• Personal de los equipos médicos de emergencia durante la capacitación en el Apostadero Naval de Buenos Aires, en Argentina.

Más capacidades para una mejor respuesta a emergencias de salud en Argentina

21 de abril de 2022 (OPS/OMS) - Es una mañana soleada junto al Río de la Plata en el Apostadero Naval de Buenos Aires. Profesionales de la medicina, enfermería, odontología, ingeniería, mecánica y otros miembros de las Fuerzas Armadas de Argentina trabajan en equipo para montar cinco carpas y poner en funcionamiento kits de tratamiento de agua y gestión de residuos. Cuatro formadores les explican cómo colocar las estacas, cómo manejar las mangueras, cómo operar el equipamiento.

Durante marzo de 2022, personal que conforma equipos médicos de emergencia (EMT, por sus siglas en inglés) se capacitó en el montaje, uso, desmontaje y mantenimiento del equipamiento entregado al Ministerio de Defensa por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el marco de la implementación en el país de la iniciativa global de equipos médicos de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este equipamiento consta de un vacunatorio temporal que permitirá reforzar las tareas de los hospitales reubicables desplegados en apoyo a la vacunación contra la COVID-19, y posibilitar el despliegue de futuros operativos durante otras emergencias.

Personal de las fuerzas armando un sanitario dentro de una de las carpas. Foto: OPS/OMS
Personal de las fuerzas armando un sanitario dentro de una de las carpas. Foto: OPS/OMS

Un equipo médico de emergencia es un grupo de profesionales de distintas disciplinas – médicos, enfermeros, odontólogos, bioquímicos, mecánicos, biólogos, entre otros – que despliegan un operativo de atención durante una emergencia de salud o un desastre, como una epidemia o una inundación. Estas emergencias son impredecibles por dos razones: primero, porque no se sabe cuáles serán las condiciones del territorio donde se desplegará el operativo; segundo, porque no hay certeza sobre cuál será el personal disponible para la acción. Por esta razón es crucial contar, por un lado, con la mayor cantidad de manos capacitadas posible; y por el otro, con el equipamiento adecuado, de manejo sencillo, y lo suficientemente versátil como para desplegar el operativo en territorios impredecibles.

Personal de las fuerzas ensamblando y poniendo en funcionamiento el incinerador utilizado para la eliminación de residuos peligrosos Foto: OPS/OMS
Personal de las fuerzas ensamblando y poniendo en funcionamiento el incinerador utilizado para la eliminación de residuos peligrosos Foto: OPS/OMS

La capacitación inició con tres sesiones virtuales brindadas por el equipo regional de la OPS y continuó con cinco jornadas de capacitación prácticas en el Apostadero Naval de Buenos Aires, a las que asistieron representantes de diferentes equipos de las Fuerzas Armadas. Entre el 28 de marzo y el 1 de abril, los equipos se formaron y pudieron montar las carpas, instalar los sistemas para provisión de agua potable y eliminación de aguas residuales, y poner en funcionamiento el generador eléctrico y el incinerador para eliminar los residuos contaminantes. También recibieron formación sobre su correcto almacenamiento, transporte y mantenimiento.

Personal de las fuerzas colocando el piso dentro de una de las carpas. Foto: OPS/OMS
Personal de las fuerzas colocando el piso dentro de una de las carpas. Foto: OPS/OMS
 


Lo más valioso de esta formación es el factor humano. Tanto médicos, enfermeros como mecánicos hicimos todo: aprendimos a armar y desarmar las carpas, a instalar los kits y a poner en funcionamiento el equipamiento. Capacitarnos es muy importante para nuestro trabajo”, comentó durante una jornada la suboficial principal Bárbara Cayita, enfermera de la Fuerza Aérea que está trabajando en centro de aislamiento por COVID-19 en el Apostadero Naval.

La suboficial principal Bárbara Cayita (derecha), junto a una colega de las Fuerzas Armadas. Foto: OPS/OMS
La suboficial principal Bárbara Cayita (derecha), junto a una colega de las Fuerzas Armadas. Foto: OPS/OMS

El equipamiento es de muy fácil manejo e instalación. Se necesitan únicamente cuatro personas para transportar cada uno de los contenedores donde se almacenan todos los componentes y, con la formación adecuada, cualquier persona independientemente de su formación está capacitada para instalar y poner en funcionamiento el equipamiento en cuestión de minutos. Para el despliegue solo es necesario contar con el espacio abierto suficiente para montar la infraestructura, como una plaza, un estacionamiento o un terreno no edificado, lo que posibilita estar lo más cerca posible de las personas afectadas.

