Ginebra, 13 de noviembre de 2009 (OMS).- Las mujeres viven de seis a ocho años más que los hombres, sin embargo no llevan una vida más sana. A esa conclusión arribó el informe Las mujeres y la salud: los datos de hoy, la agenda de mañana de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según la OMS, las sociedades del mundo entero siguen fallando a la mujer en momentos clave de su vida, particularmente en la adolescencia y la vejez, y exhortó a actuar más allá del sector sanitario para mejorar la salud.
Durante la presentación del informe el lunes pasado en Ginebra, Suiza, la directora general de la OMS, Margaret Chan, pidió una acción urgente tanto en el sector de la salud como en otros sectores para mejorar la salud y la vida de las mujeres y las niñas de todo el mundo.
"Es hora de compensar a las mujeres y las niñas, garantizarles la atención y el apoyo que necesitan para que en todo momento de su vida puedan gozar de uno de los derechos humanos fundamentales como es el derecho a la salud", sostuvo y evaluó que "si se niega a las mujeres la oportunidad de desarrollar plenamente su potencial humano, incluida sus posibilidades de llevar una vida más sana y, al menos, un poco más feliz ¿está verdaderamente sana la sociedad en su conjunto? ¿Qué nos dice esto acerca del estado del progreso social en el siglo XXI?".
Según el estudio, en el mundo entero, el grueso de la atención sanitaria está a cargo de las mujeres, ya sea en el hogar, en la comunidad o en el sistema de salud, y sin embargo, en esa atención aún no se abordan las necesidades y los problemas específicos de las mujeres a lo largo de su vida.
Hasta el 80 por ciento de toda la atención de salud y el 90 por ciento de la atención de enfermedades relacionadas con el VIH/sida se prestan en el hogar, casi siempre por parte de mujeres. No obstante, con demasiada frecuencia, las mujeres carecen de apoyo, de reconocimiento y de remuneración en esa función esencial.
Por otro lado, a la hora de atender a las necesidades de salud de la mujer, es más probable que se disponga de ciertos servicios, como la atención durante el embarazo, que de otros como los de salud mental, violencia sexual y detección y tratamiento del cáncer de cuello de útero.
Por otra parte, en muchos países los servicios de salud sexual y reproductiva tienden a centrarse exclusivamente en las mujeres casadas dejando de lado las necesidades de las que no lo son y de las adolescentes. Son pocos los servicios que se ocupan de otros grupos marginados de mujeres, como las consumidoras de drogas por vía intravenosa, las pertenecientes a minorías étnicas y las mujeres de las zonas rurales.
El VIH, las dolencias relacionadas con el embarazo y la tuberculosis siguen siendo unas de las principales causas de muerte de las mujeres de entre 15 y 45 años en el mundo entero. No obstante, a medida que la mujer envejece, las enfermedades no transmisibles pasan a ser las principales causas de defunción y discapacidad, particularmente después de los 45 años.
En todo el mundo, los ataques cardíacos e ictus, con frecuencia considerados problemas "masculinos", son también las dos principales causas de muerte de las mujeres. Como las mujeres suelen presentar síntomas diferentes que los hombres, las cardiopatías muchas veces no se les diagnostican correctamente. También tienden a padecer estas enfermedades más tarde que los hombres.
Dado que las mujeres suelen vivir en promedio entre seis y ocho años más que los hombres, representan una proporción creciente de la población de mayor edad. Las sociedades tienen que prepararse ya para abordar los problemas de salud y los costos asociados con la tercera edad y prever los grandes cambios sociales que se producirán en la organización del trabajo, la familia y el apoyo social.
La falta de acceso a la educación, a cargos de responsabilidad y al ingreso puede limitar las posibilidades de la mujer de proteger la propia salud y la de su familia. Aunque existen grandes diferencias respecto de la salud de la mujer entre las regiones, los países y las clases socioeconómicas, las mujeres y las niñas afrontan problemas similares, en particular la discriminación, la violencia y la pobreza, que aumentan su riesgo de mala salud.
"No veremos progresos significativos mientras las mujeres sigan siendo consideradas ciudadanas de segunda clase en tantas partes del mundo", señaló Chan. "En muchas sociedades los hombres ejercen el control político, social y económico. El sector de la salud no puede permanecer ajeno a ello. Estas desiguales relaciones de poder se traducen en una desigualdad de acceso a la atención de salud y una desigualdad en el control de los recursos sanitarios", consideró.
En el informe se procura identificar áreas clave de reforma, tanto dentro como fuera del sector de la salud. Ello comporta determinar mecanismos para establecer un liderazgo más firme con la plena participación de organizaciones femeninas, fortalecer los sistemas de salud para que atiendan mejor las necesidades de las mujeres a lo largo de su vida, propiciar cambios en la política pública para conocer de qué manera los determinantes sociales y económicos de la salud afectan adversamente a las mujeres, y dotarse de una base de conocimientos que permitan un mejor seguimiento de los progresos.
