- Grabación del evento: Youtube.
- Hoja informativa sobre el estudio: OPS.
- Audios y fotografías: GoogleDrive.
San José, 17 de junio de 2022. Un estudio realizado por la Asociación Costa Rica Saludable, la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (INCIENSA), demostró que los octágonos de advertencia son el sistema de etiquetado nutricional más efectivo para identificar correctamente los productos alimenticios menos nocivos para la salud y para incidir en la decisión de compra.
El estudio comparó la eficacia de cuatro sistemas entre sí y contra un grupo de control sin etiquetado en la parte frontal. Los cuatro sistemas fueron:
- Los octágonos de advertencia
- El sistema semáforo (SEM)
- El sistema de cantidades diarias orientativas (GDA, por su sigla en inglés)
- El sistema Nutri-Score (NUS)
Los resultados arrojaron que la probabilidad de identificar correctamente los productos menos nocivos con el sistema de sellos octagonales fueron 202% (3 veces) mayor con respecto al grupo de control; 149% (2,5 veces) mayor con respecto al grupo Nutri-Score; 101% (2 veces) mayor con respecto al grupo GDA y 63% mayor con respecto al grupo del semáforo.
La probabilidad de identificar correctamente cuándo un producto contiene cantidades excesivas de nutrientes críticos (azúcar, sodio, grasas, grasas saturadas, grasas trans) fue significativamente mayor cuando se aplicó el sistema de sellos octagonales de advertencia: 272% (3,7 veces) mayor con respecto al grupo de control; 341% (4,4 veces) mayor con respecto al grupo GDA; 276% (3,8 veces) mayor con respecto al grupo Nutri-Score y 93% mayor con respecto al grupo del semáforo.
Además, la probabilidad de optar por la compra del producto menos nocivo fue significativamente mayor cuando se aplicó el sistema de sellos octagonales de advertencia: 111% (2,1 veces) mayor con respecto al grupo de control; 98% mayor con respecto al grupo Nutri-Score; 59% mayor con respecto al grupo GDA y 49% mayor con respecto al grupo del semáforo.
“Considerando el perfil epidemiológico del país con alta prevalencia de ENT, así como el hecho de que el etiquetado nutricional frontal de advertencias octagonales ha sido reconocido como un instrumento de salud pública costo efectivo para generar un ambiente alimentario que facilite a la población la toma de decisiones saludables y ayude a prevenir las ENT, se considera pertinente y oportuno fortalecer la regulación del etiquetado nutricional e impulsar un etiquetado nutricional frontal de advertencias octagonales en Costa Rica para: 1. garantizar al consumidor el derecho a la salud y a la información que necesita para tomar decisiones más críticas, 2. para proteger el consumidor de engaños, 3. desestimular la compra de productos alimenticios no saludables, 4. facilitarle al consumidor la identificar los alimentos y bebidas ultraprocesados preenvasados con un contenido en exceso de nutrientes críticos (azúcares, sodio y grasas saturadas y grasas trans)”, comentó la Dra. Karol Madriz Morales, investigadora principal del estudio.
“El etiquetado nutricional frontal de advertencia octagonal es un medio importante para satisfacer los requerimientos de los consumidores de información estandarizada, precisa y comprensible sobre el contenido de los nutrientes en los alimentos para tomar decisiones durante la compra de productos alimenticios preenvasados ultraprocesados. Asimismo, es una importante herramienta política para generar un ambiente alimentario saludable, mediante la promoción y la educación. Esta es la primera investigación en el país que evalúa y compara la eficacia de diferentes sistemas de etiquetado nutricional frontal de alimentos ultraprocesados y bebidas no alcohólicas preenvasadas. La investigación contó con la aprobación del comité ético científico de INCIENSA y OPS/OMS, por lo que nos brinda información válida para apoyar la toma de decisiones en políticas que contribuyan a prevenir las enfermedades no transmisibles”, comentó la Dra. Ana Mariela Tijerino, directora a.i. de la Dirección de Investigación Unidad de Salud y Nutrición de INCIENSA.
La Asociación Costa Rica Saludable coincide con el valor del etiquetado nutricional frontal en su función como herramienta para ayudar a las personas consumidoras a tomar decisiones en beneficio de su salud. “El etiquetado nutricional frontal es una política de salud pública que permite a la población ejercer su derecho a la salud al motivarla a mejorar la calidad nutricional de los alimentos que consume. Definitivamente, ayuda al consumidor a elegir opciones más saludables, lo cual está claro en nuestra Constitución Pública, la cual señala que los consumidores y usuarios tienen derecho a la protección de su salud, ambiente, seguridad y a recibir información adecuada y veraz; a la libertad de elección”, comentó la Dra. Nydia Amador, Presidente de la Asociación.
De acuerdo con OPS/OMS, estudios de esta naturaleza son importantes para que el país cuente con más herramientas que permitan guiar la toma de decisiones en materia de etiquetado frontal de alimentos, debido al impacto de la alimentación en el bienestar y salud de las personas: “La hipertensión, la hiperglucemia en ayunas y el sobrepeso o la obesidad son los tres factores de riesgo más asociados con la mortalidad en la Región de las Américas. La mala alimentación guarda una estrecha relación con estos tres factores principales de riesgo en la Región, debido en gran parte a la ingesta excesiva de azúcares, grasas totales, grasas saturadas, grasas trans y sodio, los denominados “nutrientes críticos” de preocupación para la salud pública”, explicó la Representante de OPS/OMS en Costa Rica, Dra. María Dolores Pérez.
En el estudio participaron 1.358 personas reclutadas en 12 supermercados populares de Costa Rica, con diversa situación socioeconómica y educacional, género y edad. Se incluyeron únicamente mujeres y hombres mayores de 18 años residentes en Costa Rica que hubieran comprado algún alimento o bebida no alcohólica y supieran leer.
Las personas participantes dieron su consentimiento informado y fueron distribuidas aleatoriamente en cinco grupos: un grupo control, que evaluó las imágenes sin etiquetado nutricional frontal, y cuatro grupos experimentales que evaluaron las imágenes con uno de los cuatro sistemas de etiquetado evaluados. Se les presentaron series de imágenes de productos y se les pidió que respondieran una serie de preguntas. Las entrevistas se realizaron en enero del 2022 en las provincias de San José y Cartago, tanto entre semana como fines de semana.
Los cuatro sistemas se aplicaron a imágenes de productos ficticios (alimentos y bebidas no alcohólicas) presentadas en orden aleatorio a los participantes, los cuales respondieron: 1) qué productos comprarían, 2) qué productos eran los menos nocivos para la salud y 3) si los productos contenían cantidades de nutrientes críticos superiores a las recomendadas para una alimentación saludable.