Por Teófilo Monteiro
La Organización Mundial de la Salud (OMS/OPS), a través de ETRAS, apoyó a Argentina, en la realización de una prueba piloto de la iniciativa Track-Fin. El proceso tuvo una duración aproximada de tres meses, desde fines de Agosto hasta Noviembre del 2017. Al respecto, el análisis realizado por el GLAAS-2014 indicaba que la falta de información clara sobre el financiamiento del sector agua potable, saneamiento e higiene limitaban el planeamiento en el sector, basado en evidencias, y en consecuencia afectaban las asignaciones presupuestarias necesarias para el desarrollo del sector. Considerando que la metodología de TrackFin tiene el potencial de generar información sobre el flujo financiero, el Gobierno de Argentina decidió realizar una prueba piloto de tal iniciativa, que tiene como promotor el UN-Agua GLAAS.
El estudio realizado detalla la metodología utilizada, las instituciones contrapartes que han participado y los resultados obtenidos. En total, directa o indirectamente, 46 fueron las instituciones que participaron, aunque el organismo que lideró el Piloto fue la Subsecretaría de Recursos Hídricos. En particular, la metodología se llevó adelante contando con la especial colaboración de las principales instituciones nacionales del sector tales como la Oficina Nacional de Presupuesto, la Subsecretaría de Política Macroeconómica, la Dirección Nacional de Coordinación Fiscal con las Provincias, la Dirección de Análisis de Política Fiscal y de Ingresos, éstas dependientes del Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas –MHyFP-; el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC);y el Ministerio de Salud de la Nación. Cabe notar, al respecto, que las principales entidades ejecutoras de las políticas del sector son la empresa AySA, la Unidad de Coordinación de Programas y Proyectos con Financiamiento Externo (UCPyPFE) del MIOPyV, y el ENOHSA; bajo la rectoría y coordinación de la mencionada Subsecretaría de Recursos Hídricos.
Una serie de reuniones y Talleres fueran organizados en el periodo el estudio.
El estudio ha permitido una perfecta comprensión del flujo de financiamiento del sector, identificando cómo los fondos se asignan y se utilizan a nivel nacional, provincial y municipal. Reveló que Argentina tuvo un ingreso total anual que entre 2013 y 2015 superó los 5.000 millones de dólares, con ingresos de las distintas fuentes que se distribuyen de la siguiente forma: ingresos por tarifa que representaron aproximadamente el 27-30% del total –y que permiten cubrir entre el 75 y 80% de los costos de operación y mantenimiento–;transferencias domésticas, que representaron entre el 58% y 63% del total; y aportaciones financieras reembolsables, que representaron entre el 6 y el 13% en dichos años.
La experiencia en Argentina generó una aspiración de desarrollar un sistema nacional consolidado para la recolección y el análisis sistematizado de la información financiera que posibilite aumentarla comprensión de cómo esos recursos se asignan, y la capacidad de determinar si éstos permiten vislumbrar alcanzar la meta de una cobertura universal y equidad. En otras palabras, un sistema que permita la generación constante, confiable, y comparable para facilitar la toma de decisiones así como el benchmarking en el país, aumento de la inversión y el desarrollo de los recursos humanos y financieros para el desarrollo sostenible del país.