• Jabones naturales, esperanza para enfrentar la COVID-19 y generar ingresos para mujeres amazónicas

Jabones naturales, esperanza para enfrentar la COVID-19 y generar ingresos para mujeres amazónicas

La pandemia por COVID-19, como en todo el mundo, también afectó a las comunidades amazónicas, no solo por su impacto en la salud de los moradores sino también porque varias familias perdieron los pocos ingresos que percibían al vender sus productos, ya que se bloqueó el acceso a las comunidades. Por ello, la idea de crear un jabón natural atrae a las mujeres shuar y achuar del Ecuador.

Las poblaciones amazónicas se vieron vulnerables frente a la COVID-19, tanto por falta de información, por la falta de sistemas educativos adecuados, pero sobre todo por la inaccesibilidad a los servicios higiénicos y sanitarios adecuados.

 

Es así que el programa Ikiama Nukuri de la fundación Pachamama, con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), planteó mejorar las condiciones de higiene local, como una estrategia para evitar los contagios del virus, a través de talleres dirigidos a 20 mujeres de comunidades shuar y achuar de las provincias Morona Santiago y Pastaza, para la creación de jabones naturales, artesanales.

Para su elaboración se necesita agua, sosa cáustica, y aceite vegetal, que será recolectado en hogares y negocios para así evitar que sea vertido en los ríos, sino que pueda ser reutilizado en la mezcla de los jabones. Además, se utilizan plantas endémicas de la zona para el color, olor y propiedades medicinales. 

Alberto Pascacio, quien tiene más de 40 años de experiencia en formulación de jabones de diversos tipos, les explica a las mujeres amazónicas cuáles son los pasos para la elaboración: 

  1. Verter el agua en una olla y añadir la sosa cuidadosamente.
  2. Cernir el aceite, pesarlo y echarlo en otro recipiente.
  3. Echar la mezcla de sosa y agua en el recipiente del aceite.
  4. Añadir aceites, hierbas o infusiones de plantas endémicas para la fragancia y color.
  5. Mezclar todo batiendo a mano.
  6. Verter la mezcla en un molde y esperar 24 horas hasta que el jabón esté suficientemente duro para desmoldarlo.
  7. Dejar que el jabón se seque durante al menos un mes.

 

Macuma, es una parroquia rural del cantón Morona, en la provincia de Morona Santiago. Aquí reciben en el taller las mujeres de comunidades distantes, como Inmaculada Juank, de la comunidad Iyañua, que está situada a 4 horas de caminata. Si llueve, pueden ser 6. 

Ella es shuar, promotora de salud, acompaña a mujeres durante su embarazo y las atiende en el parto. Inmaculada siente ilusión con los nuevos conocimientos. “Hay medicinas como piripri (sin traducción al castellano), que podemos hacer un jabón que ayude a las mujeres embarazadas a dar a luz en la casa, ayuda a relajar la barriga”, dice.

Los nuevos jabones que prepare quiere entregarle a las mujeres para ayudarlas en sus embarazos y también venderlos en la parroquia “porque en el campo no hay trabajo para hacer, como en la ciudad. Podemos elaborar un jabón y vender en $ 2.5, algo económico, y podemos ofrecer un producto natural”.

Para comprar jabones tienen que salir hacia las ciudades más grandes, a varias horas de distancia, o conseguirlos a un precio mayor, cuando encuentran, en sus comunidades. Por ejemplo, cuesta $ 1 el jabón de ropa, $ 1.25 el lava platos pequeño, y $ 1.5 el jabón de baño. Las familias lo racionan para que les dure unas 2 o 3 semanas porque es difícil acceder a los mismos, incluso por los costos de movilización.

A través de los conocimientos compartidos por Juan ahora podrán elaborar sus propios jabones para lavar ropa, platos o bañarse, con menor impacto sobre los ríos. Además, les entusiasma hacer jabones medicinales para tratar afecciones cotidianas como la sarna. Para ello van a hacer mezclas con cúrcuma, jengibre y otras plantas nativas.

Ismael Mashienta, presidente del Gobierno Parroquial de Macuma, respalda iniciativas como la de Ikiama Nukuri ya que les da oportunidades a las mujeres de diferentes comunidades para que generen ingresos para sus hogares y diversifiquen sus áreas de experiencia. Considera que estos conocimientos también se podrían transmitir de generación en generación. 

Para empezar, Inmaculada tiene el compromiso de regresar a su comunidad y explicar el proceso de elaboración de jabones a otras 20 mujeres, e identificar en cuáles despierta interés este proyecto para poder organizarse en las actividades de recolección de productos, elaboración y venta de los jabones. 


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