El uso indiscriminado e irracional de antimicrobianos constituye la principal causa de la gravedad de la situación que hoy se presenta a nivel mundial y también local, explica la Dra. Ada Brizuela, actual Coordinadora del Plan Nacional de Resistencia a los Antimicrobianos en Paraguay, y parte del equipo de la Dirección de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud. Junto con la OPS/OMS, el Ministerio de Salud encara este desafío desde el proyecto Trabajando juntos para combatir la resistencia a los antimicrobianos.
Asunción, 18 de agosto de 2021 (OPS/OMS) “Con el aumento del uso de antibióticos por la carga de morbilidad humana se nos puso difícil aplicar la reglamentación sobre el consumo y uso de antibióticos, sobre todo en la primera etapa de la pandemia, al no contar con lineamientos claros para el tratamiento del COVID-19. Esto aumentó mucho la resistencia a los antimicrobianos” explicó la Dra. Ada Brizuela.
“Hoy tenemos otro escenario. Actualmente estamos trabajando en la etapa de implementación de la Guía de Terapia Antibiótica Empírica en las infecciones más frecuentes adquiridas en la comunidad. Con esta guía lo que buscamos es optimizar la utilización de los antibióticos al unificar los criterios de prescripción. Además, el documento contribuirá a una mejor planificación de las necesidades y la distribución de los medicamentos antimicrobianos”, señaló la Dra. Brizuela.
Otro aspecto positivo que destacó la Dra. Brizuela es que en el 2020 y 2021 se incorporó talento humano a los equipos de prevención y control de infecciones del ministerio de salud. Eso posibilitó planificar y encaminar actividades en el tema de RAM, “hemos podido crear una masa crítica y técnica que está recibiendo diversas capacitaciones y con quienes vamos teniendo una comunicación fluida. También esto nos está ayudando a tratar y a generar más conciencia en el uso prudente de antibióticos en el contexto de control de infecciones”, añadió.
Igualmente, el trabajo del Plan Nacional RAM, encamina una alianza con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) con el fin de fortalecer la investigación científica sobre resistencia antimicrobiana en salud humana, salud animal y medio ambiente, bajo el concepto de Una Salud.
“El desafío para contener la RAM es que otorguemos el mismo sentido de urgencia, tanto en seres humanos como en salud animal y medio ambiente. La pandemia nos ilustró de forma muy cruda la necesidad de trabajar con todos estos sectores con un enfoque de Una Salud: juntar los esfuerzos, proteger la salud de los seres humanos, teniendo en cuenta que la salud de los animales y el medio ambiente son súper necesarios para combatir la RAM”, enfatizó la Dra. Brizuela.
Algunos datos claves sobre RAM
La resistencia a los antimicrobianos pone en peligro la eficacia de la prevención y el tratamiento de una serie cada vez mayor de infecciones por virus, bacterias, hongos y parásitos.
Impacto sobre las infecciones adquiridas en la comunidad
Las resistencias impactan en el tratamiento de las infecciones adquiridas en la comunidad; como ejemplo, las infecciones urinarias por Escherichia coli o las infecciones respiratorias por Streptococcus pneumoniae o Haemophilus influenzae pueden no responder a los antibióticos empleados de rutina y requieren la utilización de tratamientos más complejos y de mayor costo.
Impacto sobre las infecciones adquiridas en los hospitales
Los patógenos multirresistentes son responsables de un aumento en la morbi mortalidad de los pacientes ingresados en los hospitales, y ocasionan gran aumento en los costos de salud por la prescripción de medicamentos más caros y la prolongada estancia hospitalaria. Estas infecciones hospitalarias afectan a los pacientes más frágiles, en las unidades de cuidados intensivos, oncología, neonatología, donde suelen ocasionar una alta mortalidad.
¿Qué acelera la aparición y propagación de la resistencia a los antimicrobianos?
La resistencia a los antimicrobianos ocurre naturalmente con el tiempo, generalmente a través de cambios genéticos. Sin embargo, el mal uso y el uso excesivo de antimicrobianos están acelerando este proceso. En muchos lugares, los antibióticos se usan en exceso y mal en personas y animales, y a menudo se administran sin supervisión profesional. Los ejemplos de mal uso incluyen cuando son tomados por personas con infecciones virales como resfriados y gripe, y cuando se administran como promotores del crecimiento en animales o se usan para prevenir enfermedades en animales sanos.
Los microbios resistentes a los antimicrobianos se encuentran en personas, animales, alimentos y el medio ambiente (en el agua, el suelo y el aire). Se pueden propagar entre personas y animales, incluso a partir de alimentos de origen animal, y de persona a persona. El control deficiente de la infección, las condiciones sanitarias inadecuadas y la manipulación inadecuada de los alimentos fomentan la propagación de la resistencia a los antimicrobianos.
Contención de la resistencia
Las acciones principales para contribuir a la contención de la resistencia a los antimicrobianos son la prescripción adecuada, la educación comunitaria, la vigilancia de la resistencia y de las infecciones asociadas a la atención en salud, y el cumplimiento de la legislación sobre uso y dispensación de antimicrobianos.
Trabajando juntos para combatir la resistencia a los antimicrobianos
El objetivo estratégico general de este proyecto (2020-2022) apoyado y financiado por la Unión Europea (UE), es apoyar los esfuerzos para combatir la resistencia a los antimicrobianos a través de la implementación de los Planes de Acción Nacional de siete países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Perú y Uruguay.