Bogotá, agosto 21 de 2024. Según datos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en el año 2023 la Mesa Nacional de Misión Médica registró 511 actos violentos contra la asistencia de salud en todo el país. De estos, 140 (27 %) estuvieron relacionados con los conflictos armados. La mayoría de ellos, señala el CICR, fueron contra la vida y la integridad del personal sanitario e impactaron directamente a auxiliares, enfermeros, psicólogos, odontólogos, médicos, conductores de ambulancias y equipos de salud pública, quienes sufrieron las consecuencias físicas y emocionales de estos actos.
“Los departamentos de Cauca, Chocó, Arauca, Nariño y Caquetá fueron los más afectados. En algunos de ellos, equipos completos de personal sanitario se vieron forzados a dejar de trabajar, lo que resultó en la privación total de servicios de salud para comunidades enteras”, precisa el informe.
La situación no es nueva. Como resultado de un conflicto interno armado que se extendió por más de medio siglo, dejando más de 9 millones de víctimas, se han normalizado situaciones de violencia que, a pesar de ser inadmisibles, son recurrentes. Entre ellas están las agresiones contra el ejercicio de la Misión Médica en Colombia. Estos hechos ponen en evidencia la alta vulnerabilidad a la que se encuentra expuesto el personal de salud.
La violencia en Colombia es un determinante social importante de salud y enfermedad, el cual se presenta contra el mismo sistema de salud, afectando de manera directa e indirecta el desarrollo las actividades sanitarias en el país y el logro de los objetivos en salud en las comunidad, representando un mayor riesgo de enfermedad o muerte en las poblaciones más vulnerables.