“Yo procuro que mis hijas tengan las vacunas al día para que estén sanas”, dijo con seguridad Patricia Rodríguez, vecina de Calle Blancos, San José, mientras entregaba el libro de vacunas de su hija al personal de salud que se encontraba fuera de su vivienda. Patricia reside en una de las 4 200 viviendas visitadas durante la semana del 19 al 24 de agosto de 2024, periodo durante el cual se llevó a cabo en Costa Rica el monitoreo rápido de coberturas correspondiente a la campaña extraordinaria de vacunación contra sarampión, rubéola y paperas (SRP).
Utilizando una metodología de muestreo recomendada por la Organización Panamericana de la Salud y adaptada al contexto del país, se realizaron 210 monitoreos en 70 cantones, con el objetivo de verificar si los niños y las niñas recibieron la dosis correspondiente.
La población meta de la campaña extraordinaria de vacunación de Sarampión Rubeola Paperas, fueron los niños mayores de 15 meses y menores de 10 años, por lo cual, el monitoreo de campo estuvo enfocado en esta población.
En todos los sectores del país, la población mostró anuencia a brindar la información requerida por los equipos verificadores.
Si bien el Sistema Integrado de Vacunas (SIVA) que utiliza la CCSS para el registro de las vacunas permite conocer la cantidad de dosis aplicadas en el país, los monitoreos rápidos permiten realizar una verificación de campo complementaria mediante la revisión del Carné del Niño Sano, conocido popularmente como el Libro de Vacunas. Además, el monitoreo de campo permite integrar un componente fundamental de las actividades de vacunación: la comunicación cara a cara con los padres, las madres o personas a cargo de los menores de edad.
Para verificar las coberturas de vacunación, durante el monitoreo rápido se revisan los libros de vacunas de los niños y las niñas.
En las casas que correspondía visitar según la metodología de muestreo, el equipo de verificación entrevistaba a una persona adulta y le preguntaba, como primer filtro, si allí residían niños o niñas entre 15 meses y 10 años. Si la respuesta era negativa terminaba la visita, pero si era positiva, se le solicitaba el libro de vacunas de uno de los menores para verificar si contaba o no con la dosis de campaña. En caso de que el niño o la niña formara parte de la población meta, pero no contara con la dosis respectiva, se le solicitaba anuencia al adulto para aplicársela de inmediato.
En el cantón de Río Cuarto, Dineika Pérez recibió la dosis extraordinaria de SRP durante el monitoreo de coberturas.
La verificación de los datos no es el fin último de los monitoreos rápidos de coberturas, por el contrario, se trata de una fase que permite obtener información para tomar decisiones: “una vez que finaliza esta etapa, se analiza la información obtenida para identificar las zonas donde se encontraron niños que no fueron cubiertos con la dosis adicional de la campaña” explicó Leandra Abarca, epidemióloga de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Abarca agregó que, cuando se identifiquen esos lugares, se harán estrategias complementarias para encontrar más niños en esas localidades que no hayan sido vacunados y se encuentren susceptibles.
Aunque Costa Rica ha mantenido históricamente altas coberturas de vacunación, los datos recientes identificaron una población conformada por más de 88.000 menores de edad con su esquema de SRP incompleto, lo cual los convierte en susceptibles de enfermar en caso de que se presentara algún caso importado. Esto, precisamente, fue lo que impulsó a las autoridades de salud a llevar a cabo la campaña extraordinaria contra SRP, incluyendo la etapa de final de monitoreo para llegar a cualquier miembro de la población meta que no haya sido alcanzado en los meses previos.
El sarampión es una enfermedad eliminada en Costa Rica, y para mantener ese estado, la Comisión Regional para la Eliminación solicita al país realizar procedimientos como estos para verificar las coberturas de vacunación, según comentó Aaron Agüero, funcionario de la Dirección de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud.
No obstante, tanto la campaña como la verificación van mucho más allá del cumplimiento de un requisito. “Si bien el sarampión es una enfermedad eliminada en Costa Rica, el virus puede reintroducirse si las coberturas de vacunación bajan y llega alguna persona enferma proveniente de otro país”, así lo explican todos los funcionarios cada vez que un padre o una madre consulta por qué es necesario continuar vacunando a los niños y las niñas contra esta enfermedad que fue conocida y sufrida por las generaciones mayores, pero que es lejana y casi desconocida para los más jóvenes.
