• Jaqueline Bazzana, referente de INTA, trabajando junto a las comunidades en el Chaco Salteño

Salud en territorio: los esfuerzos para asegurar la calidad del agua en el norte de Argentina

Los esfuerzos de las y los referentes territoriales de la Mesa del Agua del Chaco Salteño son cruciales para mejorar el acceso de las poblaciones de la zona a agua segura y a sistemas de higiene y saneamiento adecuados.


Marzo de 2022 (OPS) .- En muchas ciudades, grandes o pequeñas, abrir una canilla para servirse y tomar agua o para preparar alimentos es una tarea tan común que apenas se la advierte como parte de las rutinas diarias. Pero en algunas zonas de Argentina esto no sucede de la misma manera. En estas regiones es difícil acceder a agua y, antes de consumirla, hay que asegurarse de que sea segura, es decir, que no ponga en riesgo la salud. Tal es la realidad en el Chaco Salteño, en el norte de Argentina.

En esta extensa área alejada de grandes centros urbanos, de clima seco y cálido, habitan productores y campesinos, familias rurales y comunidades criollas y originarias de etnias como las wichí, chorote, tapiete, chulupí y guaraní. Allí acceden al agua a través de pozos someros, cañadas y cisternas para la acumulación de agua de lluvia, entre otros sistemas. Manejar estas fuentes de agua puede ser difícil, y demanda mucho tiempo y esfuerzo.

Enzo Romero, referente de Fundapaz, trabajando en territorio junto a las poblaciones de la zona.
 

El agua no siempre es apta para su uso en la producción agrícola y para el consumo humano y animal por presentar diferentes tipos de residuos nocivos.  Se estima que en la zona más de la mitad de los hogares no cuenta con la posibilidad de realizar tratamiento al agua previo a su consumo, por lo que manejarla de forma segura y conocer su calidad es crucial.

Para ello trabajan todos los días las y los referentes territoriales de la Mesa del Agua del Chaco Salteño, un espacio que reúne al estado y la sociedad civil como socios estratégicos. Junto a las comunidades adecúan los sistemas de agua y saneamiento de los hogares, comparten sus conocimientos, y monitorean la calidad del agua de la zona.

Uno de ellos es Enzo Romero, ingeniero en Recursos Naturales y Medio Ambiente, y docente y técnico de la organización civil Fundapaz. Vive y trabaja hace quince años en la localidad de Coronel Juan Solá, también conocida como Morillo. Nacido y formado en la ciudad de Salta, luego de terminar su carrera universitaria se instaló en esta zona para trabajar en temas productivos y de acceso al agua con organizaciones criollas y comunidades originarias.

Enzo durante una de las capacitaciones que brinda a las comunidades de la zona.
 

En ese ámbito, desde 2019 participa de las sucesivas capacitaciones que llevan adelante la Secretaría de Asuntos Indígenas y Desarrollo Comunitario del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia junto con la Representación en Argentina de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), como parte de la cooperación para el fortalecimiento de iniciativas que buscan mejorar el acceso y el manejo adecuado del recurso hídrico en la zona.

Este curso fue muy bueno, porque me brindó herramientas que necesitaba para poder trabajar en la zona, relacionadas con el tratamiento de los desechos de los residuos y desechos cloacales, y con el acceso al agua segura, sobre todo en la toma de muestras para los análisis de agua”, comenta Enzo al referirse a la edición 2021 del curso “Actualización en Agua, Saneamiento e Higiene para zonas rurales y población dispersa en el contexto de la pandemia de COVID-19”.

Enzo compartiendo sus saberes a las comunidades, durante un espacio de capacitación.

 

El curso les ofrece a referentes territoriales de distintas localidades y organizaciones información actualizada y materiales de comunicación, que luego comparten con las poblaciones de cada localidad. La estrategia es la de “formar formadores”: capacitar a referentes para que multipliquen los saberes con campesinos, pequeños productores, familias e instituciones con los que trabajan día a día ya que, en general, el tratamiento del agua y el manejo de residuos se realiza en domicilios, proyectos productivos y comunidades.

La capacitación tiene un gran impacto positivo para las comunidades. Nos permite ofrecer el conocimiento y los recursos a las familias de la zona, para quienes contar con agua segura es muy importante. Las personas siempre tienen mucho interés en hacer propio todo lo que les ofrecemos”, cuenta Enzo.

Referentes y comunidades asistiendo a la capacitación brindada por Enzo.

 

La continuidad de la formación es importante para lograr transformaciones duraderas, respetuosas y con pertinencia cultural para las comunidades criollas y originarias.

Hace casi 15 años que estoy acá en el Chaco salteño. La solución al tema arranca desde la formación del nivel inicial, involucra a maestras, docentes para que podamos contar con un sistema bilingüe y que se pueda interpretar el conocimiento. Hoy en día, el agua es algo importante para todas las comunidades y familias, entonces ahí vemos cómo cobra interés en las familias que se apoderen de lo que brindan estas capacitaciones”, enfatiza Enzo.

Jaqueline Bazzana, referente del INTA, arribando a la escuela donde funciona la estación de monitoreo.

 

Otra integrante de la Mesa del Agua, Jacqueline Bazzana, también destaca la importancia de estas propuestas. Ella es ingeniera agrónoma, oriunda de Santiago del Estero, pero vive hace cinco años en Santa Victoria Este, otra de las localidades del Departamento Rivadavia. Trabaja en la sede local del Instituto Nacional de Tecnologías Agropecuarias (INTA), y es profesora de la Tecnicatura Superior en Gestión Agropecuaria con orientación en recursos hídricos del Instituto de Estudios Superiores N° 6050.

