Lima, Perú, 11 de octubre de 2018 (OPS/OMS).- Cada día, los pacientes hacen fila afuera del Centro de Salud Materno Infantil Daniel Alcides Carrión en Villa María del Triunfo, uno de los distritos de Lima, Perú. Ellos están allí para que les examinen los ojos, para ver si necesitan tratamiento para una enfermedad ocular. Mientras esperan, los trabajadores de la salud aprovechan la oportunidad para compartir información sobre cómo detectar problemas oculares comunes y qué hacer al respecto.
Gertrudis es una de las muchas personas que se ha beneficiado de los servicios ofrecidos por el Centro. Le operaron una catarata en el ojo derecho y volvió a hacerse un chequeo antes de que se le realizara la misma cirugía en el ojo izquierdo.
El hecho de ampliar el acceso a los servicios de atención ocular a través de centros de salud materno infantil es solo una de las varias incitativas del Gobierno de Perú que trata de abordar la discapacidad visual que se puede evitar, y garantizar que todos los servicios integrales de atención ocular estén disponibles, independientemente de la edad o el tipo de enfermedad ocular que puedan tener.
Muchas personas no acceden a servicios de atención ocular
Se estima que, a nivel mundial, 1.300 millones de personas viven con diferentes niveles de discapacidad visual. Entre ellos, 36 millones de personas son ciegas. Otros 826 millones sufren de una discapacidad visual cercana, lo que significa que es difícil para ellos llevar a cabo el trabajo de cerca, como el hecho de leer.
A nivel mundial, la mayoría de la discapacidad visual se puede evitar. Por ejemplo, las dos causas principales del deterioro de la visión son el error refractivo y la catarata; el error refractivo se puede corregir con el uso de anteojos y la cirugía de la catarata puede restaurar la visión. Sin embargo, hay muchas personas que no tienen las mismas oportunidades que Gertrudis y, en consecuencia, tienen que vivir con discapacidad visual.
En Perú, los estudios realizados durante los últimos 30 años han demostrado, de manera consistente, que si las personas tuvieran acceso a los servicios de atención ocular la mayoría de la discapacidad visual podría evitarse. Por esta razón, el Ministerio de Salud ha hecho del cuidado ocular una prioridad y ha invertido sistemáticamente en el área desde los principios de los años ochenta.
Un liderazgo gubernamental sólido es vital para enfrentar este desafío
Las respuestas clave priorizadas por el Ministerio de Salud en la Estrategia Nacional para el cuidado de los ojos y la prevención de la ceguera han servido como la evaluación de las necesidades del cuidado ocular de la población y la recopilación de datos que facilitan la planificación y el monitoreo del cuidado de los ojos.
Un estudio poblacional sobre el deterioro de la visión realizado en la región de Piura y Tumbes, en el norte de Perú, entre el 2002 y el 2003, encontró que el 2,6% de las personas mayores de 50 años eran ciegas y que solo una cuarta parte de las personas que necesitaban cirugía de cataratas la recibieron. Los hallazgos de este estudio se utilizaron para estimar la prevalencia nacional de discapacidad visual; esta evidencia fue catalítica para informar el desarrollo del primer programa nacional para la prevención y el control de la ceguera en el 2006. “Recuerdo cuando salieron los resultados del estudio. Les prestaron mucha atención y esto realmente ayudó a mostrar donde estaban las brechas y lo que había que hacer”, dice el doctor Francisco Contreras, exdirector del Instituto Nacional de Oftalmología.
Del mismo estudio también resaltó la necesidad urgente de abordar un aumento en los casos de cataratas. En respuesta a esto, en el 2007, el Ministerio desarrolló una Estrategia nacional para el cuidado de los ojos y un plan de prevención de la ceguera para prevenir la ceguera por cataratas. El plan dio prioridad a la capacitación de oftalmólogos para brindar cirugías de cataratas efectivas y de bajo costo. También tuvo como objetivo concientizar a las personas mayores sobre los beneficios de la cirugía de cataratas, muchos de los cuales no sabían que podrían restaurar su visión. Estos esfuerzos enfocados han dado sus frutos y la cantidad de las personas que necesitan cirugía de cataratas y la reciben, se ha duplicado entre el 2005 y el 2011.
El Ministerio de Salud también ha asumido un papel de liderazgo al facilitar la participación de otras partes interesadas que también tienen un rol importante en el cuidado ocular, como el Ministerio de Educación, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, las organizaciones no gubernamentales y los proveedores privados de servicios. “Siempre ha sido importante para el Ministerio que prioricemos adecuadamente la atención ocular y nos aseguremos de trabajar con los profesionales de nuestro sector. Hay mucha experiencia aquí en Perú y hemos encontrado que, al trabajar juntos, hemos podido de lograr mucho más”, indica Harvy Honorio Morales, coordinador de la Estrategia Nacional del Ministerio de Salud.
