Estas medidas ayudan a reducir los crecientes niveles de sobrepeso. Así se indicó durante una reunión a la que asistieron altos funcionarios y referentes de varias organizaciones para analizar el nuevo perfil de nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud.
Buenos Aires, agosto de 2016 (OPS/OMS).- La Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) llamó a avanzar en la regulación de los alimentos procesados y ultraprocesados con el fin de disminuir los crecientes niveles de obesidad, durante una reunión a la que asistieron funcionarios, académicos, representantes de sociedades científicas y de organizaciones de la sociedad civil.
Durante el encuentro, realizado en la Representación de la OPS/OMS en Argentina, se presentó el Perfil de Nutrientes de la Organización, que establece los límites saludables de cantidad de azúcar, sal y grasas en los alimentos y bebidas. Esta herramienta busca ayudar a los gobiernos a desarrollar políticas de regulación más eficaces para promover una alimentación más saludable.
El perfil define los productos procesados y ultra-procesados, que normalmente contienen cantidades elevadas de sodio, azúcares libres, grasas, añadidos en la fabricación. Ejemplos de productos ultra-procesados son las bebidas gaseosas, los snacks de bolsa o los trozos de pollo empanados tipo “nuggets”. Este tipo de productos alimentarios y bebidas no saludables contribuyen a un mayor riesgo de sobrepeso, explicó la asesora principal en Nutrición de la OPS/OMS, Chessa Lutter.
En Argentina, el exceso de peso afecta al 57,9 por ciento de la población, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2013. En tanto, de 2005 a 2013, la prevalencia de obesidad aumentó un 42,5%, al pasar de un 14,6 a un 20,8 por ciento en el país. El promedio de consumo de frutas y verduras, además, está por debajo de los niveles recomendados.
“La obesidad está creciendo en los niños y es una epidemia en la región. El perfil de nutrientes es el resultado de un trabajo riguroso de profesionales que se constituye como una herramienta poderosa para la definición de políticas regulatorias, como la rotulación de productos, la regulación de la publicidad y las políticas fiscales en especial”, afirmó la representante de la OPS/OMS en Argentina, Maureen Birmingham.
Durante la reunión, se destacaron los casos de Chile, que estableció recientemente una norma para el etiquetado frontal de los alimentos y bebidas que permite ver claramente qué productos son altos en azúcares, calorías, grasas saturadas y sodio; y el de México, que incorporó un impuesto del 10 por ciento a las bebidas azucaradas, lo que en apenas un año redujo las ventas en un 12 por ciento de estos productos.
A la jornada asistieron el doctor Alberto Cormillot, coordinador del Programa Nacional de Alimentación Saludabley Prevención de la Obesidad; el Dr. Martin Milmaniene, presidente de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios; la directora de la carrera de Nutrición de la UCA, Rosa La Banca; la coordinadora de la cátedra de Soberanía Alimentaria de la UBA, Miryam Gorban; La Dra Monica Katz de la Sociedad Argentina de Nutrición; representantes de INAL/ANMAT , del Senado de la Nación, de la Asociación Médica Argentina, de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC), del Banco Mundial y del CEDES, entre otras organizaciones académicas y profesionales.
Varios de los participantes coincidieron en la necesidad de avanzar con regulaciones que apunten a reducir el consumo de productos alimentarios no saludables. “Para ayudar a que la población adopte las recomendaciones de las guías las Guías alimentarias y tenga comportamientos alimentarios más saludables se deben avanzar en acciones regulatorias que permitan corregir varios aspectos: la publicidad engañosa de productos no saludables, los rótulos que no dejan a las personas seleccionar adecuadamente los productos, la falta de políticas fiscales para incentivar o desalentar distintos patrones de consumo y los entornos escolares que no facilitan elecciones saludables”, detalló el consultor en Enfermedades no transmisibles de la OPS/OMS en Argentina, Sebastián Laspiur.
Otras iniciativas como las establecidas en Argentina para la disminución de la sal y la eliminación de las grasas trans de los alimentos también contribuyen a una alimentación más saludable y a la prevención de enfermedades no transmisibles. Es que una persona con obesidad tiene más posibilidades de desarrollar diabetes, colesterol elevado, hipertensión y enfermedades cardiovasculares, entre otras afecciones.