Décadas de tratamiento masivo con ivermectina a las poblaciones afectadas aceleraron la interrupción de la transmisión de esta enfermedad
14 de octubre de 2015 | Ginebra - México se ha convertido en el tercer país del mundo en ser declarado libre de oncocercosis, una enfermedad parasitaria que afecta principalmente a los pobres de las zonas rurales. El anuncio se hizo días antes de que fueran condecorados dos investigadores con el Premio Nobel del 2015 para Psicología o Medicina en su descubrimiento del ivermectina, el pilar del tratamiento para esta enfermedad también conocida como "ceguera de los ríos".
La OMS recomienda una estrategia de tratamiento masivo con ivermectina (un suministro ilimitado, que es donado como Mectizan por Merck & Co., Inc.) para la eliminación de la oncocercosis. El tratamiento a gran escala de poblaciones afectadas en áreas endémicas ha interrumpido con éxito la transmisión y eliminado la enfermedad en Colombia (2013) y Ecuador (2014). En 1988, la ivermectina donada estuvo disponible y en 1992 se lanzó una campaña de concientización por el Programa de Eliminación de la Oncocercosis para las Américas (OEPA) con el objetivo de alcanzar una cobertura de más del 80% de las poblaciones afectadas.
Un compromiso firme y un sólido programa nacional de eliminación han permitido al Gobierno de México lograr este objetivo. Después de años de exitosa interrupción de la transmisión en focos endémicos y tres años de vigilancia posterior al tratamiento, México presentó una solicitud para verificar la eliminación a nivel nacional de la oncocercosis en 2014. Un equipo internacional de verificación confirmó la eliminación en junio de 2015, y la OMS reconoció oficialmente a México como libre de la enfermedad en julio de 2015.
Guatemala, otro país donde la ceguera de los ríos era endémica en focos específicos, ha presentado su solicitud a la OMS para la verificación de la eliminación.
Desde 1993, el Programa de Eliminación de la Oncocercosis del Centro Carter para las Américas, la Organización Panamericana de la Salud y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) han brindado asistencia técnica y dirigido la campaña contra la oncocercosis en la Región de las Américas. Se estima que, a comienzos de este siglo, más de 600 000 personas en la Región de las Américas estaban en riesgo de sufrir la enfermedad en 13 focos de la República Bolivariana de Venezuela, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala y México.
Los únicos focos en América Latina donde la transmisión está en curso es entre los indígenas yanomamis que viven en la selva amazónica que limita con la República Bolivariana de Venezuela y Brasil. En mayo de 2014, los dos países firmaron un acuerdo para mejorar las intervenciones a lo largo de su frontera compartida.
La enfermedad
La oncocercosis humana (ceguera de los ríos), una enfermedad parasitaria causada por el gusano filiforme Onchocerca volvulus, se transmite por las picaduras de moscas negras (Simulium spp.) que se reproducen en ríos y arroyos rápidos, principalmente en aldeas remotas ubicadas cerca de tierras fértiles donde la gente depende de la agricultura.
No hay vacuna o medicamento para prevenir la infección con O. volvulus.
Los síntomas son causados por microfilarias que circulan en el tejido subcutáneo humano e inducen respuestas inflamatorias intensas, especialmente cuando mueren. Incluye picazón intensa y varias lesiones en la piel. En la mayoría de los casos, los nódulos se desarrollan debajo de la piel. Algunas personas infectadas desarrollan lesiones en los ojos que pueden causar discapacidad visual y ceguera permanente.
Más del 99% de las personas infectadas viven en 31 países africanos; la enfermedad también existe en algunos focos de América Latina y el Yemen.