Del 10 al 12 de diciembre de 2024 se llevó a cabo en Tegucigalpa el Taller de Manejo, Transporte y Diagnóstico Laboratorial de Dengue, una capacitación clave para el fortalecimiento de la red de laboratorios de Honduras en la vigilancia del dengue. Este evento tuvo como objetivo principal mejorar las competencias técnicas de los microbiólogos responsables de la vigilancia en las 20 regiones sanitarias, estandarizando procesos y mejorando la calidad de los datos generados para la vigilancia epidemiológica.
Durante el taller, los participantes se capacitaron en el uso de técnicas avanzadas como ELISA para NS1 e IgM, complementadas con fundamentos teóricos sobre genómica y RT-PCR. Además, se abordaron otros arbovirus de relevancia epidemiológica, como Chikungunya (CHIKV), Zika (ZIKV), fiebre amarilla (YFV), Mayaro (MYV) y Oropouche (OROV), revisando los algoritmos diagnósticos específicos para cada uno, con el propósito de garantizar precisión y confiabilidad en los datos de vigilancia.
La capacitación incluyó sesiones teóricas y actividades prácticas realizadas en el Laboratorio Nacional de Virología, donde se trataron aspectos fundamentales como:
- Refuerzo de las prácticas de bioseguridad para proteger al personal y preservar la calidad de las muestras.
- Revisión y aplicación de algoritmos de diagnóstico y criterios epidemiológicos.
- Definiciones de caso para la estandarización de procesos en la red de laboratorios.
- Elaboración y validación de Procedimientos Operativos Estándar (POE).
- Recomendaciones para articular el trabajo de laboratorio con la vigilancia epidemiológica, promoviendo un enfoque integral en el control de arbovirus.
- Optimización de procesos para garantizar datos de mayor calidad y consistencia en la vigilancia.
Esta actividad fue el resultado de un esfuerzo colaborativo entre la Secretaría de Salud, el proyecto Unidos contra el dengue, salvando vidas cada día —financiado por la Unión Europea—, y la cooperación técnica de la OPS. Esta alianza demuestra cómo la sinergia institucional puede generar avances significativos en la capacidad del sistema de salud para responder a retos epidemiológicos de gran escala.