• Dr. Roger Zapata y Luis Fermín Tenorio Cortez, un niño de Perú, fue la última persona que sufrió poliomielitis en la Región

La historia de la polio: de la erradicación a la reemergencia

Septiembre 2022


Piernas deformadas o paralizadas. Torsos atrofiados y problemas para respirar. Para los niños que quedaban lisiados con parálisis, una vida de discapacidad y dolor. Este fue el destino de miles de personas que sobrevivieron al virus conocido hoy como polio. La poliomielitis, antes conocida como "parálisis infantil” ha afectado a la humanidad a lo largo de la historia.

La naturaleza altamente contagiosa de la polio fue descubierta por la comunidad médica en 1905, pocos años después de la creación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en 1902. Con el desarrollo de la vacuna y los incansables esfuerzos de inmunización apoyados por la OPS, en 1994 la Región de las Américas se convirtió en la primera del mundo en ser certificada libre de polio por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Polio es el nombre corto de la poliomielitis, una enfermedad altamente infecciosa causada por el poliovirus. Hay tres tipos salvajes de poliovirus, los tipos 1, 2 y 3, y sólo hay dos países donde el tipo 1 sigue siendo endémico: Afganistán y Pakistán.

En julio de 2022 la enfermedad volvió a ser noticia al detectarse un caso en Estados Unidos en un hombre de 20 años no vacunado a quien se le diagnosticó un tipo conocido como "virus derivado de la vacuna de polio” (VDPV, por sus siglas en inglés). Se trata de una cepa relacionada con el virus vivo atenuado que contiene la vacuna oral contra la polio (OPV).

Según la Dra. Gloria Rey, experta en poliomielitis y asesora regional de la OPS, si el poliovirus vivo debilitado puede circular en poblaciones con baja cobertura de vacunación, este puede mutar y convertirse en una forma que cause enfermedad y parálisis, lo que resalta la importancia de mantener una alta cobertura de vacunación en todos los países de la Región.

Entre los no vacunados, el virus puede invadir el sistema nervioso y causar una parálisis total en cuestión de horas. Se transmite por contacto entre personas, a través de las secreciones nasales y orales, aunque más comúnmente, por contacto con heces contaminadas. 

Los síntomas iniciales son fiebre, fatiga, dolor de cabeza, vómitos, rigidez de cuello y dolor en las extremidades. Una de cada 200 infecciones provoca una parálisis irreversible (normalmente en las piernas) y, entre los paralizados, entre el 5% y el 10% mueren al quedar inmovilizados sus músculos respiratorios.

Durante la epidemia regional de polio de los años cincuenta, se utilizó una máquina conocida como "pulmón de acero" para ayudar a los pacientes con polio cuyos músculos de respiración se habían debilitado. La máquina funcionaba bombeando aire por la boca y la nariz.  Y aunque esta máquina aliviaba la respiración, no era ninguna cura. La carrera para encontrar una vacuna estaba en marcha.

Protección de por vida mediante la vacunación

Fue en 1955 cuando se anunció que la vacuna inyectable de Jonas Salk era segura para usar y se inició una campaña de inmunización a nivel nacional en Estados Unidos. La vacuna de Salk se denomina "vacuna antipoliomielítica inactivada"   lo que significa que utiliza un virus que no está vivo y se le refiere como vacuna inyectable contra la polio (IPV).

No fue hasta 1962 cuando el investigador Albert Sabin desarrolló una vacuna oral contra la polio (OPV), utilizando un virus vivo atenuado. Como su vacuna era más fácil de administrar, facilitó enormemente su distribución. Hoy en día se utilizan ambas vacunas.

La recomendación del Grupo Técnico Asesor (GTA) de la OPS es utilizar tanto la vacuna inyectada como la oral para generar inmunidad optima. Como parte del esquema de vacunación primaria durante el primer año de vida, un bebé debe recibir dos dosis de la vacuna inyectada y una dosis de la oral, además de dos refuerzos a los 18 meses y 5 años, un esquema que proporciona protección de por vida.

