Enero 2021
La pandemia por la COVID-19 ha golpeado de manera particular a las poblaciones y territorios en situación de vulnerabilidad.
La pandemia por la COVID-19 ha golpeado de manera particular a las poblaciones y territorios en situación de vulnerabilidad. Ese es el caso de las comunidades indígenas guaranís, ubicadas en el Chaco boliviano, al sur del país, frontera con Paraguay y Argentina, que para resguardarse del contagio han limitado los accesos a personas ajenas a las comunidades.
La pandemia por la COVID- 19 evidenció los precarios recursos económicos que disponían algunos Centros de Salud del Chaco, así como la escasa información que poseía la población para poder enfrentar la pandemia.
El Gobierno de Japón y el Gobierno de Canadá confluyeron para cooperar con el financiamiento de un programa de capacitación y comunicación para prevenir la enfermedad de COVID-19 en las comunidades indígenas de los municipios de Gutiérrez, Lagunillas y Camiri del departamento de Santa Cruz y de Huacaya en el departamento de Chuquisaca. Desde la instalación de lavamanos portátiles autónomos para centros de salud hasta la capacitación a personal de salud y promotores comunitarios, entre otros, para beneficiar a más de 50 comunidades en el Chaco.
Las acciones fueron implementadas a través de una carta acuerdo entre el Convenio de Salud, liderado por la Escuela de Salud Tekove Katu (ubicada en Gutiérrez), y la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS). El programa desarrolló dos componentes: capacitación y comunicación de riesgo. Y ambos componentes estuvieron dirigidos a que el personal de salud y los comunarios, reduzcan las probabilidades de contagio del virus Sars-Cov2 y mitiguen la propagación de la enfermedad.
El personal de salud de las comunidades más alejadas se capacitó en un ciclo de sesiones virtuales, sorteando la mala conectividad en la región. Bajo el lema “Salud comunitaria en tiempo de COVID 19 - yayeopiambaerasiguasuiguiyaikokavivaera”, participaron casi 100 trabajadores de salud y promotores de salud de los municipios de Gutiérrez, lagunillas, Camiri y Huacaya.
Los promotores de salud, son personal voluntario, que trabajan en coordinación con el personal de salud, realizan acciones de prevención, promoción de la salud en sus respectivas comunidades, hablan el idioma guaraní y conocen en profundidad los problemas de salud de la región.
Son bastantes las necesidades de los Centros de Salud del área rural del Chaco pero contar el financiamiento de los donantes y socios de la OPS, permitió adquirir equipos de bioseguridad, insumos de limpieza y desinfección y fabricar lavamanos portátiles para los establecimientos de salud de la zona.
Con la información oportuna y precisa, la población puede estar mejor preparada para enfrentar la pandemia y otras enfermedades que afectan a las comunidades rurales chaqueñas, como son el chagas, la tuberculosis, la desnutrición, la hipertensión y otras que son parte del perfil epidemiológico de la región.
En la mayor parte de las comunidades indígenas chaqueñas, ubicadas en 16 municipios de 3 departamentos (Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija) la población habla guaraní, es por eso que se elaboraron cartillas, folletos y producciones radiofónicas en idioma castellano y guaraní, sobre las medidas de prevención de la enfermedad de la COVID-19.
La promoción del lavado de manos en las comunidades es un desafío permanente debido a que en la región el agua es un recurso limitado por la falta de lluvia y ausencia de fuentes de agua naturales.
Las comunidades sufren todos los años de este problema y enfrentar la pandemia en dichas circunstancias ha puesto en un mayor grado de vulnerabilidad a los territorios indígenas del Chaco y a las comunidades rurales.
El trabajo de promoción y atención de la salud, es sin duda un trabajo conjunto, entre todos los actores locales, como con las autoridades originarias, los promotores de salud, el personal de salud y toda la comunidad.
A pesar de las dificultades de acceso al agua, las comunidades han realizado esfuerzos para garantizar el suministro del líquido elemento porque están conscientes que a través del sencillo procedimiento del lavado de manos se pueden prevenir una gran cantidad de enfermedades, así como el COVID-19. Por tanto, es irrefutablemente que el lavado de manos es el método más efectivo para cuidar la salud de las comunidades indígenas del Chaco boliviano.