Buenos Aires, 10 de junio 2009 (OPS).- En Argentina superan los 5 millones. Son quienes más han vivido y representan el 13,8 por ciento de la población. Sin embargo, vivir más no siempre significa vivir bien. Conocen de historias de vida pero también de pobreza, de inequidades, de analfabetismo y de dificultades en el acceso a la salud. Padecen discriminación y distintas formas de violencia. Son quienes superaron la barrera de los 60 años y, lejos de ocupar el lugar de obsolencia al que los catapulta el imaginario social, permanecen activos y con ganas de disfrutar los años por venir.
Con el fin de asegurar el cumplimiento de sus derechos y garantizar una vejez plena, representantes de los gobiernos de América latina, de organizaciones sociales, organismos internacionales, y expertos en derechos humanos se reunieron en Buenos Aires para avanzar en la formulación de una Convención de Derechos de las Personas Mayores, un instrumento jurídico que promueva su acceso a la seguridad social y económica e introduzca los temas de envejecimiento en la agenda pública, entre otras cosas.
La actividad, que tuvo lugar el 25 y 26 de mayo pasados, fue organizada por el Ministerio de Desarrollo Social y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, con el apoyo técnico del CELADE-División de Población de la Cepal y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). La reunión fue una continuación de la Conferencia Regional Intergubernamental sobre el Envejecimiento en América Latina y el Caribe, realizada en diciembre de 2007 en Brasil, donde se adoptó la Declaración de Brasilia.
Enrique Vega, asesor regional para Envejecimiento y Salud de la OPS, brinda aquí un panorama de la situación en la región.
¿Por qué es importante la creación de esta convención?
Porque se trata de un instrumento jurídico vinculante que regulará aspectos y vacíos existentes en políticas, planes y legislaciones sobre envejecimiento no resueltos a nivel nacional. Este proceso confirma que la salud debe ser protegida de una manera amplia, utilizando un enfoque fundamentado en determinantes sociales de salud en el contexto de los derechos.
¿Cuál es el panorama de situación en envejecimiento en la región?
En el 2006, la región de las Américas tenía aproximadamente 106 millones de personas con 60 o más años de edad. En el 2050, esta cifra alcanzará aproximadamente los 310 millones; de ellas, 190 millones vivirán en América Latina y el Caribe. Hoy en día, la esperanza de vida a los 60 años se ha calculado en 21 años; 81 por ciento de las personas que nacen en la región vivirán hasta los 60 años, mientras que 42 por ciento de ellas sobrepasarán los 80. En el 2025, habrá 15 millones de personas con 80 o más años de edad. En los últimos 25 años la esperanza de vida de latinoamericanos y caribeños se incrementó en 17 años.
¿Se puede considerar a América Latina un continente envejecido?
Una región se considera envejecida demográficamente hablando cuando tiene más del 12 por ciento de su población mayor de 60 años. América Latina y el Caribe está rondando el 8 por ciento en este momento, para el 2025 sobrepasará este porcentaje y será un continente envejecido
¿Cuáles son los países con población de mayor edad?
La diversidad del proceso de envejecimiento es una característica en América Latina; mientras Barbados, Cuba, Argentina y Uruguay tienen más del 15 por ciento de su población mayor de 60 años y son considerados desde ya países demográficamente viejos, otros como Haití, Bolivia y Guatemala tienen sólo un 6 por ciento y son los Estados más jóvenes del continente. El Caribe que con su 11 por ciento de adultos mayores, es la región en desarrollo más vieja del planeta, pero tiene en su seno a Haití, uno de los países más jóvenes y de menos expectativa de vida al nacer del mundo en desarrollo.
¿De qué depende sobrepasar la barrera de los 60 años?
Los incrementos en la longevidad se deben esencialmente a las disminuciones importantes de la mortalidad a partir de la década de los ‘40, que resultaron de mejores intervenciones médicas y de salud pública, con la reducción de las muertes por enfermedades infecciosas y en las etapas tempranas de la vida. Sin embargo, el aumento de la supervivencia no ha ocurrido a la par de mejoras comparables en el bienestar, la salud y la calidad de vida.
¿Cuál es la situación económica de los adultos mayores?
Todos los países de la Región envejecen, pero en América Latina y el Caribe esta transición no se ha asociado con una situación económica favorable como sucedió en las regiones de mayor desarrollo económico. Se envejece demográficamente cuando todavía no se dispone de suficientes recursos económicos. Según el estudio Salud, Bienestar y Envejecimiento (SABE), dirigido por la OPS; cerca de 50 ciento de los mayores entrevistados dijeron no tener recursos económicos para satisfacer sus necesidades diarias, y una tercera parte de ellos no disponía de jubilación, pensión ni trabajo remunerado.
