Agosto, 2020 (CLAP/OPS): El Centro Latinoamericano de Perinatología, Salud de la Mujer y Reproductiva (CLAP) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) celebra cinco décadas de trabajo en investigación y cooperación técnica para mejorar la salud de las mujeres y los recién nacidos.
Durante este medio siglo el CLAP ha ido acompañando los cambios de la región, adaptando su trabajo a las necesidades de los países. Este Centro de la OPS transitó de la investigación básica en los 70 a la salud pública en los 80 y 90, traduciendo los datos en información para luego divulgarla a través de la cooperación técnica.
En ese contexto, el Centro ha brindado cooperación técnica en todos los países de América Latina y el Caribe. A su vez, más de 2.000 profesionales entre médicos obstetras y neonatólogos, enfermeras y parteras de América Latina, el Caribe y Europa se formaron en CLAP. Gracias a los conocimientos generados en el Centro se han editado en distintos idiomas más de 2.000 publicaciones sobre emergencias obstétricas, vigilancia de la mortalidad materna, auditoría de muertes neonatales, vigilancia de defectos congénitos y anticoncepción, entre otros temas.
El trabajo del CLAP también ha contribuido a reducir la mortalidad infantil y materna en la región: en los últimos 10 años hubo un descenso del 14% de muertes de recién nacidos y en cinco años, la mortalidad materna se redujo casi 17% en 14 países de la región priorizados por la OPS, lo que representa haber salvado alrededor de 500 vidas maternas.
Para la doctora Carissa F. Etienne, directora de la OPS, el CLAP brinda actualmente un aporte muy valioso para alcanzar las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a través de su cooperación técnica, “llevando las mejores prácticas basadas en evidencias, buscando alcanzar a las poblaciones más vulnerables, las que no tienen acceso a los cuidados, que son las que más lo necesitan”.
Cambios notorios en cinco décadas
Durante estos años se produjeron muchas transformaciones en la forma de nacer. Para Bremen de Mucio, asesor regional de la OPS en salud materna hubo un cambio positivo hacia la atención institucional del parto “por parte de profesional competente, capaz de atender un parto normal, pero también responder activa y oportunamente a las principales complicaciones obstétricas. Con los conocimientos clínico-fisiológicos y tecnológicos el parto se hizo mucho más seguro y esto repercutió favorablemente en la salud de mujeres y sus hijos”. Sin embargo, De Mucio advierte también que estos avances se acompañaron de una hiper medicalización y un aumento del intervencionismo obstétrico, que trasladó el centro de atención de la mujer y su familia al equipo de salud. En ese sentido, el CLAP promueve buenas prácticas para que las mujeres tengan un parto respetado y humanizado.
Los cuidados del recién nacido también han mejorado de manera sustantiva en 50 años. Pablo Durán, asesor regional en salud perinatal puntualiza que los avances en el conocimiento y las tecnologías han contribuido mucho a estas mejoras, pero también en su humanización: “La antigua imagen de los niños en salas repletas de cunas y de bebés, conocidos por sus padres, abuelos o hermanos a través de un vidrio han quedado para el recuerdo o para las fotos de época. El recién nacido es visto como un sujeto de derechos, lo que ha conseguido que las unidades de neonatología se hayan adecuado de forma progresiva a esta mirada. En este tiempo, se ha dado la posibilidad a los padres de ingresar a las unidades de neonatología, se han revisado prácticas no siempre necesarias para los niños, se ha fortalecido la lactancia materna y el contacto temprano de las madres y los niños”. Para Durán, el trabajo multidisciplinario entre personal de enfermería y especialistas en neonatología ha sido crucial para estos logros.
Un centro creado en Uruguay
Que un centro con las características de CLAP se creara en Uruguay no fue por azar. El médico uruguayo Roberto Caldeyro Barcia fue el padre de la perinatología y quien acuñó este término para referirse a la disciplina médica que se ocupa de todo lo que rodea la etapa prenatal y el nacimiento. Ya en 1947 Caldeyro Barcia y Hermógenes Álvarez habían realizado el primer registro de la contracción uterina y en la década del 60 fueron ellos quienes en la Facultad de Medicina de la Universidad de la República alcanzaron grandes hallazgos en torno al parto. El sufrimiento fetal, la reanimación intrauterina o el registro de la frecuencia cardíaca del feto fueron algunos de los descubrimientos que llevaron a que cientos de profesionales de la salud vinculados con la ginecobstetricia y la pediatría se vieran atraídos por viajar a Montevideo para formarse en investigación en torno al tema.
La OPS decidió apoyar el desarrollo de estas investigaciones en un momento en que la tasa de mortalidad infantil de la región oscilaba entre 35 y 100 por mil nacidos vivos en la zona metropolitana y entre 50 y 170 por mil nacidos vivos en la zona rural, según datos de la CEPAL. El 28 de julio de 1970 se firmó un acuerdo entre la Organización, la Universidad de la República Oriental del Uruguay y el Ministerio de Salud de ese país para crear el Centro. De acuerdo con los Indicadores Básicos 2019 de la OPS, actualmente la tasa de mortalidad infantil en la región es de 12,3 cada mil nacidos vivos.
Tres seminarios para celebrar
Para conmemorar este aniversario, el Centro brindará tres seminarios web con invitados especiales a partir de septiembre. Los primeros serán sobre la reducción del embarazo no intencional en adolescentes. Se ofrecerá un encuentro en español, en septiembre y otro en inglés, en octubre. A finales de octubre se realizará uno sobre “Prematuridad, su valoración e implicancias desde la perspectiva de calidad, equidad y capital social en el curso de vida” y en noviembre otro dedicado al “Intervencionismo obstétrico en el futuro de la civilización”.