Un hito mundial

Tras el descubrimiento de la vacuna Sabin, la erradicación de la polio en las Américas era cuestión de tiempo. En la década de 1980, la OPS, con el impulso del entonces director, el Dr. Ciro de Quadros, comenzó a movilizar el apoyo de las autoridades sanitarias para hacer realidad la erradicación de esta antigua enfermedad.

En 1994, tras los esfuerzos concertados e incansables de miles de trabajadores de la salud, vacunadores, epidemiólogos y el equipo de inmunización de la OPS, la Región de las Américas fue la primera del mundo en ser certificada libre de polio por la OMS.

El 23 de agosto de 1991, Luis Fermín Tenorio Cortez, un niño de Perú, fue la última persona que sufrió poliomielitis en la Región, cuando se infectó con el poliovirus salvaje en el Distrito de Pichinaki, Provincia de Chanchamayo, en las remotas montañas del departamento de Junín, a casi 400 kms de Lima.

La identificación del último caso de poliomielitis en las Américas fue un hito en el que participaron científicos y expertos independientes que formaron parte de la Comisión Internacional para la Certificación de la Erradicación de la Polio.

Un nuevo impulso por la vacunación

La detección temprana de casos de polio a través de una sólida vigilancia de la parálisis flácida aguda (PFA) en niños menores de 15 años, así como una elevada cobertura de vacunación, fueron la clave para mantener la Región libre de poliomielitis durante décadas. 

La detección en 2022 del caso derivado de una vacuna en Nueva York alarmó a las autoridades de salud pública de todo el mundo, y evidenció la urgencia de mejorar las tasas de inmunización.

"La cobertura de vacunación contra la poliomielitis en la región es del 79%, la más baja desde 1994", advirtió la Dra. Rey. La cobertura recomendada para evitar la reintroducción del virus es del 95%.

En 2020, solo el 80% de los niños había recibido la tercera dosis de la vacuna oral necesaria para la inmunización completa, lo que supone un descenso respecto a la tasa de 87% vigente en 2019.

La resistencia a la vacunación y, más recientemente, la pandemia de COVID-19 son algunos de los factores que explican este descenso.

"Cuando los niveles de vacunación son bajos, los no vacunados de una comunidad son más susceptibles a la enfermedad, lo que aumenta la probabilidad de que el poliovirus debilitado mute y vuelva a ser una cepa capaz de infectar y causar parálisis", añadió la Dra. Rey.

"La clave para mantener la erradicación, es mantener tasas elevadas de  vacunación y mejorar la comunicación social. Además, se debe incorporar esta amenaza de reemergencia en el curriculum de los médicos jóvenes y de los profesionales de la medicina tanto en zonas urbanas como las remotas y vulnerables ", dijo el Dr. Roger Zapata, pediatra en Lima y quien detectó el caso de poliomielitis de Tenorio Cortez hace más de 30 años.

En 2019, Perú llevó a cabo una campaña nacional para mejorar la cobertura de vacunación contra enfermedades como el sarampión, la rubeola y la polio. Cuando la pandemia llegó en 2020, muchas clínicas fueron reubicadas para atender la gran afluencia de pacientes de COVID-19, dejando a muchos niños sin vacunar.

 "Hoy en día, existe un riesgo real de reintroducción de la poliomielitis en Perú", dijo la Dra. Ivy Lorena Talavera, asesora internacional en Familia, Promoción de la Salud y Curso de la Vida de la OPS.

Las bajas tasas de vacunación, la limitada vigilancia de la parálisis flácida aguda y la escasez de recursos humanos pueden contribuir a un alto riesgo de reintroducción de la poliomielitis no sólo en Perú, sino en toda la Región, explicó.

"Nadie quiere un escenario de retorno a los pulmones de hierro de los años cincuenta", añadió la Dra. Rey. "Tenemos que hacer nuestro mejor esfuerzo para vacunar a los niños y alcanzar más del 95% de cobertura de vacunación con el fin de garantizar que nuestra región siga libre de polio".

Enlaces

— 120º Aniversario de la Organización Panamericana de la Salud

Polio vaccine
Child receives polio vaccine