En los últimos meses se han producido importantes avances en la implementación en la Región de las Américas de los sistemas de etiquetado frontal, con el fin de advertir a la población sobre el exceso de contenido de sodio, azúcar y/o grasas en los productos procesados y ultra-procesados. La OPS proporciona apoyo técnico a los Estados Miembros para el avance de esta medida, que forma parte del paquete de políticas dirigidas a prevenir la obesidad y otras formas de malnutrición, y contribuir así a disminuir el impacto de las enfermedades no transmisibles.
El 16 de junio de este año, Perú publicó el Manual de Advertencias Publicitarias, basado en la evidencia y experiencias de la región, que exige la aplicación de un sistema de etiquetado frontal que alerta sobre el contenido excesivo de azúcar, grasas saturadas, sodio y/o la presencia de grasas trans en productos procesados y ultra-procesados. Con la publicación del manual concluye un largo y completo proceso liderado por el Ministerio de Salud, durante el cual se han realizado recolección de evidencia, consultas a distintos actores y preparación de los reglamentos. Este Manual se enmarca en la Ley 30021 de promoción de la alimentación saludable para niños, niñas y adolescentes, de 2013.
Canadá y Brasil avanzan en la misma dirección, al decidirse por un abordaje similar, caracterizado por un sistema en el que se indica en la cara principal visible al consumidor si un producto es "ALTO" en azúcar, sodio y/o grasas. Ambos también están siguiendo un proceso basado en evidencia, y han lanzado la propuesta a consulta pública garantizando un amplio y democrático debate. Canadá concluyó la consulta a finales de abril y está en fase de recopilación de los aportes y Brasil la está realizando en este momento y la concluirá el 9 de julio de este año.
Pioneros en la aplicación de y producción de evidencia sobre etiquetado frontal en las Américas
Ecuador fue en 2014 el primer país de la Región que implementó un sistema de etiquetado de información resumida, y Bolivia aprobó una ley adoptando un sistema similar en 2016. Ese mismo año, y basándose en la evidencia desarrollada, Chile avanzó con un sistema que por primera vez obligó la aplicación al frente del envase de íconos que informan de forma directa al consumidor si el producto contiene cantidades excesivas de azúcar, grasas totales, calorías y/o sodio.
Uruguay profundizó en la producción de evidencia para informar la toma de decisiones, que mostró que el sistema de advertencias nutricionales capta mejor la atención, genera mejor comprensión, resulta más útil y relevante para la toma de decisiones por los consumidores, y previene engaños y distorsiones en la percepción sobre los productos.
Con base en esta evidencia y en los resultados de la implementación de la ley Chilena, que demostraron que el sistema ha sido efectivo en mejorar la decisión de compra de la población, en 2017 Uruguay preparó y lanzó a consulta pública un proyecto de decreto presidencial que también incluye la aplicación de un advertencias nutricionales frontales aquellos productos que superan límites de azúcar, sodio y/o grasas basados en las recomendaciones de la OPS/OMS.
Avances en los mecanismos de integración subregionales
Los mecanismos de integración también han avanzado en conjunto. Así, el Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica aprobó en 2017 una propuesta de resolución para establecer un sistema de etiquetado frontal de advertencia nutricional en Centroamérica. OPS también ha facilitado desde ese año, la cooperación entre la Comunidad Caribeña y Chile para avanzar con esta medida.
El último avance se dio el 15 junio 2018, cuando los Ministros de Salud del Mercosur tomando como base la grave situación en sus países, la evidencia y experiencia en la Región, y la necesidad urgente de avanzar, acordaron un conjunto de principios para impulsar sistemas de etiquetado frontal obligatorios que comuniquen las cantidades excesivas azúcar, sodio y/o grasas, en base a las recomendaciones de OPS/OMS, de forma fácil y rápida, sin dar lugar a percepción equivocada de que un alimento con cantidades excesivas de algún nutriente crítico sea saludable.
El conjunto de la evidencia y de las experiencias en las Américas indica que advertencias nutricionales textuales de fondo y letras contrastantes, ubicadas en la cara principal del envase, visible al consumidor, preferentemente en la porción superior, aisladas de los otros elementos de la etiqueta por un contorno de fondo blanco, que informe de forma clara, veraz, sencilla y rápida, cuando los productos procesados y ultra-procesados contienen cantidades excesivas de azúcar, grasas y/o sodio, resultan en un mejor desempeño.