Llama la OPS/OMS a defender la seguridad de los trabajadores de la salud

DMSP 2020

Ciudad de México, 17 de septiembre de 2020 - La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto las enormes dificultades a las que se enfrenta actualmente el personal de salud a nivel global. 

Más de 7 mil trabajadores de la salud han muerto en el mundo a causa de la epidemia. En la Región de las Américas, casi 570 mil trabajadores de la salud se han enfermado y más de 2 mil 500 han fallecido a consecuencia de la COVID-19. De ellos, el 72% son mujeres y los grupos de edad con mayor proporción de casos confirmados fueron el de 30 a 39 años y el de 40 a 49 años.

De acuerdo a estos datos, a la fecha tenemos el mayor número de personal de salud contagiado de todo el mundo.

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Así lo afirmó la Dra. Cecilia Acuña, asesora de Servicios de Salud de la OPS/OMS México en ocasión de la conmemoración del Día Mundial de la Seguridad del Paciente 2020 que tuvo lugar en la sede del IMSS, encabezada por autoridades nacionales, entre las cuales estuvieron: Dr. Santos Preciado, Secretario del Consejo de Salubridad General; Mtro. Zoe Robledo, Director General del IMSS; Dr. Ramiro López Elizalde, Director Normativo de Salud del ISSSTE; Dr. Rodolfo Lehman Mendoza, Subdirector Corporativo de Servicios Médicos de PEMEX; Dr. Javier Mancilla Ramírez, Director General de Calidad y Educación en Salud; y la Mtra Claudia Leija, Coordinadora General de la Comisión Permanente de Enfermería.

El personal de salud puede exponerse al virus SARS-CoV-2 en diversos momentos y lugares, pero cuando están más expuestos es a lo largo de su jornada de trabajo, a través del contacto desprotegido con pacientes infectados o mediante el contacto con otros trabajadores de la salud que estén contagiados. 

La exposición en los servicios de salud se puede dar por el incumplimiento de los procedimientos estándar para la prevención y control de infecciones, el uso inadecuado del equipo de protección personal (EPP), la falta o cantidad insuficiente de estos equipos, insuficiente entrenamiento, estrés, incremento de las horas de trabajo y sobrecarga laboral debido a un insuficiente número de trabajadores de la salud, entre otros.  En este punto cabe recordar que un porcentaje importante de los trabajadores de la salud de la Región han sido retirados del servicios activo debido a que son portadores de factores de riesgo para las formas graves de la COVID-19. 

El trabajo en entornos estresantes aumenta los riesgos para la seguridad del personal de salud e incrementa su posibilidad de infectarse y agravar los brotes en los establecimientos sanitarios. El limitado acceso y el uso inadecuado del equipo de protección personal y de otras medidas de prevención y control de infecciones tales como la higiene de manos, pueden perjudicar tanto a los pacientes como al personal de salud. 

En muchos países, los trabajadores de la salud se enfrentan no sólo a un mayor riesgo de infección, sino también a accidentes, estigmatización y violencia. Este hecho señala la necesidad de que la protección del personal de salud se extienda más allá de los establecimientos de salud e incorpore a la comunidad.

La pandemia de COVID-19 constituye hoy por hoy, una de las mayores dificultades y amenazas a las que nos enfrentamos en el mundo y como humanidad, y ha generado una enorme crisis en cuanto a la seguridad de los pacientes. 

La pandemia ha ejercido una presión sin precedentes sobre los sistemas de salud de todo el mundo. Estos no pueden funcionar sin trabajadores sanitarios, y el personal de salud bien informado, capacitado y motivado es fundamental para prestar una atención segura y salvar vidas.

Es por esto que el tema del Día Mundial de la Seguridad del Paciente para este año 2020 es ¨Seguridad del personal sanitario: Una prioridad para la seguridad de los pacientes¨. Sin trabajadores de la salud, no es posible implementar estrategias para continuar abordando el enorme desafío que enfrentamos hoy y los que se presentarán a futuro. 

Los trabajadores de la salud son el componente más importante del sistema de salud. Reconozcamos su enorme valor, defendámoslos y cuidemos de su seguridad, porque de ello depende la posibilidad de continuar salvando las vidas de millones de personas día a día y de continuar avanzando hacia la salud universal.

En este marco, los Objetivos del Día Mundial de la Seguridad del Paciente 2020 son: 

  • Generar conciencia en la opinión pública mundial sobre la importancia de la seguridad de los trabajadores de la salud y su interrelación con la seguridad de los pacientes;
  • Involucrar a múltiples actores y adoptar estrategias multimodales para mejorar la seguridad de los trabajadores de la salud y de los pacientes;
  • Aplicar medidas urgentes y sostenibles para identificar las brechas en la seguridad del personal de salud e invertir en la seguridad de los trabajadores de la salud, como prioridad para la seguridad de los pacientes.   
  • Extender el debido reconocimiento a la dedicación, el compromiso y el arduo trabajo del personal de salud en el marco de la actual lucha contra la COVID-19. Esto plantea la necesidad de preservar las medidas de protección de los trabajadores de la salud en los procesos de reconversión y también en los procesos de desescalamiento de los servicios de salud.

Llamado a la acción

Desde la OPS/OMS llamamos a las autoridades de salud, a todos los tomadores de decisión y al público en general a que «Defiendan la seguridad de los trabajadores de la salud».

En el actual escenario, defender la seguridad de los trabajadores de la salud implica identificar lecciones aprendidas a lo largo de estos meses de pandemia. Entre ellas destacamos las siguientes:

  • Resulta fundamental mantener la cohesión de los equipos de salud y su sentido de pertenencia institucional, de modo de evitar que el personal de salud que ha sido enviado a su casa por sus factores de riesgo se sienta aislado y dejado de lado. Es importante continuar involucrando a este personal en la provisión de servicios de salud a través medios virtuales como la teleconsulta y la telepresencia, aprovechando así su experiencia y su apoyo
  • Es necesario proveer espacios para que el personal de salud reconozca su vulnerabilidad, pueda pedir ayuda y la reciba
  • Se debe planificar el recambio de los equipos de salud y su descanso adecuado, evitando exponer a todos los trabajadores de la salud al riesgo de contagio permanentemente y al mismo tiempo
  • Es muy importante mantener las estrategias de capacitación, protección, estímulo y reconocimiento al personal de salud a través del tiempo, identificando los recursos necesarios para sostener el esfuerzo en el mediano y tal vez en el largo plazo
  • Si algo nos ha enseñado esta pandemia, es la necesidad de recuperar la humanización de la provisión de servicios de salud. En un contexto de servicios de salud crecientemente tecnologizados, la COVID-19 nos recuerda que lo único irreemplazable en la atención de salud es el contacto humano.

Monumentos iluminados en color naranja

En este contexto, la marca distintiva de la campaña mundial de este año es iluminar los monumentos emblemáticos, los lugares de interés y otros espacios públicos de los países en color naranja, como un gesto de respeto y gratitud a todos los trabajadores de la salud y en particular a aquellos que han muerto luchando contra la COVID-19 y defendiendo la vida de otros.

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