Buenos Aires, 17 de noviembre de 2009 (OPS/OMS).- "Las trans llegan a los servicios días y hasta horas antes de morir", "necesitamos atención específica para nuestra comunidad", "hay que terminar con la transfobia", "tener nuestro documento mejora nuestra calidad de vida". La enumeración de citas pertenece a la coordinadora de la Red de América Latina y el Caribe de Personas Transgénero (Redlactrans), la argentina Marcela Romero, quien tras haber sido distinguida en Washington con el Premio Clarence H. Moore al Servicio Voluntario, otorgado por la Fundación Panamericana de la Salud y Educación (Pahef), fue agasajada por la representación de la OPS en Argentina con un almuerzo en su honor.
Durante la comida, la militante trans elaboró un mapeo de las problemáticas de salud que afectan a ese grupo humano. "Desde chicas las trans padecen discriminación familiar, sufren violencia verbal por parte de sus familias, violencia física de la policía, y falta de acceso a la salud, a la educación y al trabajo", sostuvo Romero, quien además preside ATTA, la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina, organización cuyo modelo fue replicado en Latinoamérica y llevado a lo que hoy es Redlactrans.
Asimismo, contó que "las trans llegan a los servicios de salud días y hasta horas antes de morir porque no hay expectativa de vida". Señaló que 35 años es el promedio de vida de las integrantes de ese colectivo social y aseguró que contar con el Documento Nacional de Identidad (DNI) que acredite la identidad de opción "mejora la calidad de vida, porque no tenerlo lleva a la depresión, a creer que uno no sirve para nada". Y ejemplificó: "si te llaman Roberto en la sala de espera, no volvés más".
Romero también pidió que los planes de salud incluyan visitas al ginecólogo y la realización de mamografías, y consideró importante las políticas de reducción de daños como la entrega de prótesis mamarias para evitar la inyecta de silicona líquida a la que recurren muchas trans para lograr la figura femenina.
"En Estados Unidos e Inglaterra, por ejemplo, hay trans profesionales que pueden tener elección. Acá la opción es ser trabajadora sexual", evaluó.
Este año, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó una ley que garantiza el derecho de las personas al uso del nombre correspondiente a la identidad de género en todas las instancias de la administración pública, entre ellos los servicios de salud.
Por otro lado, el Congreso argentino debate un proyecto de ley identidad de género (redactado junto con la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans) que, de aprobarse, permitirá a las personas trans modificar su nombre y sexo en el DNI y el pasaporte, sin tener que someterse a una operación genital. "En Chile, Ecuador, Colombia y Brasil existe el cambio de sexo por ley", indicó Romero y aclaró: "aprobar esta ley no implica que todas y todos quieran operarse".
Del almuerzo participaron el representante de la OPS en Argentina, José Antonio Pagés; miembros de otras agencias de Naciones Unidas como Onusida, Unfpa y Unodc, y de organizaciones de la sociedad civil; además del subsecretario de Políticas, Regulación y Fiscalización del Ministerio de Salud argentino, Andrés Leibovich, y el director Nacional de Sida, Claudio Bloch, entre otros.
Redlactrans se formó en el año 2004 con el fin de satisfacer las necesidades de salud física y emocional de la población transgénero. Hoy cuenta con 95 voluntarios y tres funcionarios en 18 países de la Región.
Desde 1989, el Premio Clarence H. Moore al Servicio Voluntario se otorga para reconocer y celebrar los logros de salud pública de las organizaciones no gubernamentales en América Latina y el Caribe.
La Fundación Panamericana de la Salud y Educación fomenta desde 1968, programas de salud pública en las Américas y se ocupa de los problemas de salud más importantes. La entidad mantiene una relación única con la OPS, la Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud.