauración del tratamiento se calcula que un tercio de los lactantes infectados por el VIH morirán antes de cumplir el año, y la mitad antes de cumplir los dos años.
"Con un diagnóstico y un tratamiento precoces los niños tienen muchas más posibilidades de sobrevivir", manifestó Gottfried Hirnschall, director de VIH/sida en la OMS.
Aunque sigue buscando formas de optimizar la estrategia terapéutica y el momento para iniciar el tratamiento en los lactantes y niños infectados por el VIH, la OMS ha hecho nuevas recomendaciones al respecto con el objetivo de reducir, y a ser posible eliminar, las nuevas infecciones en esta población.
Cada año se infectan con el VIH unos 400 000 lactantes debido a la transmisión maternoinfantil. Para reducir ese riesgo la OMS recomienda que todas las mujeres infectadas reciban antirretrovíricos para evitar la transmisión del virus durante el embarazo, el parto o la lactancia materna.
"Sabemos lo que hay que hacer. Es perfectamente posible acabar con la transmisión maternoinfantil del VIH, y ese objetivo debe ser prioritario", subrayó Jimmy Kolker, jefe de VIH/sida de UNICEF.
Hay pruebas convincentes de que un tratamiento más precoz y más eficaz puede prevenir prácticamente todos los casos de transmisión maternoinfantil.
"Es posible eliminar prácticamente la transmisión maternoinfantil del VIH en 2015", indicó Paul de Lay, director ejecutivo adjunto de Programas en el ONUSIDA. Y resaltó: "Inversiones relativamente pequeñas pueden contribuir mucho a salvar a las madres y a los niños".
Las recomendaciones con respecto a los niños se articulan con las nuevas recomendaciones de la OMS para las mujeres infectadas por el VIH, que aconsejan un tratamiento más precoz de todas las mujeres que cumplan los criterios, y en particular de las embarazadas.
"La salud del niño está íntimamente relacionada con la salud de su madre", afirmó Hirnschall y agregó que "garantizando que las mujeres VIH-positivas tengan acceso al tratamiento por su propia salud también mejorará mucho la salud de sus hijos."
La lactancia materna, esencial para la supervivencia del niño, plantea un gran dilema a las madres infectadas por el VIH. En la actualidad la OMS dice que las mujeres infectadas pueden amamantar a sus hijos sin riesgos, siempre que estos reciban antirretrovíricos durante la lactancia. Se ha demostrado que de este modo los niños tienen más posibilidades de estar protegidos de la transmisión del VIH en entornos en los que la lactancia materna sea la mejor opción.