La Red CARMEN de coordinadores de programas sobre ENT se reúne en su 20 aniversario para revisar los avances y retos para reducir la carga por enfermedades no transmisibles en la Región de las Américas

Dr Anselm Hennis Presenting

Ottawa, 11 de abril de 2017.- Representantes de programas nacionales sobre enfermedades no transmisibles de 29 países iniciaron este 11 de abril la reunión de la Red CARMEN, con el objetivo de revisar los avances en la lucha contra las enfermedades no transmisibles (ENT) y sus factores de riesgo. También se examinaron las estrategias y proyectos innovadores para reducir la mortalidad prematura por ENT, como preparación para la para la reunión de alto nivel de las Naciones Unidas sobre las ENT que se celebrará en el 2018.

El encuentro, organizado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Agencia de Salud Pública de Canadá, coincide con el vigésimo aniversario de CARMEN, una plataforma regional de diálogo, abogacía y creación de capacidad coordinada por la Organización Panamericana de la Salud para impulsar el desarrollo e implementación de políticas y planes para reducir la carga por enfermedades no transmisibles, y particularmente el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o las enfermedades respiratorias crónicas, así como los factores de riesgo comunes: el consumo de tabaco, consumo nocivo de alcohol, alimentación poco saludable y la actividad física insuficiente. 

CARMEN, acrónimo de "Conjunto de Acciones para la Reducción Multifactorial de Enfermedades No Transmisibles", comenzó en 1997 con cinco países o territorios -Canadá, Chile, Cuba, Costa Rica y Puerto Rico-, y progresivamente se extendió hasta incorporar al resto de países de la Región. Participan en ella autoridades de salud y profesionales que trabajan en los programas nacionales de ENT en la Región de las Américas, responsables de los programas nacionales de ENT, las políticas y los servicios de salud.

En la reunión se compartieron ejemplos de las estrategias y proyectos más costo-eficaces para reducir el consumo de tabaco y el uso nocivo de alcohol y para promover la alimentación saludable, y se discutió sobre cómo fortalecer el manejo y vigilancia de las ENT. También se dio especial atención a la perspectiva multisectorial, que incluye no sólo al sector salud, sino también a otros como educación, finanzas, comercio o planeación urbanística y transporte, cuyas acciones y políticas tienen un impacto directo en la creación de ambientes saludables.

El impacto de las ENT en la Región de las Américas

Cada año mueren en la Región de las Américas aproximadamente 4.8 millones de personas por enfermedades no transmisibles, principalmente enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias crónicas. De ellas, 35% ocurren en personas que aún no han cumplido los 70 años de edad. Las enfermedades no transmisibles tienen un impacto sobre la salud y el bienestar, y constituyen un importante reto para los sistemas de salud y el desarrollo económico.

Los países de la Región se han comprometido a reducir en un tercio la mortalidad prematura por ENT para el año 2030. Para lograrlo, es necesario implementar medidas costo-efectivas para reducir el consumo de tabaco y el consumo nocivo de alcohol, promover la alimentación saludable y la actividad física e integrar las intervenciones para el manejo de las enfermedades no transmisibles en el sistema de salud a nivel de atención primaria.

Para reducir los factores de riesgo, las siguientes medidas han demostrado su eficacia: el establecimiento de impuestos al tabaco, el alcohol y las bebidas endulzadas con azúcar, la prohibición de la publicidad y comercialización de alcohol y tabaco, especialmente a los niños y jóvenes, la reducción del consumo de sal y reemplazo de grasas trans por grasas no saturadas en la formulación de alimentos ultraprocesados y la promoción y protección de la lactancia materna.

En cuanto al fortalecimiento de los sistemas de salud para atender las ENT en el nivel de atención primaria, se recomienda la implementación de directrices basadas en la evidencia para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, y las enfermedades respiratorias crónicas, así como proporcionar acceso a medicamentos esenciales y tecnologías básicas para tratar las ENT. Además, se recomienda la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) para la prevención del cáncer cervicouterino y contra Hepatitis B para prevenir el cáncer de hígado.