Cobija y Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, 16 de abril de 2024 (OPS)- Las autoridades de salud del departamento de Pando, por un lado, y del Gobierno Autónomo Municipal (GAM) de Santa Cruz de la Sierra, por otro, han determinado priorizar el componente de comunicación de riesgo y participación comunitaria (CRPC) en las acciones de prevención ante una posible emergencia sanitaria por dengue en sus territorios.
Esta priorización es parte del trabajo que está realizando el Ministerio de Salud y Deportes, a través del Programa Nacional de Prevención y Control de Enfermedades Arbovirales, para la preparación de posibles emergencias sanitarias vinculadas a este tipo de vectores, con la cooperación técnica de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).
Para este fin la OPS/OMS brindó cooperación técnica y asesoramiento para fortalecer las capacidades locales de municipios endémicos priorizados en el componente de comunicación de riesgo y participación comunitaria para la preparación y respuesta a emergencias que se puedan producir en los siguientes meses relacionados a dengue, la fiebre del Oropouche, u otros vectores.
Suma de esfuerzos
En Pando, las acciones estuvieron enmarcadas, además, en acciones post inundación. La capital de Pando, la ciudad fronteriza de Cobija sufrió en marzo inundaciones de magnitud que afectaron a la población. Tras el descenso de las aguas, los servicios de vigilancia epidemiológica detectaron el surgimiento de casos de la fiebre de Oropouche.
El Servicio Departamental de Salud de Pando solicitó a la OPS/OMS apoyo para el abordaje integral del dengue y otras arbovirosis. Y, en ese contexto, determinó priorizar entre otros varios componentes del manejo integral de vectores, a la comunicación de riesgo y la participación comunitaria como proceso esencial.
El Dr. Danny Hugo Mendoza Ojopi director técnico del SEDES Pando lideró las gestiones y logró reunir a las principales instituciones locales del departamento para el desarrollo de una reunión trabajo que tome acuerdos sobre ese tema. A las acciones se sumó un equipo de profesionales en comunicación y salud del Gobierno Autónomo Municipal de Cobija y los líderes comunitarios vecinales del Consejo Local de Salud.
A partir de reuniones de trabajo se establecieron herramientas de trabajo y de coordinación interinstitucional para activar acciones preventivas con miras a preparar a la comunidad con mensajes clave y mecanismos de participación en la eliminación de criaderos intradomiciliarios y acciones comunales, antes de la aparición de casos y la temporada de lluvias.
Puesta en marcha
En Santa Cruz de la Sierra, gracias a las gestiones de la Secretaría de Salud del GAM también se desarrolló una reunión de trabajo para establecer la CRPC como un proceso estratégico, una herramienta de uso sistemático para la preparación y gestión de las emergencias, especialmente aquellas ligadas a enfermedades víricas que se transmiten a través de la picadura de un mosquito, perteneciente al género Aedes, principalmente el Aedes aegypti, pero también a aquellas que circulan en la región y el país como la fiebre del Oropouche.
Bajo el concepto de la CRPC que las personas necesitan saber a qué riesgos de salud se enfrentan y qué medidas pueden tomar para proteger su salud y su vida y la necesidad de proporcionar una información precisa, a tiempo y con frecuencia, que permita a las personas tomar decisiones para protegerse a sí mismas, a sus familias y a sus comunidades de los peligros para la salud, las autoridades municipales de salud de Santa Cruz de la Sierra están priorizando trabajar con mayor énfasis en este componente.
El trabajo estuvo liderado por el Dr. Cristian Quiroga de la secretaria de Salud del GAM de Santa Cruz de la Sierra.
En ambas ciudades, Cobija y Santa Cruz de la Sierra, la OPS/OMS junto al Ministerio de Salud y Deportes levantaron percepciones y datos conductuales sobre conocimientos, actitudes y prácticas relacionadas al manejo del vector y al reconocimiento oportuno de signos y síntomas de alarma del dengue.
Durante las epidemias y pandemias, así como en otras emergencias de salud pública, la comunicación eficaz de los riesgos permite a las personas más expuestas comprender y adoptar comportamientos de protección, y permite a las autoridades y a los expertos escuchar y atender las preocupaciones y necesidades de las personas, de modo que las recomendaciones que se proporcionen sean pertinentes, fiables y aceptables.