Buenos Aires, 19 de octubre de 2011 (OPS/OMS).— Especialistas de la Argentina y del exterior participaron el 20 y 21 de octubre del 2° Encuentro Nacional sobre Enfermedades Olvidadas y XIV Simposio Internacional Sobre Control Epidemiológico de Enfermedades Transmitidas por Vectores, que tuvo lugar en la ciudad de Buenos Aires, organizado por la fundación Mundo Sano, con el auspicio de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y el Ministerio de Salud de la Nación.
Durante la apertura de la actividad, la presidenta de Mundo Sano, Silvia Gold, señaló que la fundación amplió su foco de acción de las enfermedades transmitidas por vectores a las olvidadas. "Son de alta prevalencia, afectan a poblaciones pobres, son injustas y suelen ser olvidadas", lamentó. Y destacó el contexto internacional y nacional de "voluntad y atención" a estas enfermedades. En ese sentido, mencionó la creación del Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMET) y la "revitalización" del programa de Chagas.
Por su parte, el representante de la OPS/OMS en Argentina, Pier Paolo Balladelli, consideró el encuentro como "una muestra de las posibilidades de trabajo entre gobierno, sociedad civil y organismos internacionales" y trazó un panorama de situación de las enfermedades olvidadas. En el continente, 127 millones de personas viven en situación de pobreza, señaló y agregó que las enfermedades desatendidas "siguen un circulo vicioso, enferman más a las comunidades en la medida en que las familias se enferman".
Asimismo, destacó el compromiso político de Argentina para hacer frente a estas enfermedades y sostuvo que "no es posible trabajar exclusivamente sobre diagnóstico y tratamiento sin tomar en cuenta que son los determinantes sociales los que determinan la permanencia de estas enfermedades, y la pobreza es el principal".
Balladelli advirtió que el cambio climático es una amenaza para la salud ya que las modificaciones ambientales pueden favorecer a los vectores. "El dengue ha tenido más brotes en los últimos años y esto está relacionado con el aumento de la temperatura en el planeta". También consideró esencial la participación de la comunidad en la construcción de entornos saludables.
A su turno, el ministro de Salud de Argentina, Juan Manzur, señaló que se avanzó "en la tarea de disminuir el impacto de enfermedades de antiguo conocimiento pero hoy reemergentes, la mayoría de ellas asociadas a la desigualdad y la pobreza", y resaltó que la cartera sanitaria nacional está "destinando los mayores esfuerzos para desterrarlas y para devolver salud a los lugares más recónditos" del país.
"Tras la epidemia de dengue de comienzos de 2009, que causara miles de casos y cinco fallecimientos, construimos en forma consensuada junto a sectores muy diversos el Plan Nacional de Detección y Control del Dengue y la Fiebre Amarilla, cuyos resultados en 2010 y 2011 en términos de disminución de casos son por demás elocuentes. Frente a un escenario regional complejo, las acciones de prevención que encabeza el Ministerio de Salud junto a los gobiernos provinciales y municipales y la concientización comunitaria son el único reaseguro para mantener a raya al dengue", remarcó.
El ministro agregó que "en la búsqueda de más salud, más inclusión y dignidad se inscribe la creación del INMET", dispuesta con el objetivo de coordinar "a nivel regional la planificación y desarrollo de estrategias de prevención y control de enfermedades tropicales y subtropicales como el Chagas, paludismo, dengue, leishmaniasis, helmintiasis, cólera, fiebre amarilla, lepra y esquistosomiasis".
Manzur aseguró también que "el control y la pronta eliminación del Chagas es una prioridad para el Gobierno nacional y constituye una política de Estado", para luego indicar que "con la asignación de recursos y las líneas de acción desarrolladas en los últimos dos años hemos podido aumentar la cantidad de viviendas bajo vigilancia y control, además de ampliar la capacidad de respuesta del sistema sanitario para la detección y el tratamiento de la enfermedad".
Mundo Sano convoca desde 1997 a científicos, funcionarios, profesionales y técnicos nacionales e internacionales a debatir y presentar las herramientas y estrategias más avanzadas para enfrentar los desafíos planteados por enfermedades emergentes y reemergentes presentes en la región.
Además de dengue, strongiloidiasis, leishmaniasis y leptospirosis, este año se abordarán los planes de acción y avances en diagnóstico y tratamiento para la enfermedad de Chagas y el acceso a medicamentos para enfermedades olvidadas.