¿El analfabetismo es alto en los adultos mayores de la región?
Los niveles de escolaridad son más bajos que los de la población general y los niveles de analfabetismo son muy altos. En las regiones más desarrolladas de la región la alfabetización rozaba la universalidad en todos los países, con contadas excepciones. Pero en el año 2000, en las menos desarrolladas, aproximadamente la mitad de las personas de 60 años o más eran analfabetas. Sólo el 30 por ciento de las mujeres y el 60 por ciento de los hombres en este grupo sabían leer y escribir.
¿Quiénes se encargan del cuidado de los mayores?
En la región son las familias las que cuidan a la mayoría de las personas mayores, especialmente las mujeres (90 por ciento). Estos cuidadores generalmente mayores de 50 años están sometidos a altísimos niveles de stress, el 60 por ciento de ellos refieren que “no pueden más” y un poco más del 80 por ciento refieren tener problemas para “afrontar los gastos”. Sin embargo, la existencias de programas de apoyo a estas personas es escaso en la mayoría de los países.
¿Cuál es la situación de salud de los adultos de la región?
Según el estudio SABE, en América Latina y el Caribe menos del 50 por ciento de las personas mayores de 60 años señala tener buena salud; por otro lado, las mujeres latinoamericanas y caribeñas dicen que su salud es peor en comparación con los hombres y al menos un 20 por ciento de los integrantes de este grupo de edad tienen afectada la capacidad funcional básica, lo que exige cuidados permanentes en el hogar o en instituciones.
¿Cuáles son las enfermedades más comunes que padecen?
Dos de cada tres personas mayores en América Latina y el Caribe reportaron tener una de seis enfermedades crónicas frecuentes a esa edad (hipertensión arterial, diabetes, cardiopatía, enfermedad cerebrovascular, artropatías o enfermedad pulmonar crónica). La presencia de factores de riesgo es muy alta, se encontró que dos de cada tres, tenían al menos dos factores de riesgo dentro de los tomados en cuenta (hábito de fumar, sobrepeso o la falta de actividad física rigurosa). El 61 por ciento tenía sobrepeso y de ellos la mitad eran obesos, tres de cada cuatro no hacia actividad física enérgica y uno de cada cuatro hombres fumaba.
¿Qué pasa con la calidad de la atención en salud que reciben?
Los temas de cobertura de servicios de salud para las personas mayores están lejos de ser resueltos y los que tienen acceso todavía no reciben servicios cualificados especialmente por la falta de preparación de los recursos humanos. A pesar de los acuerdos de Madrid y de la Santiago de Chile los niveles de fragmentación de los servicios impiden una atención continua adecuada a las personas mayores y no logran garantizar la recuperación adecuada de su salud. Sólo el 2 por ciento de los países tienen metas de promoción en personas mayores de 60 años.
¿Qué otros aspectos son poco abordados?
Especialmente la vigilancia del abuso y maltrato y por ende de los derechos humanos de las personas institucionalizadas, es un aspecto que deberá trabajarse con fuerza.
¿Por qué el tema adultos mayores no es una prioridad para los gobiernos?
A pesar de que las consecuencias de este fenómeno para la seguridad social y la salud pública son tangibles, la región todavía carece de una visión integral de la salud de las personas mayores. El conocimiento sobre sus necesidades de salud y atención no es uniforme y la mayoría de los sistemas de salud no cuentan con indicadores que permitan el seguimiento y el análisis de los efectos de las medidas sanitarias. La cobertura, la continuidad de la atención y el acceso geográfico, físico, económico y cultural, sin discriminación a los servicios de salud es deficiente y los que tienen acceso aún no reciben servicios adecuados a sus necesidades.
¿Qué recomendaciones hace la OPS para mejorar la calidad de vida de los mayores?
La OPS trabaja en un plan de acción destinado a fortalecer las oportunidades que tiene la región de fomentar una longevidad sana y en el se identifican cuatro áreas críticas: que la salud en America Latina esté en las políticas públicas y que devengan en programas y se implementen; adaptar los sistemas de salud para afrontar los retos asociados con el envejecimiento de la población; capacitar a los recursos humanos sobre las particularidades de la atención del adulto mayor; y generar información para ejecutar y evaluar las acciones que mejoren la salud de la población mayor. Se debe trabajar ahora porque los viejos no pueden esperar.