Hacia una ley de salud mental en Argentina

Buenos Aires, 10 de diciembre de 2009 (OPS).- El proyecto de ley Nacional de Salud Mental de Argentina, que fue aprobado en octubre de 2009 en la Cámara de Diputados y girado a Senadores —donde será tratado el año próximo- constituye un paso gigantesco en la dirección trazada por la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), al estar basado en evidencias científicas y el respeto por los derechos humanos.

Las sociedades y gobiernos aun no reconocen enteramente la notable carga de los trastornos mentales en la población y no se han desarrollado políticas y programas para intentar reducirla. Tanto es así que suman tanto las personas que reciben atención como las que la necesitan y no la reciben, una brecha costosa en términos emocionales y económicos.

Un hecho curioso es que quienes objetan la atención en la comunidad olvidan que ésta alberga continuamente en su seno a personas con trastornos mentales no tratados.

El estigma hacia la persona con trastornos mentales y su familia, las instituciones e, incluso, los profesionales constituye un segundo problema.  Parte del estigma público y privado se genera en los hospitales mentales o manicomios, donde las violaciones a los derechos humanos, desafortunadamente, son frecuentes. Las Convenciones internacionales también tienen como objeto poner fin a estas violaciones y este proyecto de ley recoge esa intención.

De aprobarse, el proyecto permitirá formular un Plan Nacional de Salud Mental de avanzada y desarrollar programas de acuerdo con las mejores evidencias producto de la investigación y no solo basadas en la tradición y observaciones no confirmadas. A saber:

  1. Reconoce a las adicciones como trastornos mentales que requieren atención. Esto es un avance en cuanto el alcoholismo hace estragos en la salud de nuestra población;
  2. Establece lo que denomina "abordaje interdisciplinario", en cuanto reconoce que los trastornos mentales tienen origen en causas biológicas, psicológicas y sociales y de ahí la respuesta en todas estas áreas,
  3. Explicita claramente la comunicación entre las autoridades judiciales y los expertos profesionales ya que la atención psiquiátrica requiere en oportunidades la restricción de la libertad de la persona;
  4. Establece que la asignación presupuestaria debe ser conmensurable con la carga de los trastornos mentales. Debemos aspirar a un porcentaje mayor, pero el que establece este proyecto de ley (10 por ciento) es otro paso gigantesco adelante;
  5. El artículo 33 es un paso necesario frecuentemente soslayado. Se refiere a la formación del personal en las universidades. Frecuentes son los programas universitarios que omiten otorgarle a la salud mental la importancia que tiene - o la formación es inadecuada para atender las necesidades de nuestras poblaciones; y
  6. Por ultimo, propone un órgano de revisión cuyo fin es asegurar que nuestras poblaciones reciban de los profesionales bien capacitados una atención respetuosa de sus derechos a la salud.


Por todo, los méritos de este proyecto logran superar las omisiones que un ojo muy crítico pudiera encontrar y permitirá a Argentina convertirse en líder en la temática, ya que posee la "inteligentzia" y los recursos para que así sea.