1 de cotubre, 2019 — En la zona oriental de Cuba, Baracoa es cuna de la Medicina Natural y Tradicional (MNT). Allí todas las personas, o casi todas, conocen sobre plantas medicinales y las utilizan. Es por eso que la representación de la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud en Cuba (OPS / OMS), junto a la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), decidieron emprender en el 2015 el proyecto “Salvaguardia de las manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial de Quiviján en Guantánamo, Cuba, relacionadas con la medicina natural y tradicional”. El propósito de esta iniciativa, donde también participan el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural y el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de la isla, radica en rescatar los conocimientos que posee la población de esta localidad sobre la popularmente denominada medicina verde.
Cuenta Olga Rufins, coordinadora del proyecto por UNESCO, que las primeras ideas en torno a una experiencia de este tipo se ubican en el año 2007, cuando ella realizó una visita a Baracoa con un grupo de colegas para rescatar las tradiciones culturales asociadas a la producción de cacao. En esa ocasión, mujeres habitantes del lugar le entregaron diferentes grupos de plantas medicinales y múltiples consejos para utilizarlas. Tiempo después, cuando conversaba sobre la posibilidad de emprender la iniciativa “Salvaguardia de las manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial de Quiviján en Guantánamo…”, todos esos recuerdos volvieron a su mente.
Fue Alejandro Hartmann, historiador de Baracoa, quien sugirió trabajar en Quiviján, y hasta allá llegaron las personas gestoras de la experiencia a desarrollar el primer taller, que tenía como objetivo conocer si la comunidad deseaba involucrarse en este proyecto, porque uno de los principios básicos de la Convención de la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial es que la comunidad misma ofrezca su consentimiento, y afortunadamente así fue. Comenta Roxana González, coordinadora por OPS / OMS, que con aquella visita todas las partes terminaron sensibilizadas: la coordinación quedó complacida con el encanto de Quiviján, de su gente, de su naturaleza, y en el oriente cubano quedaron entusiasmados con la idea de poder aportar sus saberes a la gestión del conocimiento y la ciencia.
Posteriormente, entre las acciones que se implementaron estuvieron los intercambios para formalizar el consentimiento informado con las personas lugareñas que iban a compartir lo que conocían; el desarrollo de un plan de capacitación que incluyó un inventario de conocimientos de los propios portadores; la organización de exposiciones en torno a saberes y experiencias; y la realización de un documental que recogió la historia, los resultados y, en general, la información más relevante asociada a la iniciativa.
Poco a poco el proyecto fue fortaleciéndose y las personas de Quiviján fueron apropiándose de este; y más recientemente, luego de transcurridos cuatro años de implementación, se logró la publicación del libro “La sabiduría popular y la salud”, un material que proporciona conocimientos relacionados con el uso de las plantas medicinales y que recoge varias historias de vida. El libro llegó de la mano de un documental que resume momentos clave de la iniciativa y testimonios de personas que mucho conocen sobre Medicina Natural y Tradicional.
Justamente el lanzamiento de esos productos –libro y documental– constituyó el motivo de un encuentro que tuvo lugar en la oficina de OPS / OMS en Cuba, al cual asistieron, además de Olga Rufins y Roxana González, el Dr. José Moya, Representante de OPS / OMS en Cuba; la Dra. Magaly Carrero y el Dr. Johann Perdomo, del MINSAP, y personal de la Representación de OPS / OMS en el país. De acuerdo con el Dr. Perdomo, este tipo de labor, dedicada al rescate de las tradiciones y los saberes populares, es la base para cualquier producto procedente de la medicina natural que sea probado científicamente. De ahí la relevancia que tiene una experiencia como la que ahora se comparte.
La aspiración final con este proyecto, tanto en Quiviján como en otras localidades donde sea posible trabajar en el futuro, es que toda la sabiduría sobre Medicina Natural y Tradicional se convierta en una fuente de generación de empleos, siempre en estrecha colaboración con los consultorios médicos y con las unidades farmacéuticas de las comunidades. El fin último de todas las convenciones de cultura de la UNESCO es la puesta en valor del patrimonio que se protege, para que se revierta en bienestar y en nuevas oportunidades para las poblaciones de las localidades; y qué loable si ello puede gestionarse a partir de la colaboración interorganizacional y sobre la base del respeto y el aprovechamiento de las mejores tradiciones culturales.