Jaqueline trabajando en territorio, junto a las poblaciones de la zona.

 

Comprometida con lograr mejoras en el acceso al agua, sobre todo para acompañar el desarrollo de actividades agrícolas, Jaqueline comenta que

en esta zona hay mucha diversidad y mucha riqueza cultural. Vivir en estos territorios es difícil, dado que al ser una región muy calurosa y sin mucha infraestructura es difícil acceder al agua. Aún así, las personas ponen mucho empeño y lo consiguen”.

Jaqueline realizando análisis de la calidad del agua.


Las técnicas de muestreo siempre fueron un tema central de los cursos, debido a que los análisis de la calidad del agua estaban centralizados en laboratorios de la capital provincial. Se necesitaba saber cómo preparar las muestras, preservarlas y trasladarlas alrededor de 500 kilómetros, dependiendo de una gran cadena de personas e instituciones, para finalmente conocer el estado del agua de una determinada fuente. El proceso resultaba muy largo, costoso y complicado, y para evitarlo era necesario descentralizar los análisis de las muestras para que se realicen en las mismas comunidades.

Por ello, en octubre de 2021 la OPS donó a la provincia equipamiento portátil especializado en análisis de parámetros básicos de la calidad de agua. Esto permitió poner en marcha estaciones descentralizadas de monitoreo y control comunitario, distribuidas en distintas localidades de la zona, y operadas por instituciones de la Mesa del Agua del Chaco Salteño. Junto con la entrega se realizó una capacitación sobre su uso y mantenimiento en la Universidad Nacional de Salta, y se definió un plan coordinado de monitoreo de calidad del agua en el territorio que ya está en marcha. Además, se va acompañando la formación y el fortalecimiento de los y las referentes territoriales como técnicos en calidad del agua para consumo.

Jaqueline realizando análisis de la calidad del agua, utilizando el equipamiento donado por OPS.

 

La estación de monitoreo descentralizada en la que Jacqueline Bazzana trabaja está ubicada en las instalaciones del Colegio Secundario N° 6051 en Santa Victoria Este y es gestionada en coordinación con el instituto de estudios superiores en el que ella es profesora.

Contar con herramientas para el análisis de la calidad del agua es imprescindible. En mi caso, al estar el laboratorio dentro de una escuela, los jóvenes que estudian la Tecnicatura en Gestión Agropecuaria con orientación en recursos hídricos y los alumnos de la escuela son parte del análisis y se capacitan junto a nosotros. Esta es una iniciativa muy importante que surgió desde la Mesa del Agua”, cuenta Jacqueline.

Jaqueline trabajando para mejorar el acceso al agua segura.

 

Enzo Romero también destaca la importancia de esta experiencia inédita en la zona para los pequeños productores y las comunidades.

Tiene un impacto muy positivo. Por ejemplo, la toma de muestras para análisis de calidad del agua tiene que ser hecha en tiempo real, y entonces esto me llega a mí que me capacité, pero también a quienes yo capacito acá para que ellos también puedan hacer la toma de muestras de manera fehaciente”, comenta.

Como Jacqueline y Enzo, día a día muchos referentes territoriales de distintas instituciones del estado y de la sociedad civil trabajan incansablemente para que familias, organizaciones y comunidades sean parte del proceso y cuenten con más herramientas para no solo mejorar el acceso, sino saber cómo es el agua que consumen.

 

 

 
Más sobre la Mesa del Agua del Chaco Salteño

La mesa del agua es una iniciativa de la Secretaría de Asuntos Indígenas y Desarrollo Comunitario del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Salta que busca garantizar el derecho al agua potable de las comunidades originarias. Estado, organizaciones de la Sociedad Civil y habitantes del norte provincial avanzan sostenidamente en relevamientos actualizados de la necesidad del agua, obras de saneamiento, de construcción de pozos y cosechas de agua priorizando el trabajo participativo y comunitario.

Más sobre las estaciones de monitoreo de la calidad del agua y los equipos portátiles

Las Estaciones de Monitoreo están ubicadas en siete localidades del Departamento Rivadavia, y son gestionadas por referentes de distintas instituciones integrantes de la Mesa del Agua. El seguimiento, auditoría y vigilancia de su funcionamiento está a cargo de la Secretaría de Asuntos Indígenas y Desarrollo Comunitario del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia.
 

Las estaciones cuentan con equipamientos de manejo y mantenimiento sencillo, distribuidos en kits que contienen todo lo necesario para el análisis de parámetros básicos de control de calidad de agua de consumo humano. Cada kit incluye un equipo portátil para medir distintos parámetros como cloro residual, pH, conductividad y turbiedad; equipamiento para determinar parámetros microbiológicos como gérmenes coliformes fecales y Esquerichia coli, que consiste en medios de cultivo, una incubadora, lámparas UV, frascos esterilizados y pipetas descartables; y equipamiento de apoyo para la tarea de control de calidad compuesto por una conservadora, geles refrigerantes, alcohol, lavandina, guantes descartables y papel tisú.

Por último, dado que en la zona de las Estaciones de Monitoreo de Rivadavia Banda Sur se detectaron niveles de Arsénico superiores al límite establecido por el Código Alimentario Argentino para agua de consumo humano, la OPS proveyó un kit especialmente diseñado para la determinación semicuantitativa de Arsénico. Este kit se encuentra en la Estación de Monitoreo de La Unión, pero es utilizado de manera coordinada por las estaciones de la zona.