El 28 de julio de 2020, el observatorio del Colegio Médico del Perú, reportó 103 médicos fallecidos, 2789 infectados de los cuales 78 estaban en UCI, siendo un tema permanente de reclamo a las autoridades la provisión de equipos de protección personal para evitar el contagio entre el personal.
Un problema percibido a nivel hospitalario, que se presentó con mayor medida en la pandemia de la COVID-9 fue las limitaciones de la prevención y control de infecciones, debido a la ausencia de intervenciones integrales de carácter multimodal, lo cual significaba un riesgo elevado de contagio entre el personal de salud y los pacientes y sus familiares que acuden a los servicios hospitalarios.
El Dr. Celso Bambarén, asesor regional de emergencias en salud de la Organización Panamericana de la Salud, recuerda “Teníamos tres semanas observando un incremento de la tendencia de la curva, cuando accedimos al proyecto de Japón, con ellos se pudo entregar al personal de salud equipos de protección personal”.
Se priorizaron las regiones de Piura, Callao, Lima y Lambayeque, debido a que según la información del MINSA, hasta el 1 de julio de 2020, se encontraban en un escenario 1, es decir, presentaban mayores urgencias de atención debido a la tasa de incidencia, mortalidad, letalidad y mortalidad domiciliaria por la COVID-19. Se sumó a ello la región de La Libertad que se ubicaba como la más afectada en el escenario 2. Las regiones seleccionadas se ubican también en donde se registraron la mayor cantidad de médicos infectados por la enfermedad.
Durante el mes de agosto, el distrito de Ate ocupaba el cuarto lugar de distritos con mayor número de casos. El Hospital de Huaycán de segundo nivel de atención recibía a diario decenas de personas que presentaban signos de alarma de la COVID-19 y buscaban atención en dicho nosocomio. Este establecimiento de salud fue uno de los seleccionados para la evaluación del programa de Prevención y Control de Infecciones (PCI) y la elaboración del plan de acción para reforzar sus capacidades.
“Con este aporte pudimos mejorar la atención a los pacientes que han venido a esta zona de Huaycán que ha sido muy golpeada (en referencia a la enfermedad) y muy pobre. Ha permitido la atención directa a los pacientes e ir evaluando cómo se estaba desarrollando esta enfermedad y qué decisiones tomar”, nos cuenta … “(el proyecto) fortaleció en equipamiento informático para brindar información oportuna con reportes estadísticos, análisis que se requieren para implementar nuevas estrategias durante la pandemia”, afirma Ana Sánchez Jefa de la Unidad de Epidemiologia y Salud Ambiental.
La OPS implementó acciones que fortalecieron la prevención, vigilancia y control de infecciones con énfasis en el COVID-19 en cinco hospitales seleccionados mediante la compra de kits de limpieza y desinfección, equipos de protección personal, diseño y diseminación de material para entrenamiento del personal y apoyo a la implementación de sala de situación.
Por otra parte, el proyecto identificó la necesidad de complementar la estrategia sanitaria con actividades de comunicación de riesgo y manejo de la infodemia en las 5 regiones beneficiarias del proyecto mediante la producción y diseminación de materiales de comunicación y el apoyo a campañas locales. Las actividades de comunicación se centraron en difundir información clave para la prevención a través de las radios de mayor alcance en la región, videos a través de redes sociales, tanto para la población, como para el personal de salud y carteleras dirigidas a las personas que se encontraban en tránsito en lugares de alta afluencia de personas. El impacto fue de 7.8 millones de personas.
El proyecto contó con el involucramiento del Ministerio de Salud, a través de la Dirección General de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública y del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades; así como a las Gerencias Regionales de Salud del Callao, La Libertad y Lambayeque, Dirección Regional de Salud Piura y la dirección de redes integradas de salud Lima Este, apoyaron en la coordinación con los hospitales seleccionados y con el seguimiento de las intervenciones realizadas en cada uno de ellos.
Mediante el diseño de esta intervención multimodal que abordó buena parte de elementos que son importantes para reducir los riesgos de aparición de brotes de IAAS, se consiguió reducir el riesgo en el personal de salud y los pacientes que son atendidas en los hospitales.