Plan de Acción para la Igualdad de Género
Por otro lado, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanzó un nuevo esfuerzo de cinco años para impulsar la igualdad de género en salud en América Latina y el Caribe, a través de políticas y programas de salud que lleven en cuenta y atiendan las diferentes necesidades de salud y los riesgos que enfrentan los hombres y las mujeres.
https://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=2004&Itemid=1
Salud de la mujer
Datos principales:
- Por término medio, las mujeres viven de seis a ocho años más que los hombres.
- En 2007, la esperanza de vida al nacer de las mujeres era de más de 80 años en 35 países, pero tan sólo de 54 años en la Región de África.
- Las niñas tienen muchas más probabilidades que los niños de padecer abusos sexuales.
- En los países de ingresos medio-altos, los traumatismos por accidentes de tránsito son la principal causa de mortalidad entre las adolescentes.
- El 99% del medio millón de muertes maternas que se registran cada año se produce en países en desarrollo.
- El cáncer de mama es el tipo de cáncer más mortífero entre las mujeres de 20 a 59 años en los países de ingresos altos.
- A nivel mundial, las enfermedades cardiovasculares, a menudo consideradas un problema "masculino", son la principal causa de mortalidad entre las mujeres.
Lactantes y niños (0 a 9 años)
Tanto las tasas de mortalidad como las causas de mortalidad son similares para los niños y para las niñas durante la infancia y la adolescencia. Los partos prematuros, la asfixia neonatal y las infecciones son las principales causas de mortalidad durante el primer mes de vida, que es cuando las tasas de mortalidad son más elevadas.
La neumonía, la diarrea y el paludismo son las principales causas de mortalidad en los cinco primeros años de vida, y a ellas contribuye de forma importante la malnutrición.
A nivel mundial, las niñas menores de cinco años tienen más probabilidades de padecer sobrepeso que los niños, factor que -junto a la obesidad- puede dar lugar a la aparición de enfermedades cardiovasculares, diabetes, trastornos del aparato locomotor y algunos tipos de cáncer en etapas posteriores de la vida.
Las niñas tienen muchas más probabilidades que los niños de sufrir violencia sexual (cualquier tipo de abuso sexual: un 8,7% de niños frente a un 25,3% de niñas a nivel mundial).
Adolescentes (10 a19 años)
Traumatismos involuntarios: Los traumatismos provocados por accidentes de tránsito son la principal causa de mortalidad entre las adolescentes (10 a 19 años) en los países de ingresos medio-altos.
Salud mental: Los suicidios y los trastornos mentales contribuyen en gran medida a la carga de morbilidad y mortalidad en todas las regiones.
VIH/sida: La incidencia de la infección por VIH es alta en casi todos los países con una epidemia generalizada de VIH. Las adolescentes están expuestas a tener relaciones sexuales poco seguras, y a menudo no deseadas o forzadas, que pueden hacer que contraigan el VIH/SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual y dar lugar a embarazos no deseados y abortos peligrosos.
Embarazos de adolescentes: Las complicaciones del embarazo son una importante causa de mortalidad entre las jóvenes de 15 a 19 años de los países en desarrollo; los abortos peligrosos -practicados por personas no preparadas en condiciones de falta de higiene- contribuyen en gran medida a esas muertes.
Abuso de sustancias: Las adolescentes consumen cada vez más tabaco y alcohol, lo que puede poner en peligro su salud, sobre todo en una etapa posterior de su vida, al igual que la mala alimentación y la falta de ejercicio físico. Se ha comprobado que la publicidad del tabaco se orienta cada vez más al sexo femenino.
Mujeres en edad reproductiva (15 a 44 años) y mujeres adultas (20 a 59 años)
VIH/sida: Para las mujeres en edad reproductiva (15 a 44 años), el VIH/SIDA es la principal causa de mortalidad y morbilidad en el mundo entero, mientras que las relaciones sexuales no seguras constituyen el mayor factor de riesgo en los países en desarrollo. Los factores biológicos, la falta de acceso a información y servicios de salud, la vulnerabilidad económica y la relación de poder desigual en las relaciones sexuales exponen especialmente a las mujeres jóvenes al riesgo de contraer la infección por VIH.
Salud materna: Todos los años, el 99% de los cerca de medio millón de muertes maternas registradas se producen en países en desarrollo. Pese al incremento del uso de anticonceptivos en los últimos 30 años, siguen siendo muchas las necesidades sin atender en todas las regiones. Por ejemplo, en el África subsahariana, una de cada cuatro mujeres que desea espaciar sus embarazos o dejar de tener hijos no utiliza ningún método de planificación familiar.
