La Paz, 19 de mayo de 2021 (OPS)- La Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) entregó hoy al Ministerio de Salud y Deportes de Bolivia los reactivos especiales para la secuenciación del genoma del virus SARS-CoV 2, un método de la más alta tecnología en el mundo. Esto permite que Bolivia, a través del Instituto Nacional de Laboratorios de Salud INLASA “Néstor Morales Villazón” haga parte de la red regional de vigilancia genómica, lo que va a permitir un mejor conocimiento de la pandemia en el país y aportar conocimientos al resto de países. Así Bolivia está en la vanguardia de la vigilancia epidemiológica mundial.
Mientras no se disponía de los reactivos específicos para hacer la secuenciación genómica en el país, la OPS/OMS estaba apoyando a Bolivia en un estudio de variantes a través de laboratorios de referencia en otros países, y más recientemente la OPS donó 20 mil pruebas especiales de PCR para identificar los casos infectados con variantes diferentes a la original.
En las Américas se ha implementado una red de laboratorios para hacer vigilancia genómica, la cual está permitiendo saber qué variantes y en qué magnitud están circulando. Para ser parte de esta red regional se requiere personal capacitado, equipos especializados y reactivos específicos. Los laboratorios de referencia en Bolivia cuentan en la actualidad con personal altamente capacitado para hacer estos análisis y con los equipos especializados.
Recordar que las mutaciones del virus SARS-CoV 2 son naturales en el proceso de evolución y adaptación de los virus, según dijo Jairo Méndez Rico, asesor de la OPS sobre enfermedades víricas emergentes. Cuando estas variantes tienen un impacto o riesgo potencial para la salud pública, se consideran variantes de preocupación (VOC, por sus siglas en inglés). Las cuatro variantes de preocupación que se han detectado en las Américas incluyen las originadas en el Reino Unido (B 1.1.7), Sudáfrica (B.1.351), Brasil (P.1) e India (B.1.617). En Bolivia, de acuerdo a información oficial del Ministerio de Salud y Deportes, está circulando la variante P.1.
Bolivia con capacidades diagnósticas instaladas
Los avances científicos mundiales en las últimas décadas han sido muy destacados, tanto en el campo de desarrollo de nuevos tratamientos para diversas enfermedades como en el tema diagnóstico. Esto permitió que el mundo estuviera mejor preparado para la pandemia de COVID-19.
Solo pocos días después de reportar los primeros casos de neumonía en Wuhan al inicio de 2020 los científicos pudieron saber de qué microorganismo se trataba y se conoció el virus SARS-CoV 2 que produce la enfermedad COVID-19. Pocas semanas después se desarrollaron métodos diagnósticos moleculares de altísima calidad. Con apoyo de la OPS/OMS los países de las Américas, incluido Bolivia, fueron capacitados en el uso de las nuevas pruebas diagnósticas y la OPS hizo la primera donación de pruebas PCR que el país usó.
Posteriormente el país adquirió las pruebas diagnósticas necesarias y, en este momento, el Ministerio de Salud y Deportes a garantizado el número suficiente de diversas pruebas diagnósticas aprobadas. Esto ha permitido que el país conozca las tendencias epidemiológicas.
Como estaba previsto por los científicos expertos, la inmensa replicación viral ha generado mutaciones en el virus y aparición de varias variantes genómicas. Conocer cuáles son las variantes de interés o preocupación que circulan en los países es importante para explicar el comportamiento epidemiológico, analizar la respuesta inmune de las vacunas y el desempeño de las pruebas diagnósticas.
La ocurrencia de variantes del virus SARS-CoV-2 que causa la COVID-19 es esperable, pero su vigilancia genética en la Región de las Américas debe continuar para detectar a tiempo cambios que puedan afectar las medidas de control, incluyendo a las vacunas, afirmó un grupo de expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) durante un seminario para periodistas. Los expertos debatieron las cuestiones clave que plantean las variantes, como su impacto en la transmisibilidad, la gravedad de la COVID-19 y la eficacia de las vacunas contra ellas.
Hasta ahora, 37 países y territorios han confirmado la presencia de una o más de las cuatro variantes de preocupación. La variante B.1.1.7 fue confirmada en 34 países; la variante B.1.351 en 17, la variante P.1 en 21 países, y la variante B.1.617 en ocho.
La aparición de mutaciones es un evento natural y esperado dentro del proceso evolutivo del virus. Estos cambios pueden suponer ventajas para que el virus logre sus "objetivos", que son tener una mayor capacidad para entrar en las células y luego replicarse, y tratar de escapar a la respuesta inmunitaria, ya sea natural o mediada por la vacuna, explicó Jairo Méndez.
Los expertos recomendaron mantener todas las medidas de salud pública en los lugares donde circula el virus, independientemente de las variantes. Entre estas medidas, se encuentran el uso de mascarillas, mantener el distanciamiento físico de los demás, evitar los espacios cerrados y concurridos, abrir puertas y ventanas para la ventilación, la higiene de las manos y vacunarse cuando las vacunas estén disponibles. También recomendaron reforzar la vigilancia tanto epidemiológica como genómica para reducir la propagación del virus y sus posibles mutaciones.
Fotos gentileza: Ministerio de Salud y Deportes