La Habana, 18 de mayo de 2021 - Sergio Castro García es un niño cubano de siete años que recibió un ejemplar impreso de la historieta “Aprendiendo sobre el virus que paralizó al mundo”, elaborada por un equipo interdisciplinario de investigación y que formó parte de un proyecto coordinado por la Representación de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y la Embajada de Canadá en Cuba, en colaboración con el Ministerio de Educación (MINED), la Escuela Nacional de Salud Pública (ENSAP), la Unidad Nacional de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades (PROSALUD), la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (FCOM) y la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” (UCPEJV).
El proyecto, titulado “La promoción de conocimiento a través de la comunicación con enfoque de género para el autocuidado y el cuidado colectivo ante la COVID-19 y sus consecuencias de género en el entorno escolar cubano”, se enfocó en la conceptualización y producción de materiales comunicativos infantiles y juveniles dirigidos a aprender sobre esta enfermedad. Pegatinas, un folleto, un juego de mesa y cuatro spots también son resultados de la experiencia. De esa manera lo manifestó la Msc. Roxana González, consultora de OPS/OMS en Cuba, en una sesión virtual organizada en la Representación de tales organismos internacionales para dar a conocer detalles de la realización de la mencionada historieta.
“Quería decir que esta historieta me gustó mucho, porque aprendí de las medidas contra el coronavirus. ¡Ah, y hablando de las medidas! Las medidas son: lavarse las manos, usar el nasobuco, respetar el distanciamiento y salir a la calle solo cuando sea necesario.”
Así dijo el pequeño Sergio cuando el equipo que estuvo a cargo de la confección del producto le preguntó su opinión luego de que pudiera leerlo impreso. Su hermano mayor, Eduardo Castro García, de 10 años, agradeció la oportunidad de formar parte del proceso de creación del material, el cual le parece muy útil para conocer más acerca de los peligros de la COVID-19.
Ambos, junto a otro grupo de menores que tienen entre seis y 14 años, estuvieron involucrados en la concepción y diseño de la historieta, pues para ello se utilizó el modelo teórico canadiense de traducción de conocimiento en acción, que propicia la participación activa de las personas beneficiadas y que ha sido utilizado en varios países de América Latina, fundamentalmente para el diseño de tecnologías educativas.
La Dra. Julia Maricela Torres, líder del equipo de investigación que trabajó en esta propuesta, explicó en la sesión que en total participaron 21 niños y niñas en compañía de sus familias, con quienes se sostuvo un intercambio digital que permitió adaptar al lenguaje infantil la evidencia científica relacionada con la nueva enfermedad. Base fundamental del referente teórico utilizado.
En el panel del encuentro virtual también intervinieron el Dr. José Moya, Representante de OPS/OMS; el Excmo. Sr. Perry J. Calderwood, Embajador de Canadá en Cuba; la Dra. C Inarvis Medina, miembro del equipo de investigación de la historieta; la MSc. Mary Carmen Rojas, Directora de Salud Escolar del MINED; y la MSc. Yisel Torres, Coordinadora general del Sello Editorial Lazo Adentro de PROSALUD.
El Dr. Moya evaluó como muy positivas las relaciones de OPS con la embajada de Canadá en Cuba y comentó sobre la importancia de este tipo de colaboración para los países de nuestra región, especialmente en el contexto de la pandemia. A propósito, recordó el momento de transmisión por el que atraviesa el territorio nacional y enfatizó en la necesidad de continuar con las medidas de prevención a pesar de la intervención poblacional con los candidatos vacunales; un objetivo al que mucho aporta la comunicación.
Asimismo, el Sr. Calderwood apuntó la utilidad de las estrategias comunicativas para la respuesta al coronavirus, y señaló que su Embajada decidió apoyar el proyecto teniendo en cuenta el incremento de contagios en el sector infanto-juvenil. Esta se une a otras acciones que el gobierno canadiense ha impulsado para contribuir con la cooperación técnica de la OPS en el país. Refiriéndose a los esfuerzos de la isla frente a la situación epidemiológica, expresó: “Creemos que las cinco vacunas en desarrollo, como las otras terapias nacionales usadas para tratar a pacientes contagiados por el virus, son aportes relevantes para frenar la COVID-19 y proteger a los pueblos de Cuba y el mundo.”
Por su parte, la Dra. C Inarvis Medina explicó el proceso de diseño visual de la historieta, marcado por un interesante proceso creativo participativo que estuvo a cargo de una estudiante de arquitectura, pero que siempre contó con las opiniones del grupo de infantes y sus familias. En correspondencia, como concluyó la Directora de Salud Escolar, se logró un material muy valioso para el público infantil que ya ha sido distribuido en diferentes escuelas primarias de La Habana que permanecen abiertas. Del mismo modo, el producto será socializado mediante el sitio web institucional del MINED.
Además, expuso la funcionaria que en el marco del proceso de preparación que hizo el país para responder a la pandemia, desde este Ministerio se trabajó en un protocolo higiénico sanitario que brindó la posibilidad de entrenar a docentes y estudiantes, lo que ha repercutido en el hecho de que hasta ahora los centros educativos se hayan mantenido como espacios seguros, a lo que igualmente ha aportado la OPS con la donación de termómetros digitales y gel antibacterial.
La MSc. Yisel Torres mencionó las publicaciones que el Sello Editorial ha concluido durante el periodo de la pandemia: los libros “Manual de facilitadores en autocuidado” y “Normas higiénico- epidemiológicas para los centros de aislamiento por COVID-19”, así como la historieta “Aprendiendo sobre el virus que paralizó al mundo”. En torno a este último producto manifestó las intenciones que tienen de ofrecerle promoción y preparar un curso dedicado al modelo teórico que amparó su diseño.
Al igual que Sergio y Eduardo, Naia Tárano García, de siete años, está feliz: “Para mí hacer la historieta fue interesante. Tuve que leer mucho todos los días y me costó trabajo algunas veces, pero fue muy divertido hacer todo esto junto a mamá.”