Expertos y representantes de Argentina, Brasil y Paraguay acordaron hoy pautas para la vigilancia, el control y la prevención de la Leishmaniasis Visceral, (LV) que puede ser fatal y se ha extendido a las áreas urbanas. El inicio de la primavera y la inminencia de la temporada de verano hacen necesario redoblar la vigilancia, pues el calor favorece la transmisión de la enfermedad.
Foz do Iguazú, Brasil, 24 de septiembre de 2009 (OPS)—Expertos y representantes de Argentina, Brasil y Paraguay acordaron hoy pautas para la vigilancia, el control y la prevención de la Leishmaniasis Visceral, (LV) que puede ser fatal y se ha extendido a las áreas urbanas.
Para los expertos, el inicio de la primavera y la inminencia de la temporada de verano hacen necesario redoblar la vigilancia y los controles pues el calor favorece la transmisión de la enfermedad, una zoonosis transmitida del perro al hombre por un insecto picador llamado Lutzomia longipalpis.
Según el Dr. Renato Gusmao, asesor regional de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) en lepra y leishmaniasis, "La dispersión geográfica de LV en ciertas áreas de Argentina, Brasil y Paraguay aumentó de manera preocupante y se produjo un cambio en la epidemiología de la enfermedad que se instaló en áreas urbanas y peri-urbanas con un número de casos fatales mayor al esperado; para la OPS/OMS esta situación puede iniciarse inadvertidamente sin sistemas de vigilancia adecuados".
Los responsables de los programas nacionales y los científicos participantes de la reunión advirtieron sobre la necesidad de alistar mecanismos para el diagnóstico oportuno y tratamiento de los casos humanos ya que de otra manera estos pueden agravarse y en ciertos casos provocar la muerte del paciente.
Los perros infectados con o sin manifestaciones clínicas son el principal reservorio y transmisor de la enfermedad al humano; al no existir a la fecha instrumentos para evitar que los perros infectados transmitan la enfermedad al hombre y a otros perros, la conducta indicada es el sacrificio humanitario de perros infectados. Para los expertos "el tratamiento y la vacunación de perros con los productos disponibles a la fecha son desaconsejados por ser ineficaces y por que dificultan la aplicación de medidas de vigilancia y prevención de la enfermedad".
La reunión fue precedida por una reunión de investigadores especialistas en leishmaniasis, donde se analizaron los instrumentos disponibles a la fecha y se acordaron las prioridades de investigación. Dra. Zaida Yadón, consultora regional de la OPS/OMS para investigación de enfermedades transmisibles, señaló que la leishmaniasis visceral es una de las enfermedades desatendidas para las que es prioritario avanzar en el conocimiento y en el desarrollo de instrumentos de control.
Las acciones de control integradas, incluyendo la segregación y sacrificio de perros infectados y el control selectivo del vector en las áreas de mayor riesgo, acompañado por el diagnóstico oportuno y el tratamiento de personas enfermas, han demostrado que es posible disminuir el número de casos y sus consecuencias.
La leishmaniasis visceral forma parte del grupo de enfermedades consideradas desatendidas que afectan a grupos rezagados de la población. Es también una enfermedad considerada huérfana por que el desarrollo de instrumentos de control no ha sido acompañado por la atención e inversiones necesarias. Por esta razón, la eliminación de la leishmaniasis aún se considera remota.
Los representantes de los países solicitaron a la OPS/OMS que apoye la articulación de una iniciativa subregional de control y el control de la leishmaniasis visceral.
Además de responsables de los programas nacionales de Argentina, Brasil y Paraguay, estuvieron presentes representantes del gobierno de la Ciudad de Posadas, Misiones, Argentina, científicos de diferentes países de la región y los responsables de investigación, prevención y control de la sede en Ginebra de la Organización Mundial de la Salud, Dres. Jorge Alvar y Favio Zicker.
La Organización Panamericana de la Salud, establecida en 1902, trabaja con todos los países de la Región de las Américas para mejorar la salud y la calidad de vida de sus habitantes. Su secretaría funciona como Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud.
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