Según la OPS, la coordinación del socorro a Haití mejora, pero todavía no es satisfactoria

Washington, D. C., 20 de enero de 2010 (OPS)— El director adjunto de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), Jon Andrus, afirmó que "queda mucho por hacer" para que la ayuda internacional destinada a Haití llegue a las personas que la necesitan.

"Hacer llegar alimentos y agua y otros suministros a la población sobreviviente —y prestar atención médica a los sobrevivientes heridos— está resultando más difícil, en muchos aspectos, que excavar los edificios dañados para rescatar a las personas atrapadas entre las ruinas y los escombros", señaló.

Una de las razones principales de esa dificultad, consideró, es que el número de sobrevivientes es mucho mayor. Además, de las ya débiles infraestructuras de transporte y de comunicación de Haití que resultaron dañadas tras el sismo.

"Otra razón es la diversidad de las organizaciones que envían ayuda", indicó Andrus. "Aunque las Naciones Unidas trabajan para coordinar la respuesta, la ayuda de socorro llega de diferentes países del mundo, de diferentes organismos de un mismo país, de distintas comunidades, de organizaciones no gubernamentales, y de diversos organismos de la ONU. Y a ello hay que agregar las inquietudes que plantea la cuestión de la seguridad."

Andrus efectuó esas declaraciones después de registrarse, la mañana del miércoles, una réplica de magnitud 6.1. Según dijo, el Centro de Operaciones de Emergencia de la OPS no recibió notificaciones de daños o víctimas mortales adicionales.

El último recuento de rescates indica que los equipos salvaron a 121 personas, una cifra récord después de un terremoto. "A ellas hay que sumar las incontables personas rescatadas por los haitianos que trabajan sin ningún equipos de ningún tipo", agregó.
En estos momentos se encuentran en Haití 43 equipos de búsqueda y rescate, integrados por 1820 personas y 175 perros, que están tratando de encontrar sobrevivientes en las áreas afectadas.

Andrus reconoció, sin embargo, que los esfuerzos para coordinar la prestación de otras formas de socorro están viéndose obstaculizadas por diversos problemas.

"Sabemos, por ejemplo, que en el aeropuerto haitiano han operado más de 600 aeronaves durante la última semana. Pero cientos de aviones están todavía esperando a que se les permita aterrizar. Se está dando prioridad a los aviones que traen agua, alimentos y ayuda médica, que son esenciales, pero el sistema está muy congestionado", aseveró.

Algunos donantes, continuó, no tomaron disposiciones por adelantado para la descarga, el almacenamiento y la distribución de su ayuda, y algunos equipos de ayuda llegaron a Haití sin haber resuelto previamente sus necesidades de alimentos, alojamiento y transporte, lo que "agrega más tensión a unos servicios que ya se encontraban muy solicitados y sin suministros suficientes para los propios haitianos". Gradualmente, esos problemas se están resolviendo.

"¿Estamos satisfechos de nuestro trabajo? Ciertamente que no", consideró Andrus. "Pero se están realizando progresos. Téngase presente con qué contábamos cuando el mundo se precipitó sobre Haití. No había carreteras, solo escombros y cadáveres. No había comunicaciones, solo muerte y desesperación."

Un signo de la mejora es que el Grupo de Logística, que encabezan las Naciones Unidas, está siendo coordinado ahora por las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos de América y la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), para establecer líneas de comunicación adicionales, facilitar el control del tráfico aéreo y coordinar el despliegue de los recursos militares.

