La Avenida Afrânio Peixoto, más conocida como Avenida Suburbana, en Salvador, era considerada hace algunos años una de las más peligrosas de la capital bahiana. En 2010, 23 personas murieron en sus vías, un número que en 2018 cayó a 3.
Salvador era una de las capitales de Brasil con mayor incidencia de víctimas fatales en el tránsito
Antônio Carlos Magalhães Neto, alcalde de Salvador.
Las modificaciones estructurales en la Avenida Suburbana son sólo un ejemplo de las acciones desarrolladas para mejorar la seguridad vial en esta ciudad costera de casi 3 millones de habitantes.
Mejoró mucho la avenida porque antiguamente moría mucha gente. Ahora, y a partir del momento en que se instalaron los radares, dice, disminuyeron drásticamente los accidentes.
Ederaldo Jorge de Carvalho, un vecino de Salvador que transita a diario por la Suburbana.
El PVT realiza análisis rigurosos de los datos para orientar la toma de decisiones, la realización de controles de alcoholemia en las principales avenidas, obras de infraestructura para mejorar la seguridad y reducir la velocidad y acciones de educación vial.
Para Fabrizio Müller, superintendente de la Superintendencia de Tránsito y Transporte de Salvador (Transalvador), los resultados obtenidos por el programa son consecuencia de “un trabajo articulado” entre diferentes organismos, tanto públicos como privados, “en pro de un objetivo en común: la reducción de siniestros graves que causan muertes y lesiones graves”.
Al comenzar el programa, los responsables se encontraron con un gran desafío: la falta de datos estandarizados y de un sistema integrado de información que permitiera conocer la situación en su totalidad. El comité comenzó entonces a relevar y analizar los datos sobre eventos en el tránsito, sus causas para definir luego medidas basadas en evidencia para prevenir lesiones y muertes allí donde más sucedían.
Educar a las nuevas generaciones para que sean usuarios responsables de las vías también ha sido uno de los ejes del Programa Vida en el Tránsito en Salvador.
Los agentes de tránsito concurren a los establecimientos educativos y repasan con los alumnos conocimientos básicos sobre señalización, placas, velocidad y responsabilidades como peatones, incluyendo orientaciones sobre cómo cruzar la calle con seguridad.
Más de 30.000 estudiantes de preescolar hasta quinto grado de escuelas públicas y privadas de la ciudad participaron en los últimos cinco años del programa educativo “Niños Conductores del Futuro”, desarrollado por la Gerencia de Educación para el Tráfico (Gedut) de Transalvador.
El Programa Vida en el Tránsito ha sido fundamental para reducir las lesiones y muertes en el tránsito y se ha posicionado como un modelo a seguir por otras ciudades de Brasil.
Mientras en 2010 se registraron 266 siniestros fatales, en 2017 ocurrieron 121 muertes en las vías, una disminución del 54%. De esta manera, la ciudad alcanzó con tres años de antelación la meta global de reducción de las muertes en el tránsito establecida para 2020.
Creo que hay consenso de que cada vida que logremos salvar vale todo el esfuerzo desplegado para disciplinar y mejorar las condiciones del tránsito en la ciudad
Antônio Carlos Magalhães Neto, alcade de Salvador.