Xiomara Badilla, Jefa de Epidemiología de la CCSS, explicó que precisamente como parte de los esfuerzos para evitar la reintroducción del sarampión y con el fin de sacar mayor provecho al monitoreo, de manera paralela a la verificación de las vacunas se realizó una búsqueda activa comunitaria de casos sospechosos de sarampión y de polio en personas de cualquier edad, así como de parálisis flácida aguda en menores de 15 años.
“En el último mes, ¿alguien ha presentado fiebre y erupciones que empiezan en la cara y siguen por el cuerpo?”; “en los últimos dos meses, ¿algún menor de 15 años ha tenido dificultad para mover alguna parte de su cuerpo?”, fueron las preguntas que realizaron los equipos de verificación a los habitantes de las viviendas que visitaron.
Badilla explicó que con esta verificación de signos y síntomas sería posible encontrar en terreno casos que no se hubieran reportado a los servicios de salud y, así, tomar acción de inmediato.
Trabajo en equipo, la clave para el éxito
Recorrer el país a lo largo y ancho requiere de un gran trabajo logístico, así como del conocimiento y liderazgo de los Asistentes de Atención Primaria de Salud (ATAPs), funcionarios de la CCSS responsables de visitar hogares para realizar actividades de promoción de la salud, prevención de enfermedades, vacunación, control de personas con enfermedades crónicas, entre otras. En Costa Rica, los ATAPs gozan de la confianza de la población, son conocidos por las comunidades que visitan periódicamente y hasta son capaces de recordar los nombres e historias de vida de los habitantes.
De acuerdo con Elvis Delgado, Coordinador del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) de la CCSS, es precisamente por este conocimiento de las comunidades que el ATAP es una figura fundamental en los monitoreos rápidos de coberturas: “El ATAP acompaña al verificador porque es quien conoce los sitios, sabe el manejo del croquis y conoce el uso del sistema de información”, explicó, e hizo énfasis en la importancia de su rol para la consecución de las metas de las campañas de vacunación.
Los ATAPs son clave por su conocimiento de las comunidades y de la aplicación en terreno del sistema informático de vacunación.
La coordinación interinstitucional también ha sido clave en esta campaña, desde su etapa de micro planificación en octubre de 2023 hasta el monitoreo de coberturas: “tenemos grandes profesionales y todo un equipo de salud de la CCSS, el Ministerio de Salud y la OPS, todos trabajando de la mano articuladamente en todo el país” afirmó Randall Smith, funcionario de la Subárea de Vigilancia Epidemiológica de la CCSS.
Equipos de verificación conformados por personal de la CCSS y del Ministerio de Salud con acompañamiento de la OPS visitaron comunidades de todo el país.
Las palabras de Smith fueron complementadas por Aaron Agüero, quien agregó a la lista al Ministerio de Educación, los Centros de Educación y Nutrición y Centros Infantiles de Atención Integral (CEN-CINAI), el Patronato Nacional de la Infancia y la Fuerza Pública, quienes tuvieron un rol activo en la etapa de implementación de la campaña extraordinaria de vacunación facilitando el acceso de los equipos vacunadores a la población meta.
“La OPS reconoce el gran trabajo que ha hecho Costa Rica durante décadas para mantener altas coberturas de vacunación” expresó Alfonso Tenorio, Representante de la OPS/OMS en el país. “Esto ha sido posible gracias al esfuerzo articulado de las instituciones, al gran trabajo de los equipos vacunadores y, por supuesto, a la población que les abre las puertas de sus casas y asiste a los centros de salud para asegurarse de tener las vacunas al día”, enfatizó.
Como parte de este trabajo en equipo, la OPS brindó acompañamiento técnico al país por medio de expertos regionales y nacionales, quienes brindaron asesoría en todo el proceso, desde la planificación de la campaña hasta la realización de los monitoreos, dando recomendaciones sobre la metodología y acompañando el trabajo de campo.
Elvis Delgado, Coordinador del PAI, agradeció a todos los equipos que trabajaron a lo largo y ancho del país durante la semana: “Cada día se ha desplazado a una gran cantidad de funcionarios para poder corroborar que Costa Rica tiene una muy buena cobertura y una muy buena protección para toda la salud pública”, concluyó.
Los datos fueron analizados y los informes enviados. Mientras tanto, el país continúa planificando las próximas estrategias para mantener altas sus coberturas de vacunación y continuar ostentando orgullosamente su condición de país libre de sarampión.