Panamá, 16 de noviembre de 2021 (OPS) - El Ministerio de Salud a través del Programa de Salud Sexual y Reproductiva, en conjunto con la Comisión Nacional Interinstitucional e Intersectorial de Muertes Maternas y Perinatales (CNMMYP) y la cooperación técnica de la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), desarrollaron jornadas de intercambio dirigidas a revisar la situación actual de la vigilancia de muertes maternas y perinatales, conocer los procesos de integración de la información de las estadísticas vitales con otros datos relevantes a la atención de la mujer durante el embarazo, el parto, el puerperio, con la intención de identificar oportunidades para consolidar el proceso, tomando en consideración tanto la vigilancia como la capacidad de respuesta.
También se realizó una capacitación para los integrantes de la CNMMYP, quienes constituirán un recurso clave para la replicación de este proceso a los integrantes de los Comités de Muerte Materna y Perinatal Regionales y locales. Esta capacitación que contó con el apoyo del Dr. Bremen De Mucio y el Dr. Claudio Sosa del Centro Latinoamericano de Perinatología, Salud de la Mujer y Reproductiva (CLAP/SMR) y de la Dra Aline Jiménez, Consultora de la OPS/OMS, se centró en el marco de acción regional para la Salud de la mujer, el niño, la niña y los adolescentes 2018-2030, el Fortalecimiento de las Estadísticas Vitales 2017-2022 y el Marco integral para la vigilancia de las muertes maternas. Por otro lado, se abordó el Proceso estándar de la Búsqueda Intencionada y Reclasificación de Muertes Maternas (BIRMM) difundido como buena práctica por la OPS y la Vigilancia de la Morbilidad Extremadamente Grave (NearMiss Materno).
Desde la perspectiva de la interculturalidad y el fortalecimiento de la salud materna, se llevó a cabo una capacitación dirigida al personal de salud de las Comarcas Ngäbe Buglé y Guna Yala, de las Regiones de Salud de Chiriquí, Bocas del Toro, Panamá Este y de Residentes de Gineco-Obstetricia en formación de dos hospitales de las provincias de Panamá y Chiriquí, con el objetivo de fortalecer las habilidades para el manejo clínico de la hemorragia obstétrica, una de las principales causas de muertes maternas en el país, con el apoyo de capacitadores de los Centros de Entrenamiento del Hospital Santo Tomás, el Hospital José Domingo De Obaldía y del CLAP/SMR-OPS/OMS. También se capacitó bajo la modalidad de entrenador de entrenadores en el uso de las tecnologías perinatales, consideradas herramientas de fácil uso, bajo costo y alto impacto, para apoyar los cuidados maternos de calidad de la población de las Comarcas y de las Regiones de Salud con población indígena extracomarcal, así como también en las recomendaciones de la OMS para los cuidados durante el embarazo y el parto para una experiencia positiva, que incluyen los aspectos vinculados al trato respetuoso el cual ha sido reconocido como uno de los desafíos de los servicios de salud materna. El personal entrenado permitirá la capacitación en cascada del resto del personal de salud, parteras tradicionales y promotores comunitarios, involucrados en la atención comunitaria de las mujeres embarazadas.
Se estima que cada año mueren entre 250,000 y 343,000 mujeres debido a complicaciones relacionadas al embarazo y al parto o posterior a estos, la mayoría de las cuales ocurre en países en desarrollo, siendo las más afectadas, las mujeres que viven en las zonas rurales y en áreas de mayor pobreza. Otro grupo que es importante considerar, porque enfrentan mayor riesgo de sufrir tanto complicaciones como muerte, son las adolescentes embarazadas. El 75% de las muertes maternas a nivel global se deben a causas como las hemorragias graves y las infecciones generalmente después del parto; la hipertensión gestacional; las complicaciones en el parto y los abortos peligrosos.
A través de los años Panamá ha mostrado un descenso gradual en las muertes maternas, sin embargo, existen disparidades a lo interno del país, especialmente en las áreas rurales y comarcas indígenas, en las que la Razón de Mortalidad Materna es mayor que el valor del indicador a nivel nacional. Sumado a esto para el año 2020 la crisis sanitaria generada por la Pandemia de la COVID-19, generó un aumento de las muertes maternas pasando de 39.4 por 100,000 NV en 2019 a 84 por 100,000 NV en 2020, representando un 50% de las causas indirectas de las muertes maternas en este período.
Actualmente, el sistema de salud se enfrenta a una tarea compleja, limitada por muchos factores tales como el subregistro y la dificultad para disponer de información completa y de manera oportuna. Esta situación, sumada al hecho de que la Pandemia de la COVID-19, afectó la prestación de muchos de los servicios de salud esenciales, tales como la atención prenatal, nos coloca frente al reto de contar con un sistema robusto de vigilancia que integre también la respuesta, de forma que se pueda generar información oportuna y de calidad para entender cómo esta nueva situación afecta la salud de las mujeres embarazadas y sus recién nacidos, pero también que pueda aportar información para establecer cuál debe ser la respuesta de los servicios de salud para prevenir la ocurrencia de nuevas muertes maternas y perinatales.