Puerto Lempira, Gracias a Dios, 20 de octubre de 2023. (OPS/OMS). La Región de Gracias a Dios, es una de las zonas más remotas y desatendidas en términos de atención médica. Este hecho ha llevado a una serie de desafíos significativos en el ámbito de la salud sexual y reproductiva, por lo que la Secretaría de Salud y la OPS/OMS, intervienen seis municipios de este departamento por medio del proyecto “Mejorando la salud de las mujeres y las adolescentes en situaciones de vulnerabilidad”, ejecutado en Honduras entre la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y Asuntos Globales de Canadá.
Del 16 al 20 de octubre de 2023, un equipo de profesionales de la Secretaría de Salud y de la OPS/OMS en Honduras realizó una intervención integral para los seis municipios del departamento para lograr avances en las siguientes áreas:
1. Reducción de la Morbilidad y Mortalidad Materna: La capacitación en el manejo de complicaciones obstétricas es esencial para disminuir las tasas de morbilidad y mortalidad materna en Gracias a Dios. Con personal médico capacitado y equipado para abordar emergencias obstétricas, se pueden salvar vidas y garantizar un parto más seguro para las mujeres de la región.
En Puerto Lempira se está fortaleciendo el primer y segundo nivel de atención con el primer centro de simulación para el manejo inicial de complicaciones obstétricas y planificación familiar en la Región Sanitaria de Gracias a Dios y un taller sobre ese tema en el Hospital de Puerto Lempira. Se fortalecieron las competencias de los Equipos de Respuesta Rápida para la atención de la Hemorragia Posparto.
Ana Emilia Solís, Representante de la OPS/OMS en Honduras dijo sobre esta intervención integral en la Moskitia hondureña: "No dejamos a nadie atrás. Consideramos la cosmovisión de los pueblos ancestrales, involucrando a médicos tradicionales y parteras en nuestra misión integral. Estamos construyendo puentes de salud, derribando barreras para que cada mujer embarazada pueda recibir el cuidado necesario, sin importar lo lejos que esté".
2. Acceso a Métodos Anticonceptivos: Al fortalecer las competencias técnicas en proveedores de salud en métodos anticonceptivos, se permite a las personas tomar decisiones informadas sobre su salud sexual y reproductiva, reduciendo embarazos no deseados y promoviendo la planificación familiar.
El personal de salud fue capacitado para brindar atención de calidad a las mujeres embarazadas, puérperas y otras que llegan a los servicios de salud en Gracias a Dios.
3. Apoyo a Víctimas de Violencia Sexual: La atención integral a personas víctimas de violencia sexual es esencial para su recuperación física y emocional. La falta de atención adecuada a estas personas puede tener consecuencias devastadoras en sus vidas. Al invertir en este tipo de atención, estamos brindando un apoyo necesario a quienes más lo necesitan.
El equipo de los seis municipios de Gracias a Dios fueron capacitados en el protocolo de atención a víctimas/sobrevivientes de violencia sexual.
4. Empoderamiento de Adolescentes: El diálogo inclusivo con adolescentes sobre temas como el embarazo, el consumo de sustancias psicoactivas y la salud mental es esencial para empoderar a la próxima generación. La inversión en la capacitación de los adolescentes para tomar decisiones informadas y saludables no solo mejora su bienestar, sino que también contribuye al desarrollo sostenible de la comunidad.
"Descubrimos las voces vibrantes de la juventud, su profundo respeto por los médicos ancestrales y sus visiones par un sistema de salud que atienda sus necesidades de manera amigable y culturalmente sensible", dijo la Representante de la OPS/OMS, ya que "en este diálogo del saber, las comunidades claman por servicios de salud que respeten la identidad cultural de los adolescentes".
En resumen, invertir en la salud sexual y reproductiva en Gracias a Dios es una inversión en la vida y el bienestar de sus habitantes. A través de la capacitación y el empoderamiento, podemos reducir la morbilidad y mortalidad materna, promover la planificación familiar, brindar apoyo a las víctimas de violencia sexual y empoderar a la juventud para tomar decisiones informadas. Esta inversión no solo transformará la salud en Gracias a Dios, sino que también tendrá un impacto positivo en el futuro de la región.