Washington, D.C., 17 de septiembre de 2012 (OPS/OMS) - Los países de las Américas registraron grandes mejoras de salud durante la primera década de los años 2000, tales como el aumento en la esperanza de vida, la expansión en la protección de la salud, la eliminación o el control de enfermedades importantes, y una mayor calidad de vida para las poblaciones de la Región.
Sin embargo, no todos los grupos o países se han beneficiado por igual de este progreso y la inequidad sigue siendo el mayor reto para la salud pública en el continente americano, dijo la Dra. Mirta Roses Periago, Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), al presentar hoy el Informe Quinquenal de la Directora a los ministros de salud, que están reunidos en Washington, DC, para la 28.ª Conferencia Sanitaria Panamericana.
"En la primera década del nuevo milenio, la Región logró un aumento de cuatro años en la esperanza de vida, con mejor calidad, como consecuencia de la disminución del 11% en la mortalidad, la eliminación o el control de distintas enfermedades y una mayor protección social en materia de salud, entre muchas otras intervenciones", dijo la Dra. Roses. Sin embargo, "dado el lastre histórico de inequidad y desigualdad socioeconómica en la Región, para lograr una vida más larga y de mejor calidad para todos los pueblos es imprescindible e impostergable luchar sin descanso en favor de la equidad y la igualdad en la salud pública".
La Dra. Roses dijo que la salud había ganado un nuevo protagonismo en las agendas de desarrollo regionales e internacionales durante la primera década de los años 2000. Este mayor perfil se tradujo en un aumento en las inversiones e iniciativas en la salud pública. Algunos de los resultados alcanzados durante el período citado por la Dra. Roses fueron:
- Avances hacia el logro, a nivel regional, de la mayoría de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) relacionados con la salud.
- El progreso hacia la implementación de la Agenda de Salud para las Américas, un instrumento político regional que define las prioridades colectivas de salud pública de los Estados miembros de la OPS.
- El 10.º aniversario de la Semana de Vacunación en las Américas, una iniciativa panamericana que benefició a más de 400 millones de hombres, mujeres y niños de los países y territorios de las Américas. La iniciativa también sirvió de inspiración clave para la Semana Mundial de Inmunización, que se celebró por primera vez en el 2012.
- a incorporación en los análisis y las intervenciones de salud pública de los enfoques de derechos humanos, género, diversidad cultural y étnica, y determinantes sociales y ambientales.
- Un nuevo enfoque en la atención primaria de la salud como base para las reformas del sistema de salud y el progreso en muchos países hacia la atención médica universal.
- La adopción en varios países de nuevas constituciones que incorporan el derecho a la salud como un derecho humano básico.
- Mejora de la capacidad de la mayoría de los países para prepararse y responder a los desastres.
La ampliación de la cobertura de salud fue uno de los procesos más importantes de salud pública durante la primera década de los años 2000, dijo la Dra. Roses.
"Muchos países lograron ampliar la protección sanitaria al incorporar grupos anteriormente excluidos de los sistemas existentes, crear nuevos mecanismos de cobertura, reducir los gastos de bolsillo de los pacientes o implantar medidas sociales como las transferencias en dinero, las asignaciones por hijo y escolaridad, las pensiones a la invalidez y vejez, y otras combinaciones de estas medidas", señaló.
Otros problemas de salud se volvieron más acuciantes en las Américas durante la primera década de los años 2000, la Dra. Roses señaló. El principal de ellos fue la creciente carga de las enfermedades crónicas no transmisibles (ENT). Señaló que muchas intervenciones efectivas y de bajo costo están disponibles para el control de las ENT y sus factores de riesgo. "Pero las causas subyacentes no son del dominio exclusivo del sector de la salud. El tabaquismo, la obesidad, la inactividad física, los regímenes alimentarios insalubres y el consumo nocivo de alcohol solo se pueden abordar mediante políticas públicas que concierten acciones de varios sectores, como la producción de alimentos, el transporte, la educación, la planificación urbana, el comercio y el sector legislativo, actuando de forma sincronizada con el sector privado, los medios de comunicación, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil".
Otros problemas graves que siguen afectando la salud pública en la Región son los altos índices de violencia, incluida la violencia por armas de fuego, el suicidio y la violencia doméstica y de género, las lesiones causadas por el tráfico, la falta de servicios de salud mental, los desastres y el cambio climático, y los determinantes sociales de salud, incluida la exclusión, la estigmatización y la discriminación, que están "basados en la desigualdad histórica y la intolerancia social".
La Dra. Roses señaló que la OPS había emprendido una importante reorganización en la primera década de los años 2000, para apoyar mejor a sus Estados miembros y responder a los cambiantes desafíos de salud pública. Esto incluye la implementación de un nuevo modelo de gestión basado en resultados, una nueva política presupuestaria, y la descentralización de personal y programas, lo que aumentó los recursos financieros y humanos destinados a los países miembros. La reorganización también incluyó nuevos procedimientos y estructuras para aumentar la rendición de cuentas y la transparencia en las operaciones de la Organización.
La OPS también formó nuevas alianzas y fortaleció las relaciones existentes con los socios bilaterales, otras organizaciones internacionales y de las Naciones Unidas, la sociedad civil y las organizaciones basadas en la fe, así como organizaciones de jóvenes, mujeres, poblaciones indígenas y afrodescendientes, las asociaciones profesionales y académicas, y el sector privado.
La Dra. Roses, quien completará su segundo mandato como Directora de la OPS en diciembre de 2012, expresó su optimismo sobre el futuro de la Organización y de la salud pública en las Américas.
"Durante 110 años el panamericanismo ha sido una fuerza poderosa para el logro de avances extraordinarios en materia de salud. Me siento orgullosa del legado histórico que recibí de mis predecesores y de haber cumplido el mandato de transformación para encaminar la OPS en el siglo XXI y quiero manifestar mi agradecimiento a todo el equipo que me acompañó y al apoyo recibido de los ministros y ministras, de los aliados y asociados, de mi familia y de los amigos —dijo la Dra. Roses—. Estoy segura que esta lozana joven de 110 años que es la Organización Panamericana de la Salud, renovada y fortalecida, seguirá iluminando el camino para llegar a nuestra meta común, la salud para todos".
La Conferencia Sanitaria Panamericana se celebra cada cinco años y es el órgano supremo de gobierno de la OPS. Ministros de salud y delegados de alto nivel de todas las Américas se encuentran esta semana en la conferencia, que se celebrará 17 a 21 septiembre en Washington, DC. La Directora de la OPS presenta un informe sobre la labor de la Organización cada año, incluyendo un informe de cinco años correspondiente al mandato del Director.