Tuberculosis: La tuberculosis está a menudo relacionada con la infección por VIH y es la tercera causa más importante de mortalidad entre las mujeres en edad reproductiva (15 a 44 años) de los países de ingresos bajos y a nivel mundial. Asimismo, se sitúa en el quinto lugar a nivel mundial entre las mujeres de 20 a 59 años.
Traumatismos: Los traumatismos provocados por accidentes de tránsito figuran entre las 10 causas principales de mortalidad de las mujeres adultas (20 a 59 años) a nivel mundial. Además, en la Región de Asia Sudoriental, las quemaduras son una de las mayores causas de mortalidad entre las mujeres de 15 a 44 años. Las mujeres sufren lesiones y mueren por causas relacionadas con el fuego en mucha mayor medida que los hombres. Numerosas muertes se deben a accidentes ocurridos en la cocina y muchas son resultado de casos de violencia por parte de la pareja y violencia en el hogar.
Cáncer del cuello uterino: El cáncer del cuello uterino es el segundo tipo de cáncer más frecuente en la mujer, y prácticamente todos los casos están relacionados con la infección genital por papilomavirus humanos (PVH). Cerca de un 80% de los casos y una proporción aún mayor de las muertes por esta causa se registran hoy en países de bajos ingresos, donde prácticamente no hay acceso a la detección y tratamiento de esta enfermedad.
Violencia: La violencia contra la mujer está generalizada en todo el mundo. Las mujeres que han sido víctimas de abusos físicos o sexuales presentan tasas más elevadas de enfermedad mental, embarazo no deseado y aborto, tanto espontáneo como inducido, que las que no han sufrido esos abusos. La mayoría de las agresiones contra las mujeres son cometidas por varones con los que tienen una relación íntima. En muchos conflictos se utiliza también cada vez más la violencia sexual como táctica de guerra.
Depresión y suicidio: Las mujeres son más propensas que los hombres a la depresión y la ansiedad. Unos 73 millones de mujeres adultas sufren cada año en todo el mundo un episodio de depresión mayor. Se calcula que los trastornos mentales, entre otros la depresión, afectan aproximadamente a un 13% de las mujeres en el año siguiente al parto. El suicidio es la séptima causa de muerte entre las mujeres de 20 a 59 años.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): El consumo de tabaco y el uso de combustibles sólidos para cocinar y calentarse son los principales factores de riesgo de EPOC en la mujer. Las mujeres son quienes suelen cocinar, por lo que su carga de EPOC causada por exposición al humo en interiores es un 50% más elevada que en los hombres.
Mujeres de edad avanzada (60 años o más)
Las mujeres tienden a vivir más que los hombres, por lo que representan una proporción cada vez mayor de la población anciana. A nivel mundial, en 2007 el 55% de los adultos de 60 años o más eran mujeres, y entre los de 70 años o más la cifra correspondiente era del 58%. Las enfermedades crónicas, en especial las cardiovasculares y la EPOC, son la causa del 45% de las muertes de mujeres de 60 años o más. Otro 15% de esas muertes se debe al cáncer, sobre todo de mama, pulmón y colon. La mayoría de los problemas de salud de las mujeres de edad avanzada están relacionados con factores de riesgo que aparecen en la adolescencia y la edad adulta, como el consumo de tabaco, el sedentarismo y las dietas malsanas. Otros problemas de salud debilitantes de las mujeres de edad avanzada son la pérdida de visión (en particular por cataratas) y audición, la artritis, la depresión y la demencia.
Enfermedades cardiovasculares: infartos de miocardio y accidentes vasculares cerebrales: A escala mundial, las enfermedades cardiovasculares (principalmente los infartos de miocardio, la cardiopatía isquémica y los accidentes vasculares cerebrales), a menudo consideradas un problema "masculino", son la principal causa de muerte de las mujeres de edad avanzada. Los síntomas de las mujeres y los hombres suelen ser distintos, lo que contribuye a que algunos casos femeninos de cardiopatía pasen inadvertidos. Las mujeres también tienden a presentar cardiopatías más tardíamente que los hombres. El tabaco está relacionado con cerca de un 10% de los casos de enfermedad cardiovascular en la mujer.
Cáncer de mama, pulmón y colon: Estos tres tipos de cáncer se encuentran entre las diez causas de muerte más frecuentes en las mujeres de edad avanzada de todo el mundo. La incidencia (nuevos casos) de cáncer de mama es mucho mayor en los países de ingresos altos que en los de ingresos bajos o medios, pero la mortalidad es similar. Esto se debe a la disponibilidad de mejores tratamientos en los países de ingresos altos. Por otra parte, tanto la incidencia como la mortalidad del cáncer de pulmón y colon son mayores en los países de ingresos altos. A escala mundial, el 71% de las muertes por cáncer de pulmón se debe al consumo de tabaco.