La Ley de Promoción de la Alimentación Saludable que logró dictamen positivo con amplia mayoría en plenario de comisiones de Diputados adopta el etiquetado frontal de advertencias que utiliza el modelo de perfil de nutrientes de la OPS, entre otros aspectos.
Buenos Aires, 14 julio de 2021 (OPS/OMS).- La Cámara de Diputados de la Nación emitió ayer dictamen favorable al proyecto de Ley de Alimentación Saludable, tras su tratamiento en el plenario de las comisiones de Legislación General, de Salud, de Industria y de Defensa del Consumidor. De este modo queda cumplimentando el paso previo para su tratamiento en el recinto.
La representación en Argentina de la Organización Panamericana de la Salud/ Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) celebra este nuevo paso de Argentina hacia la concreción del marco normativo que incorpora al modelo de perfil de nutrientes de la OPS como parámetro para identificar productos procesados y ultraprocesados con excesivo contenido de azúcares, grasas y sodio.
“El dictamen favorable al proyecto aprobado en el Senado con la inclusión del perfil de nutrientes en el etiquetado es un paso fundamental para una alimentación más saludable, con un impacto importante en disminuir la obesidad y la carga de muerte por enfermedades no transmisibles en Argentina”, afirmó el Representante interino de la OPS/OMS, Paolo Balladelli.
El proyecto de ley capitaliza las experiencias y evidencias generadas a nivel nacional e internacional con relación al etiquetado frontal de alimentos, al mejoramiento de los entornos alimentarios escolares y a la protección de la población infantil de la publicidad de productos no saludables.
Varios países de la región han avanzado con regulaciones similares. Desde OPS se sigue brindando apoyo para que el proyecto de ley logre su aprobación sin modificaciones y se convierta en ley.
Sobre el Modelo de Perfil de Nutrientes de la OPS
El Modelo de Perfil de Nutrientes de la OPS establece umbrales para la clasificación de productos alimenticios procesados y ultraprocesados con relación a sus cantidades de azúcares, grasas, grasas saturadas, grasas trans y sodio. Está basado en las metas de ingesta de nutrientes de la población de la OMS, que se ajustan de acuerdo con las necesidades energéticas de las personas, y no en una cantidad fija por día. También tiene en cuenta las dietas equilibradas para cada grupo etario.
Este modelo no se aplica a los alimentos frescos, naturales o mínimamente procesados como frutas, verduras carnes, pollo, pescado, arroz, fideos secos, polenta, harinas y legumbres, ni tampoco a los ingredientes para cocinar como aceite y sal de mesa o el azúcar.
Es una herramienta para la formulación y aplicación de diversas estrategias reglamentarias relacionadas con la prevención y el control de la obesidad y el sobrepeso, como la restricción de la comercialización de alimentos y bebidas poco saludables a los niños, la reglamentación de los alimentos en el entorno escolar, y el uso de etiquetas de advertencia en el frente del envase, entre otras.