Gripe A (H1N1): La OPS presentó una retrospectiva de la pandemia

Buenos Aires, 11 de septiembre de 2009 (OPS).- El 60 por ciento de los casos confirmados de gripe A (H1N1) en las Américas se detectaron en personas menores de 20 años, mientras que las tasas de hospitalizaciones y de letalidad en adultos jóvenes fueron más altas en comparación con las de la gripe estacional. Así lo afirmó el gerente del Área de Vigilancia en Salud y Prevención y Control de Enfermedades de la Organización Panamericana de Salud (OPS), Jarbas Barbosa, en una presentación virtual sobre la situación actual de la nueva influenza en la región y la respuesta llevada adelante.

Nueve semanas fue el tiempo que le llevó al virus expandirse por todas las regiones de la OMS. Hasta el 3 de septiembre último,  se registraron en las Américas 120.629 casos confirmados por laboratorio y 2467 defunciones. Estados Unidos lidera la lista con 43771 casos y 556 muertes, seguido por México (21857 situaciones y 193 fallecidos); Chile (12194 casos y 130 defunciones); Canadá (10156 situaciones y 72 muertes); Argentina (8240 casos y 465 fallecidos); Brasil (6592 situaciones y 657 defunciones); Perú (6789 casos y 98 muertes); y Bolivia (1446 situaciones y 21 fallecidos).

"Las características de esta epidemia fueron similares a las de pandemias de gripe pasadas ya que el nuevo virus de la gripe que estaba circulando estaba asociado con una ola fuera de la temporada de enfermedad que afectaba a la población más joven. Los resultados indicaron protección relativa para las personas que estuvieron expuestas a las cepas de H1N1 durante la niñez antes de la pandemia de 1957", indicó el experto.

En tanto, manifestó que la aparición de la enfermedad suele ser abrupta con un período de incubación menor a los cuatro días. Los síntomas más comunes fueron fiebre alta y escalofríos en el 94 por ciento de los casos estudiados. También presentaron tos no productiva (92 por ciento), dolor de garganta (66 por ciento) y diarrea y vómitos (25 por ciento). Asimismo, se detectaron malestar general grave, cansancio y debilidad y cefalea o mialgia.

En relación con los casos graves analizados, Barbosa  señaló durante su presentación del miércoles último desde Washington que se dieron predominantemente en personas de entre 20 a 59 años. Entre un 60 y 80 por ciento presentaron trastornos subyacentes como Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), asma, diabetes, enfermedades cardiovasculares, embarazo y obesidad.

Tras un análisis de los datos de la región, Barbosa catalogó como grupos de riesgo a las embarazadas, personas con enfermedades crónicas y trastornos de salud subyacentes, niños pequeños y personas inmunodeprimidas.

El especialista de la OPS recordó las directrices de la Organización Mundial de la Salud sobre la vigilancia del virus y la enfermedad. Para los países que todavía no están afectados recomendó documentar la primera aparición del virus pandémico y recabar información suficiente para la evaluación del riesgo. Y una vez que el país está afectado, aconsejó detectar cualquier cambio en el cuadro epidemiológico, virológico o clínico.

Las acciones realizadas por la OPS

"La Organización Panamericana de la Salud ha venido colaborando con los países desde el 2004 en la preparación para una pandemia y en el Reglamento Sanitario Internacional, y está siguiendo muy de cerca la situación regional y asesorando a los países en cuanto a la vigilancia, los laboratorios y las medidas de control de la infección requeridas para identificar y tratar los casos, además de hacer el seguimiento de los contactos", sostuvo el gerente del Área de Vigilancia en Salud y Prevención y Control de Enfermedades de la oficina regional de la OMS.

Y agregó que la oficina sanitaria panamericana envío a varios países de la región expertos en epidemiología, virología, análisis de laboratorio, control de infecciones, respuesta de urgencia, logística y comunicación de riesgos, además de actualizar las directrices para el tratamiento. Además, contó, distribuyó estuches de diagnóstico para laboratorio a través de los Centros Colaboradores de la OPS a los Centros Nacionales de Gripe.

Asimismo, la institución distribuyó reservas del medicamento oseltamivir (Tamiflu); promovió teleconferencias semanales con los ministerios de salud y los jefes de epidemiología de todos los estados; proporcionó apoyo en materia de comunicación del riesgo; formuló directrices técnicas y traduce,  publica y difunde materiales de la OMS; y movilizó recursos adicionales para hacer frente a la pandemia.

Por otro lado, Barbosa recomendó a los países de las Américas adaptar sus planes y sus intervenciones a la pandemia actual, que se clasifica como moderada; calibrar su respuesta a la evaluación actual de la gravedad; adoptar medidas de salud pública basadas en la situación epidemiológica; y seguir vigilando los aumentos de la gravedad y los cambios genéticos, además de fortalecer los sistemas de salud para lograr la continuidad y los ajustes rápidos.