Santa Cruz -ubicado al oriente del país- es uno de los departamentos más afectados por el COVID-19, concentrando, en algún momento, el 60% de los casos de toda Bolivia. Pero esa situación no impidió que el personal del Programa departamental de Salud Mental brinde atención psicológica y psiquiátrica comunitaria, con acompañamiento emocional a través de un centro de llamadas o realizando visitas domiciliarias en los barrios más alejados de su capital, conocida como la ciudad de los anillos, o en los municipios rurales colindantes a la gran ciudad.
Una llamada telefónica al call center permite atender a las personas, en la mayoría, escuchando activamente a mujeres y hombres, de todas las edades, que atraviesan por ansiedad y/o depresión debido a que la pandemia los impactó: han perdido a un familiar, están contagiados y con miedo, o desesperados por que no tienen empleo.
La estrategia de intervención de Santa Cruz para atender la salud mental de su población afectada por la COVID-19 es integral y es comunitaria. El Servicio Departamental de Salud (SEDES), a través de su programa de salud mental, aplica la atención sanitaria presencial desde el primer nivel de atención a la población que atraviesa por cuadros más severos, llegando hasta ellos a sus casas, a partir de una intervención humanitaria que ayude a superar las brechas en salud mental (mhGAP).
El equipo comunitario de salud mental (ECOSAM) se despliega hasta comunidades alejadas, atravesando varios kilómetros de llanos orientales. Este traslado ayuda en la atención a pacientes impedidos de movilizarse para continuar sus controles ambulatorios o atender aquellas personas que atraviesan por trastornos mentales y del comportamiento, como consecuencia de la emergencia sanitaria.
Son 43 profesionales, entre psicólogos, psiquiatras, trabajadoras sociales, enfermeras que se trasladan al terreno, cubriendo en tres turnos, de lunes a domingo, la atención de 24 horas.
La situación de la pandemia se tornó más difícil durante las cuarentenas, especialmente para aquellas personas que requerían medicación para tratar sus cuadros psiquiátricos pre existentes o continuar los controles ambulatorios en el Hospital Psiquiátrico.
El equipo de salud mental llegó hasta la ciudadela Plan 3000, un barrio populoso, ubicado en el Distrito 8 de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Con una población cercana a los 320 mil habitantes, con un 80% de migrantes de las tierras altas de Bolivia. El Plan 3000 tuvo una de las más altas tasas de contagio de COVID-19.
En medio de la ciudadela, está la casa de Estela, está rodeada de vegetación y protegida por una barda improvisada.
Estela una mujer de 26 años, con una marcada disfunción general y los trastornos mentales desde los 14, necesita ser atendida con atención especializada.
La madre de Estela, Olga Céspedes Severiche, relata el deterioro progresivo de la salud mental de su hija con alucinaciones auditivas y delirios de persecución, señala la necesidad de contar con los fármacos y el riesgo que existe de descompensarse de no recibir ayuda. Estela, sin la medicación, tiende a fugarse del domicilio. La última vez se perdió 11 días y fue encontrada deambulando por las calles, malherida.
El ECOSAM procura una intervención donde la paciente no requiera manejo hospitalario, brinda apoyo a la familia durante la pandemia, proporciona la medicación necesaria y trata que el vecindario no estigmatice a la persona que sufre un trastorno mental. Con Estela se realizaron varias visitas domiciliarias del equipo comunitario, se inició el manejo farmacológico, se intervino en la comunidad realizando psicoeducación.
Ahora Estela está siendo tratada, accede al bono de discapacidad y a los bonos de ayuda gubernamental que le permiten a ella y su familia sostenerse económicamente durante la crisis sanitaria que se vive.
El Programa departamental de Salud Mental atendió hasta la fecha más de 625 atenciones psicológicas y psiquiátricas por medio de la línea gratuita 168 e hizo el seguimiento de casos mediante llamadas o videollamadas a través de mensajería y visitas presenciales, todo como parte de la atención primaria de salud.