Buenos Aires, 10 de octubre de 2013 (OPS/OMS).- Las personas con discapacidad son desproporcionadamente afectadas en emergencias y experimentan tasas especialmente elevadas de mortalidad en estos contextos. Por este motivo, agencias de las Naciones Unidas, entre ellas la Organización Mundial de la Salud (OMS), lanzaron una nueva guía para orientar a los trabajadores de la salud sobre las necesidades de las personas con discapacidad antes, durante y después de las emergencias, de cara al Día Internacional para la Reducción de Desastres 2013, que se conmemora este 13 de octubre.
Más de mil millones de personas viven en todo el mundo con alguna forma de discapacidad. Las emergencias pueden aumentar la vulnerabilidad y también crear una nueva generación de personas con discapacidad debido a las lesiones, la atención quirúrgica y médica básica deficiente, problemas de salud, trastornos mentales y la ruptura de las estructuras de apoyo. Las personas con discapacidad también pueden tener una mayor dificultad de acceso a alimentos, agua, vivienda, letrinas y servicios de atención de la salud en situaciones de emergencia.
Tras el terremoto y el tsunami en Japón en el 2011, las estadísticas muestran que la tasa de mortalidad para las personas con discapacidad equivale al doble que la de personas sin discapacidad. Las estimaciones de algunos países sugieren que hasta una cuarta parte de las discapacidades pueden estar asociadas con la violencia y las lesiones. Se estima que por cada niño que muere como consecuencia de los conflictos violentos, tres están heridos y permanentemente afectados.
El Día Internacional para la Reducción de Desastres 2013 se centra en el tema de la discapacidad. En ese marco, la OMS, Unicef, la Organización Internacional de Migraciones (OIM) y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja, entre otras entidades, presentaron la guía sobre discapacidad y gestión de riesgos en emergencias, que describe las acciones relacionadas con la salud que se requieren para las personas con discapacidad antes, durante y después de las emergencias.
En la publicación se esbozan las medidas mínimas de salud que deben tomar los trabajadores de la salud para asegurar que los apoyos necesarios estén disponibles para las personas con discapacidades durante una emergencia. También brinda recomendaciones e información para que la discapacidad esté incluida en el desarrollo e implementación de las acciones de salud en todos los contextos de emergencia.
En los años futuros, la discapacidad será un motivo de preocupación aún mayor, pues su prevalencia está aumentando. Ello se debe a que la población está envejeciendo y el riesgo de discapacidad es superior entre los adultos mayores, y también al aumento mundial de enfermedades crónicas tales como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y los trastornos de la salud mental. Por este motivo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que funciona como oficina regional de la OMS, promueve la incorporación del tema de la discapacidad en las políticas y programas de salud.