Entre las novedades de los esfuerzos de socorro que se están desplegando figuran las siguientes:

  • El Programa Mundial de Alimentos está aportando más capacidad de almacenamiento para los suministros de urgencia.
  • La carretera al muelle meridional del puerto principal de Haití ha sido reparada y ya está en condiciones de soportar el paso de maquinaria pesada.
  • Se está utilizando el puerto de Barahona, en la República Dominicana, para aliviar la congestión del aeropuerto de Puerto Príncipe. La base de Barahona se utilizará para transportar suministros a la costa meridional haitiana, donde varias poblaciones han sido fuertemente afectadas por el terremoto.
  • El Grupo Logístico de las Naciones Unidas está estableciendo un alojamiento temporal para otros 200 miembros de equipos humanitarios.
  • Mejora la situación en lo que se refiere al combustible: se prevé suministrar el miércoles 10 000 galones (casi 40 000 litros) de combustible a la base logística de las Naciones Unidas.
  • La OPS recibió el viernes pasado un camión cisterna procedente de Santo Domingo con casi 5000 galones (cerca de 20.000 litros) de combustible para recargar los depósitos de PROMESS (el almacén central de suministros, medicamentos y salas refrigeradas para vacunas), y ha proporcionado 1300 galones (unos 5000 litros) al Hospital Universitario de Haití.
  • La OPS está distribuyendo medicamentos y vacunas, suministros médicos y sangre a los hospitales públicos que están en funcionamiento y a los hospitales de campaña y temporales que se han instalado.

"Estos ejemplos evidencian el tipo de retos que afrontamos", resumió Andrus.

En estos momentos funcionan 18 establecimientos de salud permanentes y hospitales de campaña temporales, y se están enviando a Haití instalaciones de salud adicionales, contó el director adjunto de la OPS. El buque hospital USNS Comfort, con capacidad para 1000 camas, llegó a Haití la mañana del miércoles. El Comfort, afirmó Andrus, permitirá atender parte de la demanda de atención médica que está desbordando la capacidad de los hospitales, los dispensarios y las unidades médicas móviles sobre el terreno.

Se han instalado ya varios hospitales de campaña, que están prestando servicios médicos muy necesarios, entre ellos, un hospital de campaña israelí, un hospital militar ruso, un hospital militar nicaragüense, y hospitales de campaña adicionales procedentes de México, Indonesia, Turquía, Francia, Médicos sin Fronteras y los Estados Unidos.

Además, en diferentes localidades se instalaron centros de salud y de clasificación, y se  evacuaron pacientes hacia Jamaica, Martinica, los Estados Unidos (Miami) y la República Dominicana. Los hospitales de la República Dominicana situados cerca de la frontera con Haití soportan una demanda abrumadora y se están quedando sin suministros médicos especializados, señaló Andrus.

La OPS, que opera a partir de su depósito PROMESS, situado cerca del aeropuerto de Puerto Príncipe, está adquiriendo, pidiendo y recibiendo donaciones de medicamentos para los establecimientos de salud y los organismos que están prestando servicios de salud a la población haitiana.

PROMESS, el principal centro de almacenamiento y distribución de material médico de Haití, está administrado por la OPS/OMS. La oficina permanente de la OPS en Haití cuenta con 52 funcionarios a tiempo completo, que prestan asesoramiento técnico y apoyo al Ministerio de Salud Pública y trabajan por todo el territorio de Haití durante el año entero.

"Estábamos en Haití antes del terremoto, y seguiremos allí cuando muchos de los organismos de socorro se hayan ido", subrayó Andrus.

La OPS/OMS envió a Haití a 20 expertos internacionales más para ayudar en las actividades de socorro, y está prestando apoyo adicional a través de sus oficinas en Santo Domingo y en la República Dominicana y a través de una oficina temporal instalada en la ciudad dominicana de Jimaní, cerca de la frontera con Haití.

Está previsto que la directora de la OPS, Mirta Roses, viaje a Haití y a la República Dominicana esta misma semana para evaluar las actividades de socorro relativas a la salud y prestarles asistencia.


La OPS fue establecida en 1902 y es la organización de salud pública más antigua del mundo. Trabaja con todos los países de las Américas para mejorar la salud y la calidad de vida de la población de las Américas y actúa como Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).