Ginebra, 13 de julio de 2009 (OMS).- El Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE) de la OMS recomendó que como parte de la estrategia de vacunación contra la pandemia de gripe A(H1N1), los países deben fijarse como objetivos proteger la integridad del sistema de asistencia sanitaria y la infraestructura esencial del país; reducir la morbilidad y la mortalidad; y disminuir la transmisión del virus pandémico en las comunidades.
Según el SAGE, los Estados tienen a su disposición una gran variedad de estrategias de vacunación para alcanzar estas metas, pero la que elijan deberá tener en cuenta la situación epidemiológica, los recursos y la capacidad del país para tener acceso a la vacuna, emprender campañas de vacunación dirigidas a los grupos destinatarios y aplicar otras medidas de mitigación distintas de la inmunización.
Se considera que en estos momentos la pandemia es moderadamente grave, pues la mayoría de los pacientes sufren una afección que remite espontáneamente y no deja secuelas. No obstante, algunos grupos -como las embarazadas, las personas aquejadas de asma y otros trastornos crónicos y quienes padecen una obesidad patológica. tienen un riesgo mayor de sufrir un cuadro grave e incluso morir a consecuencia de la gripe.
Habida cuenta de que se considera imparable la propagación del virus, la vacuna será necesaria en todos los países. El SAGE recalcó la importancia de esforzarse en lograr la equidad entre los países por lo que se refiere al acceso a las vacunas elaboradas para hacer frente a la gripe pandémica (H1N1) 2009.
El grupo transmitió las siguientes recomendaciones a la directora general de la OMS, Margaret Chan:
Como primera medida prioritaria para proteger la infraestructura sanitaria esencial, los países deberán vacunar al personal que presta asistencia. Como al principio no habrá vacunas suficientes, se puede considerar la conveniencia de adoptar un método gradual para vacunar a determinados grupos. El SAGE propuso los siguientes grupos, no sin antes subrayar que los países tienen que determinar el orden de precedencia según las condiciones específicas de cada uno: las embarazadas; los niños mayores de 6 meses de edad que padezcan algún trastorno crónico; adultos jóvenes sanos de 15 a 49 años de edad; niños sanos; adultos sanos de 50 a 64 años; y adultos sanos a partir de los 65 años.
Como algunas vacunas contra la gripe pandémica se producen mediante tecnologías nuevas y su inocuidad no se ha evaluado ampliamente en ciertos grupos de población, es muy importante implantar mecanismos de farmacovigilancia de la mayor calidad posible. Además, será imprescindible que los resultados de los estudios de capacidad inmunógena y de inocuidad y eficacia efectuados con posterioridad a la entrada en el mercado se intercambien rápidamente en la comunidad internacional para que los países puedan hacer los ajustes pertinentes en sus normas de vacunación.
En vista de que las previsiones indican que no habrá vacunas suficientes a escala mundial y de la necesidad de protección contra las cepas del virus que experimentan la llamada "deriva génica", el SAGE recomendó fomentar la producción y el uso de vacunas que contienen coadyuvantes de aceite y agua y las elaboradas con virus vivos atenuados.
Considerando que casi ha llegado a su fin la producción de la vacuna estacional para la temporada gripal 2009-2010 en el hemisferio norte, y que por lo tanto no es probable que afecte a la producción de la vacuna antipandémica, el SAGE no consideró necesario recomendar que se deje de elaborar la vacuna estacional para concentrarse en la producción de la vacuna antipandémica.
La directora general de la OMS hizo suyas estas recomendaciones el 11 de julio de 2009, y reconoció que estaban bien adaptadas a la situación actual de la pandemia. Agregó que las recomendaciones tendrán que modificarse conforme surja nueva información.
El SAGE fue establecido por el director general de la OMS en 1999 como el principal grupo asesor de la Organización en materia de vacunas e inmunización. Está formado por 15 miembros a título personal de todo el mundo que representan una gran variedad de disciplinas, a saber: epidemiología, salud pública, vacunas, pediatría, medicina interna, infectología, inmunología, reglamentación farmacéutica, gestión de programas, aplicación de las vacunas y administración de la asistencia sanitaria.
En la reunión del SAGE participaron también algunos miembros del grupo asesor especial sobre la vacuna contra la gripe A (H1N1), directores de los grupos asesores regionales y expertos independientes. Asistieron observadores de la industria y las autoridades normativas, que no intervinieron en la formulación de las recomendaciones para evitar conflictos de intereses.