Países de las Américas. Campeones de la lucha contra la malaria

Gracias a los acuerdos internacionales establecidos por la OPS/OMS y al esfuerzo de los países de las Américas, se puede decir que, a partir de 2000 y en comparación con el resto del mundo, el continente americano ha tenido un desempeño sobresaliente en la lucha contra la malaria. Las historias de éxito en las Américas incluyen la con de alianzas, en especial desde 2000, año en el que se adoptó la estrategia mundial. Hacer Retroceder la Malaria en las Américas con el objeto de acelerar el control y eliminación de la enfermedad.

Desde entonces, han surgido varias iniciativas y colaboraciones, lideradas por la Iniciativa Amazónica contra la Malaria, establecida en 2001. Las actividades de esa última Iniciativa, junto con las de RAVREDA, también creada en 2001, ha contribuido a reducir la morbilidad y mortalidad por paludismo en 67% y 79%, respectivamente en los últimos catorce años.

Estos resultados permitieron ampliar lo aprendido a otros países fuera de la región amazónica y poner en marcha alianzas estratégicas con socios clave para documentar la resistencia a los medicamentos antimaláricos convencionales, garantizar la disponibilidad y calidad de los medicamentos y documentar y diseminar los resultados exitosos, siempre estimulando la cooperación entre los países.

Junto con la celebración del "Día de la Malaria en las Américas", todos los años el 6 de noviembre y desde 2009, se celebra la iniciativa 'Campeones contra el Paludismo en las Américas' en la cual se reconocen las mejores prácticas e historias de éxito en la lucha contra el paludismo.

Los campeones se eligen de entre proyectos u organizaciones de los países endémicos que hayan demostrado excelencia en las actividades contra el paludismo. Por ejemplo, en el 2014, se otorgó el premio 'Campeones contra el Paludismo en las Américas' a los proyectos de la República Dominicana, Honduras y Guatemala por sus logros en la prevención y el control de la malaria y el avance hacia su eliminación. Los proyectos son ejemplos de esfuerzos que contribuyeron a reducir extraordinariamente la carga de la malaria en las Américas en los últimos años. “Hemos dado un paso grandísimo, hemos visto reducir el número de casos drásticamente desde el último año” comentó un oficial del Centro Nacional de Control de las Enfermedades Tropicales (CENCET) de República Dominicana. “Me siento feliz, porque los trabajadores de la malaria siempre vienen a visitarnos, y están fumigando y haciendo acciones de control. Uno siempre vive con miedo con los niños, porque si uno lo vive bien fuerte como adulto, no quiero imaginármelo con ellos” explica Magdalina Contreras, residente de Dajabón, República Dominicana.
 


Entre 2000 y 2012, los gobiernos nacionales aportaron US$ 1.8 millones equivalente a 91,5% de la inversión total realizada. El financiamiento externo fue por un total de US$ 166 millones.

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Pruebas de diagnóstico de malaria.


La participación de los gobiernos ha sido también un pilar fundamental de la lucha activa contra el paludismo, especialmente en materia de financiación. Entre 2000 y 2012, los gobiernos nacionales aportaron US$ 1.8 millones equivalente a 91,5% de la inversión total realizada. El financiamiento externo fue por un total de US$ 166 millones, que provinieron principalmente del Fondo Mundial y de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

El compromiso político de los países de las Américas se refleja en el acuerdo firmado en 2012 por los ministros de salud de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, en apoyo a la iniciativa de Eliminación de la Malaria en Mesoamérica y la isla La Española. “Las Américas tiene una historia de liderazgo en salud pública, desde la poliomielitis al sarampión y la malaria es otro ejemplo importante”, afirmó el Director del Programa Mundial de Malaria de la OMS, Pedro Alonso. “Los mayores adelantos con respecto a la malaria, en realidad, han tenido lugar en las Américas. Otras regiones del mundo se beneficiarán enormemente de las experiencias en las Américas”.

La historia de éxito en las Américas, como modelo para otras regiones del mundo, se completa con el ejemplo de Argentina, que en 2014 solicitó oficialmente a la OMS iniciar el proceso de certificación de la eliminación del paludismo en todo su territorio nacional.