La importancia de abordar la variedad de necesidades de atención ocular de la población
Hay muchas enfermedades oculares que pueden causar problemas de visión y puede ser difícil determinar qué priorizar, especialmente cuando los recursos son escasos. En Perú, el Ministerio de Salud, a través de la Estrategia nacional de salud para la salud ocular y la prevención de la ceguera, ha utilizado la evidencia para priorizar a las personas vulnerables a lo largo del curso de la vida y para ayudar a informar un enfoque por etapas para garantizar que los servicios de atención oftalmológica cumplan con una amplia variedad de necesidades de atención de la vista de la población.
Un nuevo estudio encomendado por el Ministerio el año 2011 a personas de 50 años o más, el Estudio de población de evaluación rápida de la ceguera en Perú (ERCE Perú), encontró que, si bien la prevalencia de la ceguera había disminuido en aproximadamente un 25%, varios otros desafíos fueron emergiendo en su lugar. Por ejemplo, la prevalencia del deterioro de la visión causado por la retinopatía diabética y el error refractivo no corregido, especialmente en niños, aumentaba. Sobre la base de estos hallazgos, se desarrolló y financió un plan nacional de salud ocular y prevención de la ceguera 2014-2020.
Este estudio también estimuló al Ministerio a tomar medidas para abordar la retinopatía diabética. Uno de los pasos iniciales fue utilizar la herramienta de la OMS para evaluar la diabetes y la retinopatía diabética para evaluar qué tan bien el sistema de salud podría responder al creciente número de personas con retinopatía diabética. Como resultado de esta evaluación, el Ministerio pudo identificar brechas particulares y concentrar los esfuerzos en abordarlas. Por ejemplo, en 2012 se desarrolló un plan subnacional para prevenir la ceguera causada por la retinopatía diabética en la región de La Libertad, en el norte de Perú, un área que tenía una prevalencia particularmente alta.
El ministerio de salud también se centra en la discapacidad visual entre los niños. Desde el 2014-2016, se lanzó un programa multisectorial “Aprender sano”, a través del cual el ministerio fortaleció la promoción de la salud ocular en las escuelas públicas y ofreció la detección, el diagnóstico, el tratamiento y el control de errores refractivos en niños de 3 a 11 años. Estas medidas formaron parte de la Estrategia nacional de salud para la salud ocular y la prevención de la ceguera, garantizando así su sostenibilidad. Ahora, los niños como Aileen pueden tener un examen de visión gratuita en la escuela o en un centro de salud cercano, haciendo que el cuidado de los ojos sea más accesible.
El cuidado ocular integral es alcanzable
Perú es un buen ejemplo de cómo un país puede implementar la atención ocular integral, incluyendo la importante función del Gobierno para priorizar la atención ocular y garantizar que exista una base de evidencia sólida para tomar decisiones. El Ministerio de Salud ha trabajado para garantizar que los servicios de atención oftalmológica estén disponibles no solo para las personas mayores, sino también para otras personas, incluidos los niños, para quienes la identificación e intervención tempranas pueden marcar la diferencia en la calidad de vida más adelante. También ha demostrado que un enfoque estratégico y basado en la evidencia ayuda a garantizar que los recursos se centren en las áreas de mayor necesidad. El fuerte liderazgo del Ministerio de Salud a través de la Estrategia nacional de salud para la salud ocular y la prevención de la ceguera y el compromiso de trabajar con los demás, ha asegurado que los servicios de atención oftalmológica estén en mejores condiciones para llegar a quienes más los necesitan, incluido José, que ahora puede acceder al cuidado de los ojos en su escuela. “Estamos orgullosos del trabajo que hemos realizado con todos los profesionales de la salud que son calificados a nivel nacional, para asegurarnos que nuestra gente pueda acceder a los servicios de atención ocular, en particular a aquellos que más lo necesiten, aquellos en las áreas más pobres y más rurales”, dice Morales.
Por más de veinte años, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha brindado apoyo técnico al Ministerio de Salud en Perú. Este apoyo ha sido crucial para respaldar la Estrategia nacional de salud para la salud ocular y la prevención de la ceguera, para recopilar evidencia sólida, y luego determinar la mejor manera de definir las prioridades y asignar recursos con el fin de ampliar el acceso a la atención ocular. También ha sido fundamental en el desarrollo de políticas nacionales, planes y resoluciones. “Mas recientemente, el enfoque de la cooperación técnica de la OPS ha sido en mejorar la prestación de servicios de atención ocular y de la investigación basada en evidencia”, destacó Juan Carlos Silva, asesor regional en salud ocular de la OPS.
El segundo jueves de octubre se celebra el Día Mundial de la Visión, un evento anual que se centra en el problema mundial de la ceguera. Su objetivo es sensibilizar al público de todo el mundo acerca de la importancia de la prevención y el tratamiento de la pérdida de visión.