Miembros de las fuerzas transportando uno de los contenedores donde se almacena el equipamiento.
Foto: OPS/OMS

La capacitación fue conducida por cuatro formadores de la empresa productora del equipamiento. Uno de ellos, Reiner Romero, comentó que “durante una emergencia, los equipos tienen que ser capaces de brindar una respuesta, y no ser parte de la emergencia. Este equipamiento permite que los médicos puedan funcionar como médicos, los ingenieros como ingenieros, y todas estas personas pueden trabajar en equipo para montar rápidamente el operativo. Cuantas más personas se formen para ello, más rápido va a poder ser el despliegue y la atención durante la emergencia”.

 

Reiner Romero (derecha) brindando formación a miembros de las fuerzas sobre el manejo del kit de tratamiento de agua. Foto: OPS/OMS
Reiner Romero (derecha) brindando formación a miembros de las fuerzas sobre el manejo del kit de tratamiento de agua. Foto: OPS/OMS

 

La versatilidad del equipamiento permite a los equipos ser autosuficientes, es decir, no depender ni de infraestructura edilicia ni de la red de aguas o de suministro eléctrico del territorio para desarrollar sus funciones. Por ejemplo, puede captarse el agua de un arroyo o un río, y potabilizarla para que tanto el personal como las personas atendidas cuenten con agua apta para el consumo humano; puede encenderse el generador eléctrico para contar con suministro en caso de la ausencia de este.

Personal de las fuerzas recibiendo capacitación sobre el almacenamiento de agua y su potabilización. Foto: OPS/OMS
Personal de las fuerzas recibiendo capacitación sobre el almacenamiento de agua y su potabilización. Foto: OPS/OMS


Desde el inicio de la pandemia hemos tenido el mayor despliegue de personal sanitario desde la guerra de Malvinas. Contar con estos equipos nos permite tener mayores capacidades para un despliegue rápido y eficaz, no solo durante las campañas de vacunación como la actualmente en curso, sino también durante cualquier circunstancia de emergencia”, indicó durante la jornada Marcela Ovejero, coordinadora de Bienestar del Personal de las Fuerzas Armadas del Ministerio de Defensa.

Marcela Ovejero, coordinadora de Bienestar del Personal de las Fuerzas Armadas del Ministerio de Defensa, junto a un consultor de la OPS/OMS. Foto: OPS/OMS
Marcela Ovejero, coordinadora de Bienestar del Personal de las Fuerzas Armadas del Ministerio de Defensa, junto a un consultor de la OPS/OMS. Foto: OPS/OMS

La formación que se brindó en Argentina es exactamente la misma que se desarrolla desde hace varios años en otros países de la región, como República Dominicana, Costa Rica, Panamá y Colombia, países que cuentan con equipamiento muy similar al entregado a la Argentina. La misión es simple, pero crucial: en el caso de que haya una emergencia a gran escala, o en la que deben intervenir varios países, todos los equipos pueden trabajar de manera coordinada, como un único gran equipo a nivel regional.

Participantes de la capacitación almacenando el equipamiento dentro de los contenedores. Foto: OPS/OMS
Participantes de la capacitación almacenando el equipamiento dentro de los contenedores. Foto: OPS/OMS

Durante la última jornada, los equipos se capacitaron en el desmontaje del equipamiento que instalaron los días anteriores. Desarmaron las carpas y los kits para almacenamiento de agua, enroscaron las mangueras, desacoplaron las partes del incinerador. Luego colocaron todo de forma ordenada dentro de cada uno de los contenedores de almacenamiento. En grupos de a cuatro transportaron cada contenedor hasta el depósito donde se almacenaron, listos para su uso, y los apilaron uno sobre otro.

Luego aplaudieron, se dieron las manos, se felicitaron: la formación está cumplida. El equipo está listo para la acción.

Personal de las fuerzas armadas y capacitadores con el equipamiento desplegado durante una jornada de capacitación. Foto: OPS/OMS
Personal de las fuerzas armadas y capacitadores con el equipamiento desplegado durante una jornada de capacitación. Foto: OPS/OMS

 


Más capacidades para una mejor respuesta a emergencias de salud en Argentina (2022)