Don Pablo Hernández, cuenta que cuando comenzó la pandemia, todos en su familia estuvieron positivos por COVID-19 a excepción de él. “No se si me dio y no me di cuenta, cuando comenzaron con los síntomas pensamos que era una gripe o infección porque no sabíamos nada de los síntomas del COVID-19”.
El padece de diabetes, por lo que rápidamente se aisló para evitar enfermarse, ya que pensaba que si le daba COVID-19 se podía agravar por su enfermedad de base.
Cuando comenzó la vacunación él le tenía miedo a la vacuna y su esposa le decía que no se vacunara, “Yo veía las noticias de gente que tenía enfermedad de base y no aguantaba la dosis, yo así escuchaba los mitos, las malas lenguas como dicen” comentó.
Con el tiempo, en casa de Don Pablo todos se comenzaron a vacunar y ya le empezaban a decir que fuera a vacunarse, así que le gano más el miedo a la enfermedad del COVID-19 que el miedo a la vacuna.
Como he visto a personas mayores que yo que son diabéticos y están bien después de vacunarse, ya me motivé yo para venir a vacunarme. Yo pienso que ahora me voy a sentir un poco más seguro, pero siempre uno tiene que seguir cuidándose, protegiendo con su mascarilla y su gel.”
Terminó diciendo “si el miedo ya lo perdí, ya dimos el primer paso con la primera dosis,” asegurando que estaría pendiente para aplicarse su segunda dosis. Don Pablo fue uno de los 107,000 vacunados en el vacunatón que la Secretaría de Salud realizó el último fin de semana de julio para acelerar el despliegue de las vacunas contra la COVID-19.